Un paseo por Sevilla con la mirada llena de nostalgia del pasado y el paso fuerte de caminar por el presente; ¿el futuro? seguramente lo mejor será volver al pasado, a cuando había artistas en la calle, a empezar de nuevo en el barrio, a que el espejo te refleje sin los años que no pasaron en balde. Javier Padilla, el Culebra, lo deja claro en el último verso de la última estrofa: tienes la tentación de volver por donde viniste.
Y Tridi Puñema eligió esta canción del disco de Culebra & Cheyennes como segundo single, para grabar y editar un videoclip con ella, porque considera que será un hit, aunque todos los condicionantes estén en contra de ello. Y no me refiero solo a la pandemia, sino también a todo lo que escuchamos en el estribillo de la canción, que todo se fue, que todo se giró, que el mundo ha cambiado tanto… y como consecuencia de ello El rock se fue. Y ese es el apropiado título de la canción, que presenta una visión tan neblinosa del rock.
Seguramente el propio Culebra sea un anacronismo en esta época dominada por coloristas acentos de nuevos ritmos, mientras él sigue estando ahí, fiel a sí mismo desde los ya lejanos años 80; publicando discos y actuando cuando puede reunir una banda estable, sin dejar que absolutamente nada diluya la esencia de sus creencias musicales. El rock se fue y él sigue aquí, viendo el mundo con una crudeza visceral.
La canción tiene una contundencia y una solidez fuera de lo común y comienza con una base sencilla de acordes de la guitarra rítmica de Ramón Arias sobre la que la guitarra solista de Lorenzo Cortés va dando forma a la melodía; gana en potencia cuando entra la batería de Santi Nieto y el Culebra remarca la intensidad con sus notas del bajo. Antes de que el propio Culebra comience a cantar, la guitarra de Ramón ha abandonado el segundo plano y se entrecruza con la del Loren; la canción se convierte en un crudo medio tiempo entre balada y rock and roll , apoyada más tarde por el saxo de Juanma Romero, que nunca toma protagonismo aunque durante estos segundos le reste dominio a las omnipresentes guitarras. Cadencia contenida, punteos afilados y El rock se fue escapa de la monotonía militante en la que podía haberse atascado con su fidelidad al pasado; pero la producción del Culebra, compartida con Jesús Chávez, le ha dado un sonido compacto, ágil, en el que los instrumentos se escuchan limpiamente y la voz busca los quiebros adecuados para cada línea.
Al terminar de escuchar la canción nos queda un regusto triste, pero algo en ella predice que el rock y el Culebra sobrevivirán a estas vacas flacas actuales y continuarán saliendo siempre del fango que generan las nuevas modas musicales que van apareciendo. Y cuando por fin volvamos a ver a Culebra & Cheyennes sobre un escenario, el libro de su vida habrá volteado otra página y los músicos que respalden a Javier Padilla serán ya otros diferentes a los que escuchamos en esta canción. A algunos de ellos podemos entreverlos en el videoclip, pero todavía es pronto para saber quiénes serán los componentes definitivos. El rock se fue… pero siempre vuelve.