100% techno. Sin más resquicio aparente que un bajo pulsado a ratos por Juanimisterfly, este disco Tridimensional es una obra concebida únicamente por medios electrónicos e intraducible en otros términos. Tanto a nivel de composición como de grabación y producción estamos hablando siempre de procesos generados mediante tecnología. Este disco es un recorrido por las grandezas de buena parte de la dance music electrónica de los 90, especialmente de toda aquella concebida tras la explosión del acid del 88. En los 90, tras la vulgarización a gran escala del fenómeno, sus acólitos volvieron a él en busca de la fuente de recursos que habían quedado aparcados delante de los garitos de la Ruta del Bakalao. Y en esa recuperación se hayan los mayores aciertos de este disco de Conmutadores.
Coincidiendo con el séptimo aniversario de la publicación de su primer disco, el 31 de mayo su sello discográfico, Nordhausen Schallplatten ha editado Tridimensional, que ya es el número seis en la historia de esta banda sevillana apasionada del electro pop y del synth pop. Este nuevo disco es un rompecabezas sonoro repleto de buenas ideas que han cuajado muy bien: house, secuencias ácidas, minimalismo, ultra-bases, bleeps y hasta new wave, en una combinación que no chirría y los proyecta hacia una nueva vía. Pero esta vía hubiese rayado ya en la pura magia si Conmutadores no se hubiesen quedado tan adentro del terreno del purismo; si la docena de piezas que componen el disco tuviesen más elementos de, por ejemplo, Technotronic o KLF, que los mucho más obvios de Depeche Mode, Kraftwerk o Eno, de los que sí se puede decir que las canciones son un compendio muy logrado, un vergel de sinuosidades, fluctuaciones hipnóticas, atmósferas cristalinas y esa delicia marciana del final que es Ser. La virtud del mecanicismo prima sobre la magia del descontrol.
El que no entiende la expresión, el que no busca solución, así soy yo… con tan grandiosa frase comienza este Tridimensional. El título de la canción, Así soy yo, es toda una declaración de principios que resume por qué Conmutadores son una de las escasísimas propuestas válidas en el artrítico y atascado synth pop sevillano. Que después de tantos años como Juani y Victor (a Xelo y Jose les conozco menos) llevan en esto sin tener éxitos significativos, sigan haciendo lo que les da la gana y pasen por encima de cualquier consideración, es de alabar. Es hora de vivir tu realidad, vuelven a reafirmar en Como Andy Warhol, tras el break con que se inicia… tú y yo aquí sentados otra vez pensando que nada es diferente, más tarde, en Positividad 2.0… letras que son un áspero y descarnado recuerdo de las incongruencias del mundo actual, en el plano musical y en el general.
Esperemos el cambio; que canciones seductoras y un sello discográfico alemán (con sede española en Barcelona) más potente que la autoedición de la propia banda marquen la diferencia y el universo de Conmutadores, atractivo y funcional, comience a acrecentarse con este nuevo disco, que ya está disponible en todas las plataformas digitales y en edición física en la página web del sello, que ha reeditado también toda su anterior discografía. Recuerda el nombre: Tridimensional; cero vulgaridades, cero estridencias; mucho buen gusto y maestría técnica. Que todo se mueva, que falta hace.