En un ambiente recogido y agradable, anoche en La Caja Negra ofreció Chencho Fernández la primicia de la que será la canción de adelanto de su próximo disco. Se trata de Mi pequeña muerte, y estará disponible para todo el público, que espera impaciente su nuevo material, en algún momento de los próximos días.
Es una fantástica canción que incide de nuevo en el universo personal de Chencho, en el que el amor y el paso del tiempo subyacen constantemente… entre batallas ganadas, frente a la guerra perdida, murieron mis carnes vivas, pero murieron sin mí; mi pequeña muerte en ti, mi pequeña gran vida… ruptura y hedonismo en las pocas líneas que marcan un poema musicado marca de la casa.
Mi pequeña muerte se adelanta en algunos meses al resto de las canciones del disco, del que no se pueden adelantar todavía muchos datos porque sería especular tanto con el fondo como con la forma, aunque sí va trascendiendo que la banda que acompañará a Chencho en la grabación final va a estar formada por miembros antiguos y nuevos de Los Labios (Ricky Candela, Álvaro Suite, Nacho Sarriá) y el batería de La BIG Rabia, el gran Iván Molina.
No fue la única canción que Chencho dio en primicia a los que acudieron a la sala, que fue entremezclando estos dos adelantos con algunas de las canciones de su último disco publicado, Dadá estuvo aquí, y recreaciones de otras escritas por dos de los grandes maestros que más le han influido, Bob Dylan y Lou Reed. Un pequeño concierto muy íntimo en el que nos conmovió Chencho con esa voz suya que se divierte cambiando de tono, desde lo angelical hasta el susurro subterráneo; viviendo y haciéndonos vivir una canción tras otra, que a falta de los arreglos habituales de sus conciertos oficiales con una banda detrás, aquí nos llegaron diciéndonos lo que cada uno de nosotros teníamos ganas de escuchar. Engrandecida sencillez la de Chencho Fernández anoche.
El recital fue el colofón de la presentación en Sevilla del libro 1050 discos cardinales, en el que su autor, el valenciano Juanjo Mestre, traza una línea a través de toda la historia del rock, desde 1956 hasta el año pasado, en la que dejando que sean las portadas de esos discos las que hablen, apenas las acompaña de un párrafo muy pequeño para darles contexto por lo que la historia no es de naturaleza verbal, sino que hace que tus propios recuerdos sean los que se levanten y te cuentes a ti mismo todas esas pequeñas historias que has vivido en primera persona a través de la música y que han terminado por hacer de ti lo que eres ahora mismo.
Luisa Márquez ejerció de anfitriona y este que suscribe y os cuenta que echamos un rato extraordinario, tuvo también el inmenso placer y el privilegio de participar en la presentación de tan recomendable libro, que puedes adquirir a través de este enlace a Makma, una muy buena plataforma de difusión cultural.
