- Bipolar lanza el videoclip de la canción inédita The No Monk con la colaboración de Dani Kussa
En el disco que sacó Bipolar hace unos meses, aquel Love is key de tan grato recuerdo, Alfonso Espadero incluyó cinco canciones que reflejaban su estado emocional desde que dio comienzo su catarsis, dejando atrás las cadenas del amor pretérito para aferrarse con fuerza al amor presente y futuro. El disco, en su conjunto, era una descripción bastante buena de la bipolaridad referida al amor. Pero no es este el único estado al que la bipolaridad afecta, también lo hace al juicio, al comportamiento y a la capacidad de pensar con claridad. Alfonso es consciente de ello y tenía otra canción más que reflejaba ese sentimiento, pero la dejó fuera del disco y lo primero que le pregunto es por qué. «Porque la canción me dabas vueltas por la cabeza pero había algo que no terminaba de funcionar bien en ella; no me gustaba la melodía que había compuesto para las estrofas y era incapaz de hacer sacar una melodía nueva porque la anterior la tenía fijada en la cabeza y no podía sacármela de allí».
Pero entonces apareció Dani Kussa, al que conocéis sobradamente entre otras cosas, y principalmente, por ser el frontman de My Yellowstone, y le ofreció la solución. «Yo la tenía planteada como una maqueta en el ordenador, sin letra, y Dani me dijo que se la enviase, que él cantaría la canción y escribiría una letra. Pocos días después me mandó de vuelta la canción con su voz y me encantaba la melodía que le había puesto a las estrofas; me encantaba… y además tenía una letra que me gustaba, muy interesante. Lo que no me gustaba era el estribillo, así que me dije que podía cantar yo el estribillo que ya tenía compuesto y podía escribirle una letra con respecto a lo que se cuenta en la estrofa». Y así surgió The No Monk.
The No Monk, aunque participe en ella Dani Kussa, es una canción de Bipolar. Víctor Urbanos grabó las guitarras en Madrid y se las envió a Alfonso, que grabó el bajo, los teclados y programó la batería. Dani pone la voz solista en las estrofas y todas las demás voces que suenan en ellas y Alfonso canta el estribillo y los coros que aparecen en él. Alfonso, además, quiso darle unas pinceladas propias de guitarra a la canción… «soy como una especie de Prince del Aljarafe de Hacendado».
La canción es un ejemplo paradigmático de la bipolaridad. Cada uno ha escrito la parte que canta; Dani nos cuenta que hay una fuerza que maneja su cabeza y otra que maneja su corazón y Alfonso también ha creado un estribillo muy bipolar. «Pero no en el sentido de que sea del grupo, sino porque habla de la dualidad de la gente, diciendo algo así como que oyes voces en tu cabeza y cuando las oyes tu mente se divide en dos y tienes una parte más malvada y otra más angelical», me cuenta él mismo. «Y eso es lo que yo he intentado plasmar en el videoclip; he creado dos personajes y he intentado interpretarlos a los dos».
El estribillo dice: Cuando escucho tu voz mi mente se divide en dos / mi parte malvada va a tugurios infernales / mi parte angelical está bebiendo alcohol. En realidad ninguno de los dos personajes es bueno en el sentido canónico. El diabólico es un salvaje en el Bar Mutante y el angelical se sienta a beber tranquilo en un rincón del Americano Diner, pero los dos terminan de la misma forma, con el sentido robado por el alcohol, tirados en el suelo. No se puede luchar contra el torvo destino sin un alma que nos escude. Y eso es una razón fundamental para que esta canción no forme parte de Love is key, porque por todo él sobrevolaba el alma de Pepa Huertas, extinguiendo la llama de la locura que asoma en The No Monk.
Y aunque esta es una canción que no pertenece al disco anterior, tampoco pertenece al próximo. «No, no es el adelanto de otro disco», me dice Alfonso. «Es una canción que ha surgido, de forma singular y solo por el gustazo de colaborar con Dani, que es un tipo al que admiro muchísimo y que posee un gran talento. El siguiente disco de Bipolar lo tengo ya muy avanzado y si entra esta canción en él será solo como bonus track».
Un disco, este segundo, que todavía tendrá que esperar hasta finales de año porque Alfonso tiene ya pensados todos los elementos que darán forma al videoclip de Sweet deep voice, la canción que cerraba el disco anterior, pero no ha podido realizarlo todavía. «Para poderlo hacer necesito contar con gente que está fuera y hacía falta que se levantasen los cierres perimetrales. Quiero intentar grabarlo en verano y sacarlo en septiembre y después meterme ya en el embolao del disco nuevo, del que ya tengo media docena de canciones, pero quiero hacer algunas más para que no sea un EP, sino un disco LP de diez canciones al menos».
Es pronto para planes de esa clase, lo sé; pero no estaría mal comenzar el año nuevo disonante con la crítica de un nuevo disco de Bipolar.