La escena musical sevillana se mueve más de prisa de lo que los dos avezados plumillas de esta publicación disonante podemos abarcar. Eso hace que a veces se nos queden atrasados algunos temas, por mucho empeño que pongamos en hablar de todas las canciones, discos y videos que van saliendo. Así que de vez en cuando tenemos que reunir varias novedades, normalmente media docena de videos, y sacarlos a la luz en un solo artículo, como en esta ocasión. Hay de todo un poco, y no solo en lo que se refiere a estilos, sino también en el concepto y la forma del material lanzado: videoclips de canciones totalmente nuevas, como es el caso de Coyote Zora y Maui; videoclips de canciones que ya conocíamos, como es el caso de Löbison y Cristian de Moret; y también trabajos que no son videoclips pero que sirven para dar a conocer canciones nuevas, como es el caso de Los Fusiles con su video lyric y de Duäl con una foto fija.
Y vamos a comenzar siguiendo el orden de aparición. Todos ellos son muy recientes, de hecho todos han ido apareciendo durante el actual mes de febrero, aunque el primero de ellos técnicamente no lo hiciese así porque se colgó el día 31 de enero por la noche. Y ese fue el de Löbison, que publicó un videoclip con la canción Ansia brutal, elegida como nuevo single de su disco de 2019, La industria de los sentidos, que grabó y mezcló Fernando Zambruno en los estudios Pancake y masterizó Jordi Gil en los de Sputnik Recording.
Con este video se puso de nuevo en marcha la maquinaria de Löbison, que llevaba mucho tiempo parada, intuyo que por algo más que por la pandemia, porque si no recuerdo mal la última noticia que tuve de ellos fue con la aparición de este disco y la última vez que les vi en directo fue incluso antes, en el festival de Los Chozos en septiembre del 2018.
Luisa Salazar ha sido la realizadora del video y le pido que me hable sobre él. «Las imágenes están inspiradas en la letra y el sonido de la canción, Ansia brutal. Ese ansia que se transforma en un imperio egocéntrico, el del ego más el del ansia brutal, su vejación; su mamapulación, los peloteos brutales que le hace a la industria manipuladora que domina al mundo. Los anhelos del ansia brutal, todos irreales, todos falsos, dejándose el culo en un error, ¡qué horror! ¿y para qué? Como conclusión y eclosión a todo esto he seguido la pauta del collage y del cinismo punkarra de Max Ernst, utilizando elementos y animaciones surrealistas como crítica e ironía a este círculo vicioso». Como manifiesto del plan de reconquista de Löbison no está nada mal.
El día cuatro de febrero se dio a conocer por parte de Los Fusiles el tercer adelanto de su próximo disco, ese Victoriosa que esperan editar en marzo y que tantas ganas tenemos de escuchar; un disco que va a ser espléndido a juzgar por las canciones que vamos conociendo de él. Esta vez la canción adelantada se llama Chica de ojos claros y tiene el alegre ritmo fronterizo que se gastaba Johnny Cash cuando no se ponía desgarrador ni tenebroso. Aquí está presente el Cash intenso, pero en el buen sentido, el que irradiaba luz como lo hace Pablo Cuevas narrando la historia de la chica del norte de Europa que se enrola en la guerrilla de un país latinoamericano para luchar por la dignidad de las personas. Una historia que puedes entender perfectamente porque la letra aparece muy clara en el video lyric en forma de tarjeta de visita que han realizado para ella Cristina Escobar y Tridi Puñema en su productora Almadenea.
Pablo Cuevas me confirma la forma de la canción. «Musicalmente, como has dicho, la canción tiene un registro más rollo country o folk norteamericano. Dentro de los sonidos clásicos del rock and roll nos gusta tocar todos los estilos siendo fieles de esta forma a nosotros mismos. A veces nos ponemos más punks, otras más rockeros de pub, y otras veces más líricos y melódicos. En realidad pretendemos que esto sea así porque la amplitud de oportunidades a la hora de componer las canciones con este abanico de registros es mucho más grande. Yo, personalmente, siempre he sido muy aficionado al rockabilly y al country americano. Johnny Cash, Carl Perkins, Tammy Wynette o Hanks Williams me han acompañado desde mi adolescencia. Por supuesto queda patente que en Chica de ojos claros la melodía y la estructura de la canción son muy pop pero no cabe duda que las bases rítmicas de la canción, así como el fabuloso trabajo al steel guitar de Roberto Sánchez, dibujan un paisaje de lo más sureño. Como si fuésemos cabalgando por las llanuras de Oklahoma».
Y ahora quiero que también me confirme el fondo de ella, ¿de dónde ha salido la historia de esta Chica de ojos claros? «La historia que se cuenta en la canción está inspirada en la holandesa Tanja Nijmeijer. Una chica que, con solo veinticinco años, deja su vida occidental para enrolarse en las FARC colombianas al comprobar in situ un año antes las injusticias y el tipo de vida miserable del campesinado colombiano. El relato es contado durante la canción por un narrador omnisciente que ama y admira la militancia de esta mujer a partes iguales. Tanja Nijmeijer, o Eileen Alexandra, que era su nombre de guerrillera, formó parte de la mesa de negociaciones de paz de las FARC con el presidente Santos sin mucho éxito hace unos años. Ya el año pasado renunció al partido tras casi dos décadas de militancia». Después de decirme esas palabras, Pablo se replantea y matiza algo de lo dicho. «Corrijo lo de narrador omnisciente. El narrador no tiene ni puta idea de lo que se le pasa a esta mujer por la cabeza para echarse al monte, pero nos interesó contar esta historia, con el necesario barniz poético, por la singularidad del caso. Se dice que el arte está en los ojos del que mira. Más allá de subjetividades, nos pareció importante fotografiar a la dictadura del capital como la principal causa de desigualdades por encima de otras cuestiones como la raza, la religión o el género».
Un día después del video de Los Fusiles apareció el de Coyote Zora, realizado para el lanzamiento de la cuarta de las canciones que vamos conociendo del que será su primer disco, grabado en sus propios Zoraestudios, con las mezclas de Alfonso Espadero y la masterización de Jordi Gil.
La canción se llama Vainilla superstar y en la promoción del video incluyen las frases: La pasión se vuelve adicción, la adicción se vuelve locura en el universo de las redes sociales. Esto nos da una idea del leit motiv de la canción, que habla del amor como adicción y la dependencia de la imagen en las redes sociales. Una canción, además, de estructura muy singular, porque Candi Murillo solamente canta durante el primer tercio de la misma, siendo los otros dos tercios un instrumental vertiginoso, luego estirado más lentamente, hasta volver al uptempo sin descarrilar en ningún momento pese a lo que serpentea la magnífica guitarra entre la acumulación de golpes de batería y del bordón del bajo. Una genialidad.
Le pregunto a Nacho Pujol, el otro guitarrista, junto a Candi, del grupo, por el significado del título de la canción. «Vainilla superstar es un nick atractivo de un personaje de la trama de una relación en las redes sociales que comienza con un like, crece en complejidad y termina en obsesión y desesperanza en las calles de la ciudad».
Le pregunto también por el realizador del video, ya que este ha sido lanzado con escasos detalles en sus créditos. «El video está realizado por la gente de Espécimen y dirigido por Carlos Vargas, un talento emergente que nos ha transportado a un entorno digital y nos ha sostenido en un mar de nodos y conexiones donde cada uno ha de obtener sus propias conclusiones».
El día 8 Cristian de Moret lanzó el video de apoyo al quinto de los singles extraídos de su gran disco Supernova. Esta vez la canción elegida ha sido Yerbagüena, la que contaba con la colaboración de Antílopez, que aparecen junto a toda la banda de Cristian metiéndole energía y groove a los aires flamencos que canta en este video grabado por Tridi Puñema en los estudios Tempo y editado en Aliquindoi por Fernando Maya, el percusionista del grupo y técnico de esta productora.
En el video aparece la banda habitual de Cristian de Moret, pero hablando con él de esta Yerbagüena me cuenta que no fueron ellos en realidad quienes la grabaron originalmente. «Aquí canto unas letras tradicionales de bulerías de Jerez metidas en una candencia funky y bluesera. Y aunque en el video aparezcan Alexis Vallejo y Pablo Prada, la canción se grabó con Lito Manes a la batería y Dani Abad al bajo; en la guitarra sí estuvo Gon Navarro, como en el video, y también Gautama del Campo en el saxo». En el videoclip aparecen también Juan Campos en una segunda guitarra y Felix y Migue, los dos componentes de Antílopez, a quienes Cristian quería tener ahí por una razón muy concreta: «Porque quería hacer una cosa más rapeada, más fraseada, recitada, para lo que necesitaba a alguien versátil y a ellos los conozco desde sus inicios y me han encantado desde siempre. Si a eso le unes que nosotros comenzamos a trabajar con Alberto Cañizares en Spyro Music, que es la compañía que también les lleva a ellos, pues se pudo perpetrar fácilmente esta colaboración, después conté con ellos para el concierto del Teatro Alameda y la sinergia fluyó fácilmente y se ha convertido en una bonita amistad».
Cristian de Moret sigue a la cabeza de las nuevas tendencias del rock andaluz con su estilo totalmente heterodoxo, al que se le queda corta la etiqueta de jazz fusión, porque su pellizco flamenco eleva su dimensión fundiéndose con el blues, el soul, el rock incluso, o estilos ya de por sí híbridos como el que manejan en esta Yerbagüena.
Uno de los guitarristas de mayor reputación en Sevilla, a pesar de no ser nada mediático, es Miguelo Delgado, que en agosto del 2018 se embarcó junto al batería Pepe Benitez en la formación de Duäl, un proyecto con el que explorar nuevos caminos musicales y experimentar con arreglos complejos y arriesgados para sacar adelante imaginativas estructuras basadas en los factores comunes que hay entre los músicos que influyen a ambos: Medeski, Martin & Wood, en el jazz de vanguardia; Tortoise, en el post-rock; Flying Lotus, en el hip hop; Amon Tobin, en la electrónica o Mark Guiliana, en el eclecticismo percusivo. Le pido al propio Miguelo su visión personal del proyecto. «El germen de Duäl nació cuando me fui a grabar a Londres, al Instituto Abbey Road, y tanto en la grabación como en la posterior gira que hice por el Reino Unido con mi disco Aire me di cuenta del movimiento tan fuerte de jazz, electrónica y hip hop que hay en los clubes de allí. Había mucha fusión de estilos y estaban muy asumidas todas estas nuevas sonoridades. Al comprobarlo in situ me di cuenta también de que me apetecía investigar por ese camino y me encontré con Pepe, antiguo amigo mío y músico de gran trayectoria por Sistema, Robot, Cerebral, Maga, las bandas de Marina Gallardo y El Niño de Elche, o José Cicuta, que es su proyecto personal. Aparte de ser un gran batería, él conoce muy bien la producción electrónica y nos pusimos manos a la obra. Empezamos a intentar mezclar mi parte más acid jazz con su parte más electrónica y de hip hop, con el objetivo de llegar a algún sitio que, más que novedoso, nos cundiese y saciara a nosotros».
El pasado día 11 por fin pudimos apreciar el primer fruto de esta unión, Noche esdrújula, en la que también colaboran Carlos Romero al bajo y Carlos Moreno a los teclados. La pieza fue grabada y mezclada por Jesús Chávez en los estudios Pelícano y después masterizada en los estudios Kadifornia. El lanzamiento ha sido apoyado por una foto fija de Oscar Ruano, de la portada del single, convertida en un video por Julio Castaño.
Y hasta llegar aquí Miguelo nos cuenta también el camino que ha quedado atrás. «En esa búsqueda hemos hecho cerca de veinte canciones; hemos descartado bastantes trabajos porque no teníamos nada de prisa en encontrar la fórmula, de hecho llevamos dos años investigando y han pasado varios músicos. El proyecto lo planteamos dándole un sentido muy estético, mejorando en la producción día a día, encontrando un sonido cada vez más específico y más propio. Lo que queremos es extraer la parte más potente del discurso del jazz y la parte más potente del discurso de la producción electrónica sin caer en lo pretencioso de sentencias como que el jazz no tiene producción y la electrónica no tiene vocabulario; no, no queremos que lo que hacemos suene así».
Noche esdrújula es el adelanto de una obra mayor, muy próxima, de la que también nos habla Miguelo. «El futuro de Duäl es llevar a un disco esta música intentando que las fronteras entre estilos sean lo más finas posible. El próximo día 25 saldrá nuestro EP, con cuatro temas, entre los que habrá remezclas electrónicas, colaboraciones con MCs, cantantes, instrumentistas y solistas, intentando darle al proyecto la fusión que pretendemos».
Es electro-jazz y rock instrumental vibrante. En la ejecución de Noche esdrújula vemos que Duäl es un proyecto que tiene elementos de todos esos sonidos pero que nunca está definido ni comprometido con ninguno de ellos; es el suyo un sonido extrañamente hermoso e imposible de precisar. Miguelo y Pepe han conseguido con su competencia instrumental y técnica que los valores musicales del pasado encuentren muy buen acomodo en el presente digital y miren con optimismo el futuro.
Y el último de los videos presentados aquí salió un día después del anterior, el viernes pasado, y me da mucha alegría incluirlo en el paquete porque es obra de Maui, la cantante utrerana, sobrina de Bambino e hija de Miguel, el de Los Centellas, si no lo sabíais, que propició el concierto más divertido de todos a los que he asistido desde que se desató la pandemia.
La canción que ha lanzado se llama De Madrid al cieno y es el segundo avance, tras Mi alfombra, de su sexto disco, que aparecerá cuando el destino lo estime conveniente. La ha grabado con la colaboración de Josete Ordoñez en la guitarra y los efectos, que también ha sido quien la ha mezclado, corriendo después la masterización a cargo de Antonio Baglio. En el video de la canción Maui es un personaje inverso al de Paco Martinez Soria de La ciudad no es para mí, porque aquí ella lo que hace es abandonar su loft de la Gran Vía madrileña para irse a un huerto con sandías, espinacas y calamares. Se rodó en enero pasado entre Morón y Utrera, dándole vida a un guion sobre los urbanitas que se unen al éxodo rural escrito por la propia Maui y Miguel Rey, que fue quien grabó, dirigió y montó la película, producida por Susana Ávila.
La canción, como la mayoría de las que Maui compone, es una mezcla del surrealismo de Silvio con la sensibilidad del otro Silvio, el Rodriguez, que te da un pellizco, pero con guasa. En ella aparece como una cantautora urbana melancólica y de vuelta de todo, que lo que quiere es regresar a sus raíces, a aquel flamenco sumergío con el que se dio a conocer hace ya casi veinte años, como si terminase así un giro completo que cierra el círculo, algo que podemos decir apoyados además en el compás flamenco que le metía a Mi alfombra. Veremos cómo son las demás canciones de este nuevo disco que está gestando, y si realmente Maui cierra con él un círculo perfecto de regreso a sus orígenes, o se escapa por la tangente… algo que tampoco sería nada extraño.