El 8 de agosto, en un colegio público de Alcosa, asistí a un concierto de Borneo en el que tocaron una canción tan nueva que todavía no tenía nombre siquiera, y que comenzaba con golpes de batería y la guitarra entrando de pronto para quitarle el primer plano; una canción muy nirvanesca en su instrumentación, aunque la voz de Chío Abbad la acerca a territorios más indies. Al escuchar este Fuimos ficción que presentan hoy estuve seguro de que se trataba de la misma canción, y la propia Chío me lo confirma: «Pues ha sido un experimento, la verdad. El tema ya estaba hecho, lo tocamos el día de Alcosa, sí… pero aún quedaban por definir cosillas. Así que en el local nos pusimos a trastear y a producir. Grabamos la maqueta, con los arreglos y voces en el local y Junior la ha mezclado y masterizado en casa. No hemos pasado por ningún estudio». El Junior de quien nos habla es Junior Vargas, el versátil guitarra solista del grupo, en el que están también Joaquín Ruiz al bajo, Rojo Rodriguez en la batería y Paloma Guerrero en los teclados y haciendo segunda voces tras la solista que es Chío.
Fuimos ficción, según leemos en su nota de promoción, trata de una conversación que nunca tiene respuesta y que, poco a poco, el excesivo acceso a la información que tenemos hoy en día termina obsesionando a la protagonista tratando de encontrar respuestas. Sin embargo el videoclip que han construido sobre esa base, entre acciones actuales y flashbacks, nos muestra el desenlace amoroso de una pareja de vampiros cuando ella, abandonada sin explicación por él, acaba descubriendo la verdadera razón de la ruptura. Puro delirio trashy con reminiscencias de los grandes films de serie Z.
El video ha sido dirigido por Bernabé Bulnes, que además ha escrito el guion que han interpretado Adela Castaño y Lara Grados, compañeras pasada y presente del vampiro, Fernando Moreno, además de Elián Guerra, que era el exorcista y Luis Hornero y MJ Vaca, que aparecen como figurantes en el concierto de Borneo.
En este super equipo hay que incluir a la gente de Rakia Films, a la maquilladora Rocío Ponce, y a todos los demás técnicos que participaron en un rodaje que, a tenor de lo que nos cuenta Chío sobre él, debió ser divertidísimo. «No recuerdo bien si fue finales de agosto o principios de septiembre cuando contacté con Bernabé Bulnes de Rakia Films. Ya grabamos con él nuestro primer videoclip oficial en 2016 y como fue un año tan bonito para nosotros pensé que volver con el mismo equipo con el que empezamos sería algo emocionante para despedir el año. Tenía la sensación de que debía ser así. Berna aceptó encantado y le conté mi idea, en origen y en pandemia, algo muy sencillo con una sola protagonista. A los poco días me lo cambió todo y sin darnos cuenta nos vimos con una mini peli de vampiros. ¡Imagínate! Entre los tiempos para poder grabar y las restricciones que se iban sucediendo… Hubo pruebas covid para los actores, para que pudieran tener contacto; hubo cambios de guion por problemas con las localizaciones, improvisando prácticamente algunas de ellas. El asesinato final lo grabamos en silencio para que los vecinos no llamaran a la policía; aún no había toque de queda pero todo se cerraba temprano y estábamos todo el equipo en un callejón un tanto sospechoso. Me parece brutal el resultado teniendo en cuenta los inconvenientes. El último día de grabación fue el primer día que impusieron el toque de queda, así que tuvimos que darle la vuelta al planteamiento inicial y terminamos sobre la bocina. Como experiencia, sin dudarlo, puede ser la mejor de este año, rodar esto cumpliendo con los protocolos de seguridad ha sido una gran aventura».
La mejor experiencia de este año, según Chío; de un año 2020 que para Borneo comenzó lleno de esperanzas con su nuevo proyecto de Cómo parar el miedo, que iba a consistir en el lanzamiento de forma periódica de una serie de singles que mostrasen el proceso de creación de las canciones y su forma de desnudarlas. Después de editar la canción que llevaba por título el nombre del proyecto y de presentarlo en Madrid y Sevilla, la pandemia les obligó a parar y en verano decidieron partir desde un nuevo planteamiento: componer, grabar y producir en el local de ensayo; un nuevo reto para enfrentarse al año más extraño de sus vidas. Chío nos matiza mejor este proceso: «Sobre Cómo parar el miedo, realmente no es una decisión en firme la que hemos tomado; no hemos tenido ninguna conversación sobre el futuro, ni sobre un nuevo rumbo; hacemos canciones y vamos creciendo, o no, como banda, pero nunca trazamos planes ni estrategias, no nos gusta prefabricar ideas. La gira que empezamos tuvo que pararse y como este año nos ha dado la vuelta a todos, simplemente hemos estado componiendo y grabando en el local y este tema fue el elegido para despedir este año raro; algo rápido y fresco, un tema muy visual para jugar con un videoclip de ficción. Ya estamos bien servidos de realidad este 2020 y queríamos jugar a algo divertido. No hay planes, solo trabajar y sacar todo lo que se ha compuesto, y cuando podamos, tocar y tocar y tocar y tocar… hasta que nos sangren los dedos, ¡si nos dejan!».
Y con esa esperanza en mente terminamos este artículo, que acaba de una manera perfectamente ajustada al tema del video que me ha llevado a escribirlo: con sangre.
