Die Stadt y SAS son los nombres que usan para hacernos llegar su arte el sevillano Antonio Montilla y la holandesa, de actual residencia madrileña, Saskia Goewie. El arte que comparten con nosotros es la música, la de él, electrónica de vanguardia y experimental; la de ella, el pop y el rock en sus facetas vocales. Y unidos crean una fusión de downtempo melódico, evocador y de gran carga simbólica, que han lanzado hace pocas semanas en un EP de cuatro piezas llamado Awakenings.
Antonio y Saskia se conocieron en la Alameda, en algún momento del 2018 o 2019, cuando ella andaba por Sevilla ofreciendo conciertos en los bares locales acompañada por la guitarra de José Montano. La coincidencia de los dos en los círculos artísticos y culturales sevillanos les llevó a conocer a cada uno la música del otro y como la electrónica que hacía Antonio le pareció a ella muy elegante y orientada a la calidez que el sonido de una voz podría proporcionar, Saskia le sugirió que ella podría escribir unas letras y componer unas melodías, sin condiciones, sin prisas, sin expectativas, para ver qué salía de la unión. Antonio había experimentado ya anteriormente con voces recitadas en sus discos Paris, del 2011 y Siracusa, del 2017, junto a la poeta sevillana Siracusa Bravo Guerrero, pero no eran canciones propiamente dichas lo que había en ellos, por lo que dar este paso adelante le atrajo especialmente.
Una vez puestos de acuerdo Saskia grabó una maqueta añadiendo letra y voz a dos piezas anteriores de Antonio, una versión de London calling back que este había publicado en su disco de Die Stadt Meridian 0. The London Session, en el 2017 y otra de Partie 5, del disco Le dieu numerique, del 2015. El resultado fue tan satisfactorio que poco después estos temas, con otros nombres diferentes, junto a otros dos nuevos más, uno de ellos instrumental, compuesto expresamente para cerrar el disco en el que se incluirían, se grabaron de nuevo definitivamente; las pistas vocales, en Madrid, con la producción de la propia Saskia y la coproducción de François Le Goffic como ingeniero de sonido; y la parte electrónica la grabó Antonio en Sevilla en su totalidad. Así el disco, Awakenings, quedó terminado para su edición.
Sin embargo, cuando todo el trabajo para su edición estaba casi terminado llegó marzo del 2020 y se fueron al traste muchos proyectos musicales, entre ellos este de Die Stadt y SAS, que se vio seriamente comprometido durante seis meses, hasta que por fin en noviembre se retomó el trabajo y a principios de diciembre pudo lanzarse, además en dos versiones, la Daytime Mix, mezclada y masterizada por Die Stadt y por tanto más cercana a su sonido electrónico característico y la Nighttime Mix, mezclada personalmente por Saskia, con un resultado más influenciado por su trayectoria en el pop. Esa versión nocturna puedes escucharla también íntegramente en la página web de SAS, en la que además hay videos de la pieza que le da título y de Free falling.
Esta luz interior me guarda, me guía, me alimenta, me impulsa, me lleva… mírame, estoy en caída libre, empapada de energía… Saskia conquistando la luz con su blanca energía, en la forma a la que Neruda se refería en el Número 32 de sus 100 Sonetos de Amor. Y Antonio dándole el rapto centelleante de su música, construyendo la claridad sobre las regiones perdidas por las sombras. Die Stadt y SAS crean formas musicales que se van conjugando, dinámica energía que prolonga la armonía que queda en nuestro ánimo, confusión y deleite, más allá del final del disco.
Awakenings, aún en su mezcla de luz diurna, es un asunto oscuro, a menudo incómodo, más invierno nuclear que himno de verano. Pero conserva la claridad de las brillantes melodías y el brillo de los sonidos intrincadamente texturizados; tal es la precisión de la mezcla de Saskia y Antonio, de lo natural con lo digital. Es un disco de una gran profundidad emocional pero con una accesibilidad sublime, mucho mayor que la de la mayoría de ejercicios electrónicos más intelectuales o desagradables… o faltos de las buenas melodías de las que Awakenings puede jactarse.