Tras el primer golpe de batería y sobre el ritmo que esta sostiene se oye un ominoso sonido de alarma. Así es el amenazante comienzo de Broken bolt. Un perno se ha roto en algún lado y se avecina una catástrofe dibujada a través de sonidos de fuzz agresivos y estructuras rítmicas frenéticas. El noise acercándose a sus límites, más allá de los cuales comienza la crisis psicótica de un individuo que no es capaz de aceptar ni su realidad ni el mundo que le rodea, y se ve arrastrado a un estado de alienación, enajenación y convulsión.
Broken bolt es el single que sirve de adelanto a Dioxin, el EP con el que Fischer Tropsch inician su andadura con el sello Lunar Discos, que contendrá cuatro canciones más reflejando diversos estados mentales inducidos por esta sociedad decadente y cada vez más distante de la sostenibilidad vital y ambiental.
…my mind is a broken bolt. Mi mente es un tornillo roto. Alberto Villafañe pone voz, tratada, maquinal, metálica, a un personaje que José Luis de la Vega, el bajista del grupo, describe como «un tipo que sufre una crisis; una persona que está muy devastada e intoxicada como resultado de su evolución dentro del mundo laboral y de la sociedad actual en general». El resto del grupo, José María Vicaria y Paco Romero, ponen la guitarra y la batería respectivamente, en esta y en las demás canciones que seguirán en el EP, donde Fischer Tropsch irá desarrollando la experiencia vital de este personaje, en su paso por diversos estados mentales, que también tendrán su reflejo en videoclips como el que tienen ya preparado para esta de hoy, que lanzarán la semana próxima, en el que el sonido penetra en una red de modelado 3D que da lugar a una inesperada y espectacular representación gráfica de esta locura.
La portada del single es un diseño de Ezequiel Barranco, que ha conseguido con ella sumergirse en el concepto que hay detrás de las canciones y plasmarlo con gran acierto. Él mismo será el diseñador de las demás portadas que sigan y de la de Dioxín, el EP, y me explica de esta forma el concepto que ha tenido en mente. «Pues para trabajar me dijeron que querían incluir edificios de brutalismo en las imágenes. Este collage de la portada de Broken bolt tiene un edificio brutalista girado y la explosión es un monumento brutalista de la antigua Yugoslavia. Me enviaron para trabajar una especie de historia que transcurre en las cinco canciones. En esta, que es el primer episodio, el personaje principal comienza un mal viaje después de ingerir sustancias. Como no querían que se viese referencia a drogas se me ocurrió recurrir al cortocircuito. David Lynch en Twin Peaks, por ejemplo, lo usa mucho en imágenes que preceden a planos de la logia negra. De ahí saqué también la idea de incluir el zig-zag, como el suelo de la logia, como contrarios contrapuestos, para representar una interferencia entre dos mundos. El símbolo de Dioxin de abajo lo copié de la estructura molecular de la dioxina».
Ezequiel nos adelanta que con los dos siguientes singles hará más diseños con composiciones parecidas a esta primera, contando la historia que se desarrolla en el EP, y nos deja un boceto de la línea en la que trabajará en todo disco.
La música de este single de Fischer Tropsch es una muestra del arte pop cóncavo y convexo; es pop refractado, giroscopado, dilatado, diferente a lo que conocíamos de ellos, como ya nos advirtió José Luis cuando les trajimos a esta web disonante hace poco más de una semana. Broken bolt corta la respiración. Si antes esta banda se plegaba a su forma de entender el sonido, ahora se han reinventado a sí mismos desde el más inmaculado blanco y llegan a nosotros desde lo más profundo del sueño, desde otro mundo donde todo es nebuloso, ambiguo, deliciosamente ambivalente. Podría ser el sonido del cosmos cambiando en un imaginario axis. Todo está alterado, fuera de sincronía; música hecha por almas introvertidas.
