Tras avanzar en las últimas semanas un par de sencillos, Camaradas y Huracán, el cantautor sevillano Ángel Zambrana no ha querido esperar más y, pese al clima de confusión y caos que nos invade, ha decidido lanzar ya el que es su primer disco largo, que lleva por título El último aliento y que incluye diez cortes de pop-rock en la onda de (y a la altura de) Quique González o Leiva. Ya se pueden disfrutar estas bellas y crudas canciones en diversas plataformas digitales.
El último aliento se ha convertido en la principal seña de identidad de Ángel en su camino musical; una senda complicada, pero que el artista asume a golpe de canción, de tal manera que teje la seda y acaricia la carretera. El artista guarda en la maleta diez temas en los que rinde homenaje a la canción de autor y al rock en castellano, convidando vivencias, recuerdos y dudas; Ángel cambia de piel frágil a coraza con este trabajo.
Este álbum de debut, que da continuidad al EP titulado Disparos que publicó en 2017, no es un trabajo conceptual, pero sí hay un hilo general que ha representado el momento vivido por el artista en estos dos o tres últimos años. Canciones que hablan «de la carretera y del viaje sin fin del músico, de la amistad, el amor, el desapego o la incertidumbre, que es algo que siempre se tambalea en mi cabeza», admite.
El disco fue grabado en el verano de 2019 en los estudios Pancake Analog Recording de Dos Hermanas junto a Fernando Zambruno y posteriormente masterizado por Jordi Gil en Sputnik Recording Studio. Allí se rodeó de músicos locales como Julián Carrasco (CENIT, Crazy Zombie), Paco Jácome (Suso Díaz, Tatín Muriel, My Yellowstone, CENIT), Carlos Palacios (Demarco, Malos Pelos), Carlos Abad (Los Bingueros, Instant Party), Fran Rosado (EMMETT, Instant Party) y Cristina González a los coros.
A los mandos de la producción se encuentran el propio Ángel Zambrana acompañado por Gonzalo de Cos, consiguiendo llevar las canciones al terreno donde siempre han querido estar; diez cortes con un sonido más depurado y representativo de su universo musical. La portada de El último aliento es obra de Javier Pibe, quien se ha encargado de expresar la fortaleza y la fragilidad de las canciones.