- El trío Tago Mago pone por fin en circulación su primer álbum, homónimo y compuesto por ocho canciones de un rock versátil y genuino
Tres son los componentes de la banda sevillana Tago Mago y tres son asimismo los años que han debido aguardar para poner en la calle –en las plataformas, vamos– su primer disco, un álbum homónimo y compuesto por ocho canciones mayúsculas en las que muestran un gusto exquisito y una capacidad inusual para trenzar intrincados ritmos y conjugarlos con precisas armonías vocales. Rock versátil y genuino con altas dosis de calidad que les sitúan entre los combos más prometedores de la escena sevillana y que, por tanto, convierten en cita ineludible su concierto de presentación el próximo 1 de octubre en el templo que bien merece su música: FunClub.
Juanma Leflet (guitarra y voz), Samuel Flores (bajo y coros) y Fran Urbano (batería y coros) pusieron en marcha en agosto de 2019 esta aventura con curioso nombre deudor de Can que pudo estrenarse sobre unas tablas en febrero de 2020, cuando compartieron bolo en Holländer con los jerezanos SURYA. Todo iba según lo previsto, pero un mes después estalló la pandemia sanitaria que paralizó nuestras vidas. Lejos de ponerse nervioso, el trío se lo tomó con calma y continuó trabajando en las composiciones que habrían de conformar su álbum de debut, ya que en todo momento el plan era lanzarse sin miedo con todo un elepé. Así las cosas, ya en 2021 la banda tenía los mimbres para grabar esos temas y eso es lo que hizo, eligiendo con tino los Sputnik Recording Studios, donde trabajaron de la mano de Jordi Gil. De esas sesiones salieron ocho piezas, pero Tago Mago se había replanteado las cosas y optó por avanzar un par de temas antes de sacar el disco.
Y, conscientes de la calidad que atesoraban esos adelantos, no se lo pensaron y los lanzaron en pleno verano de este 2022: en junio apareció el impactante Freedom que abre el disco, en el que quedaba patente su querencia por bandas como King Crimson o Black Sabbath; un mes después lo hacía My Way, con sus ritmos más orientados al R&B, soul y funk. Ambos acompañados de brillantes videoclips que remarcaban que Tago Mago sabía lo que se hacía. Y eso mismo se puede constatar en el resto de cortes del álbum, hasta ocho y con una duración total que casi alcanza los 40 minutos, donde exhiben su destreza instrumental en gemas como Fog o Ihad (A Dream).
La banda reconoce que debió variar sus previsiones y que ya había ganas de soltar el disco entero: «Nuestra idea desde un principio fue propagar la Tagomagia con un disco completo, ya que así fue dictaminado por la entidad superior que es Tago Mago. Quisimos hacer una primera presentación basada en dos singles, con sus respectivos vídeos, pero el objetivo siempre fue hacer un LP», recalcan.
Los ocho cortes que conforman el álbum se basan en un sonido marcado por influencias de bandas como Soundgarden, Phish, Grandfunk Railroad y muchas otras, y un cierto énfasis en las armonías vocales y coros efectuados por sus tres integrantes. En ellos se pueden apreciar tanto secciones instrumentales
Pese a que la grabación, mezcla y masterización del disco fueron llevadas a cabo en un estudio profesional, el trío se inclina por la filosofía DIY (do it yourself), de manera que todo el material audiovisual está creado por ellos mismos. Aunque, como es habitual, había más razones: «No nos queríamos gastar más pasta, así que ¿qué remedio?», dicen con guasa.
La presentación del disco se llevará a cabo, como señalamos al principio, el próximo sábado 1 de octubre en la Sala FunClub, en un concierto con entrada gratuita que comenzará a partir de las 21:30 horas. Una ocasión pintiparada para degustar el rock personal e intransferible de una banda que apunta muy lejos, y no es una mera cuestión de magia sino sobre todo de personalidad. Y eso se tiene o no se tiene.