Si te parecía que era poco lanzar cinco EPs durante el periodo de pandemia, no muestres ninguna preocupación más porque aquí tienes el sexto. Carne de Perro sacan a la luz más trallazos sónicos para decirnos que la política actual que rige nuestra sociedad es mala de cojones, que hace que personas normales y corrientes se vuelvan antisociales viendo cómo se comportan los que son como ellos cuando están formando un rebaño, lo que lleva consigo que nos ataquemos entre nosotros mismos en lugar de ponernos frente a aquellos a los que les sobra el tiempo y el dinero para lanzarnos a la cara sus aires de superioridad.
El EP se llama Tú nunca agacha el lomo y antes de cerrarlo con la versión de una de las piezas más rápidas y brutales del death metal, como es el Slowly we rot de Obituary, nos dejan otras cuatro canciones que se mueven entre el punk clásico y el hardcore en función de lo que pedía el tema que tratasen. Y en el mismo orden en el que aparecen en el EP vamos a ir escuchándolos aquí después de la presentación previa de cada uno de ellos por parte de MIG42, el componente del dúo que en su propio estudio de Alxaraf se ocupa de poner toda la música a lo que canta Anushka Podenko, su compañera en la vida y en el arte.
El EP se abre con Arcarde cabrón. «Teníamos ganas de repartir y eso se ha notado en todos los temas. Este habla de la frustración de no poder confiar en ninguna clase política ya que todas sin excepción solo buscan y quieren una cosa: dinero; sin importarles causa alguna».
La segunda es Cabeza perdía, una canción sobre los estragos que la pandemia está causando en nuestras mentes. «En esta nos centramos en lo antisocial que puede volverse una persona con un mínimo de civismo al ver cómo se comporta el rebaño de gente en masa y lo egoísta que pueden llegar a ser».
Explotación subrogada, que es la siguiente, trata un tema tan de actualidad como el de los vientres de alquiler, un feo asunto tras el que parece haber un lobby que está influyendo hasta en el gobierno. «Con Explotación subrogada queríamos dejar clara nuestra postura frente a un tema que estamos hartos de ver cómo blanquean con otros nombres para confundir a la gente, cuando básicamente es una explotación sin miramientos, de ricos sobre pobres; nada nuevo bajo sol».
Después llega Tú nunca agacha el lomo, la canción que da título a la obra completa. «Queríamos también dar algún palo a esa clase de gente que se cree mejor que otro según qué función realice y que casualmente en estos casos coincide con una especie de alergia a todo lo que tenga que ver con trabajar, en este caso agachar el lomo».
Y el EP se cierra finalmente con la mencionada versión de Slowly we rot, de Obituary, una canción que nos invita a morir matando. «Como en la canción anterior habíamos dado el contrapunto musical con un tema muy Ministry, para cambiar un poco esta vez la versión que solemos hacer en los EPs se nos ha ido para el death metal, que lo teníamos muy olvidado».
A pesar del ritmo compositivo y de interpretación que mantienen los dos componentes de Carne de Perro, siguen siendo un ejemplo de consistencia y este disco, desbordante de energía, es una demostración de su vitalidad. Su sonido quita las telarañas de todos los estilos por los que se mueven; dejan que las guitarras, la batería, se conviertan en un pantano húmedo, espeso y aireado que se trague todo lo malo sobre lo que cantan… no, sobre lo que aúllan; porque hay injusticias que solo se pueden denunciar gritando. Y esa es la identidad que define a este dúo. Y la mantiene disco tras disco.
