Llegó al confinamiento como Pedro Romero y saldrá del confinamiento, si es que algún día salimos de esta, con una segunda identidad, la de Peter Pilgrim: la burda traducción de su nombre al idioma de Shakespeare, para qué complicarse. Llegó a aquel fatídico mes de marzo de 2020 como un músico de extensa trayectoria en bandas tributo, toda una vida interpretando canciones ajenas, y ha alcanzado marzo de 2021 con todo un álbum de composiciones propias de pop-rock nada desdeñables. Se encerró consigo mismo, y sin él pues ya empezaba a ser ese otro; se encerró con su colección de discos de U2, y la épica de los irlandeses salió a relucir en sus canciones, no podía ser de otra manera; se encerró sin sus habituales compañeros de bolos, se encerró solo aunque acompañado a su manera, de tal guisa que decidió bautizar su nueva aventura como banda, Peter Pilgrim Band.
Pero vayamos por partes. Pedro Romero, o Peter Pilgrim, creció en un entorno propicio: «Mi padre tocaba la guitarra, aunque flamenco, y mis dos hermanos también se dedican a la música», nos revela. Uno de ellos, Daniel, es de hecho el guitarrista y vocalista de los muy recomendables Pen Cap Chew. Aunque tuvo un par de bandas de temas propios, que «se fueron al garete enseguida, sin llegar a grabar nada», Pedro porfió y optó por crear un grupo con el que interpretar las canciones de Bono, The Edge y compañía, su referente ineludible desde siempre. Eso fue hace ya 23 años y The Hype el nombre de esa banda tributo a los de Dublín, a la que en los últimos años ha añadido otras, Parachutes (tributo a Coldplay) y Mr. Leon (a Kings of Leon). Con esta última, por cierto, no ha llegado a debutar en Sevilla, pues lo iba a hacer el 26 de marzo del pasado año en la Sala X, si bien el evento debió cancelarse ante la irrupción de la alerta sanitaria por el maldito coronavirus.
Y una pandemia que, al fin y al cabo, le trastocó sus esquemas y le abrió su campo de visión: era el momento de probar otras cosas. «Como no podía trabajar, no podía ir a cantar, salir aquí y allá, porque yo me dedico a la música, pues decidí que podía sacar mis propias canciones, un deseo que siempre he tenido, de hecho algunos de los temas son antiguos, aunque ahora los he podido grabar en condiciones, echándole más horas«, explica. Así, en mayo ya tenía una primera canción, Walk Again, a la que fue sumando otras a lo largo de estos meses, publicándolas como videolyrics en YouTube, hasta que ahora las ha reunido en un disco que no podía titularse sino Lockdown. Una decena de canciones con un innegable aroma a U2, «aunque no quisiera, algo se tiene que notar, lo llevo en las venas», admite. Y que se palpa en temas como el inicial I Would Do It For You, Angel Or Devil o American Dream. Aunque hay otros más enérgicos y sorprendentes, como Blame.
Más allá de la marcada influencia del pop de U2 o Keane, llama la atención la calidad de las composiciones y el pulcro sonido de que las ha dotado Pedro en su casa: «Lo he hecho yo todo en mi home studio, que no es más que una habitación tratada y eso, pero normalita. Yo toco los bajos, el piano, las bases de los sintetizadores, casi todo son instrumentos virtuales«, cuenta. Alguna ayuda puntual ha tenido, eso sí, pues aunque se trata de un proyecto unipersonal, para los directos cuenta con los músicos que le acompañan en la banda tributo a Coldplay, que son Ernesto Mesa (bajo, también en Pen Cap Chew), Roberto Carlos Flores (guitarra, habitual en La Dama de Hierro, banda tributo a Iron Maiden) y Miki Moreno (batería). «Rober ha grabado un solo de guitarra y Ernesto toca el bajo en dos de los temas», reconoce Pedro Romero, que además cuenta con la colaboración de Foncho, cantante de una banda tributo a Queen, que canta con él el tema Broken Dreams.
El álbum es en cierto sentido autobiográfico: «Los temas hablan de cosas que me han pasado a mí o a algún conocido. Como cualquier disco, en cierta manera refleja mi mundo». Condicionado en esta ocasión por esta insólita situación de encierro: «El título lo tenía claro. Si no hubiera habido confinamiento, no habría habido disco, eso es así». Y, pese al notable resultado, Romero se declara perfeccionista y no está del todo satisfecho: «Más o menos estoy contento por cómo ha quedado, pero siempre piensas a posteriori que en tal canción podría haber hecho otra cosa. Pero, claro, si te pones así no acabas nunca y yo quería sacarlo ya. Para el próximo espero poder hacerlo de forma más relajada». De lo que se infiere que le dará continuidad al asunto aunque regrese la vida de antes, como también prevé subir al escenario cuando se pueda a enseñar este Lockdown: «He hablado con mis músicos de tocar estas canciones cuando el virus lo permita. Además, he mandado cositas a algunos concursos de bandas y todo».
Y es que Pedro Romero y Peter Pilgrim son ya un músico de bandas tributo y de canciones propias, y desde su experiencia aporta su visión sobre la controversia que siempre suscita la comparación entre ambos sectores: «Lo veo bastante estúpido y retrógrado. Cada uno que haga lo que le dé la gana, no entiendo ese pique. Criticar es muy fácil, pero a más de uno lo ponía yo a hacer un tributo, intentar sonar como los originales no es nada fácil. Por ejemplo, la de Coldplay la monté en 2018 y no sabes la dificultad que tienen sus canciones, con sampleados y otras historias muy complejas, no todo es tan sencillo como parece».
Foto de cabecera: Molina + Royo