- Comienza su andadura el Festival Torre Rock con la participación de Analógicos, The Smoggers, Los Fusiles y Stopping Place
El próximo sábado, día 22, tendremos una nueva jornada de esas en las que no sabemos realmente a qué conciertos acudir de tantos como habrá. Aunque podemos consolarnos con que varias de las citas principales serán compatibles por su horario e incluso una de ellas tendrá un horario tan extenso que siempre habrá algún momento para poder asistir a ella y encontrarnos algo de muchísimo interés. Esa cita será el primer Festival Torre Rock, del que he hablado con dos de sus promotores para que contasen todos los datos de interés sobre él y os vayáis haciendo una idea de lo mucho y bueno que encontraréis allí.
El Festival Torre Rock comenzará a la una del mediodía, cuando se abran las puertas de la sala Underground de Alcalá de Guadaira y los primeros en llegar puedan ir bebiendo y comiendo a precios muy asequibles, charlando sobre cómo arreglar el mundo y cómo enderezar la escena musical local y calentando motores para las actuaciones en directo, que comenzarán a las cinco de la tarde, siendo Analógicos los primeros que suban al escenario, abriendo la marcha de las otras bandas que les seguirán cada dos horas: The Smoggers a las siete, Los Fusiles a las nueve y Stopping Place a las once de la noche, cerrando el festival.
Torre Rock es una asociación surgida en Torreblanca, de la que pedí toda la información posible a dos de sus fundadores, José Antonio Gallardo y Juanma García, que es quién primero tomó la palabra. «La idea en realidad surgió de José Antonio después de estar con varios amigos en algunos conciertos y hablar de la posibilidad de hacer algo por nosotros mismos. Teníamos el gusanillo de la música metido y después de que varios de nosotros asistiésemos al festival SubeRock, quedamos encandilados con él y fue cuando decidimos seriamente hacer otro festival que se pareciese en algo a ese; un festival de formato reducido, más familiar, como ahora mismo no hay ninguno en Sevilla». José Antonio me cuenta también como esos deseos pudieron materializarse. «En una de las quedadas que hicimos con nuestros amigos en Torreblanca creamos la asociación. Después hemos hecho otras quedadas y fiestas para recaudar algunos fondos e incorporar nuevos socios. Y con ese poco dinero conseguido hemos podido organizar este primer festival, que en realidad es una excusa para seguir viéndonos, disfrutar de la música y ampliar un poco el círculo de gente que coincide con nosotros en gustos musicales».
Al decirme que el espejo en el que se han mirado para crear el festival ha sido el del SubeRock me acordé de que es verdad que yo mismo los vi por allí e incluso tuve un buen rato de charla con Juanma. Y eso ocurrió en julio, lo que me lleva a pensar que la asociación tiene que ser jovencísima. «Fíjate que la primera reunión la tuvimos hace siete u ocho meses y ya estamos aquí con el primer festival», saca pecho Juanma, al que le pregunto si esto no va a ser flor de un día y si el proyecto va a tener continuidad. «La idea es hacer un festival cada año en octubre. El año que viene crecer con más fuerza, impulsados por un mayor número de socios, que ahora somos 80. Con la cuota mensual de 5 euros y algunas fiestas que hemos organizado hemos podido sacar fondos suficientes para este primer festival, que no hubiese salido adelante sin el esfuerzo de esos socios y de las bandas participantes, que han sacrificado una gran parte de su caché para ayudarnos».
Me intereso por esas bandas que participan: Analógicos, Smoggers, Fusiles y Stopping Place. Juanma me cuenta cómo los buscaron. «Pues tengo que decir que de nuevo el protagonista fue José Antonio. Él se dedica a montar escenarios y seguro que le habréis visto trabajar en la Sala X, en la Even, así que tiró de sus contactos. Y además ayudó mucho que los primeros en apuntarse fuesen Analógicos, que también tienen muchos contactos entre los mods y rockers de Torreblanca y de La Algaba, de los que muchos estuvieron también en SubeRock», José Antonio se da por aludido y prosigue. «Analógicos ya estaban predispuestos, sobre todo porque esto que hacemos es sin ánimo de lucro, y se han implicado muchísimo. Y Los Fusiles, que han estado ya en muchos festivales y tienen mucho cartel, nos han presentado un precio simbólico por estar aquí». Estas palabras de los organizadores presentan un clima de cordialidad, hermandad incluso, entre bandas y espectadores; de hecho, las cuatro bandas del festival son de un corte en cuanto a estilo en el que no desentona ninguna de ellas. Le pregunto a Juanma si es este el estilo al que el festival quiere ceñirse. «No. No queremos hacerlo tan cerrado. Queremos abrir más el abanico, aunque no yéndonos tampoco demasiado lejos…», les hablo de estilos y, en realidad, ni ellos dos se ponen de acuerdo sobre qué tiene cabida y qué no, lo único que parece claro es que no veremos en este festival a Rosalía. «Queremos grupos no muy conocidos y con un gran espíritu de directo», zanja Juanma, y José Antonio amplía. «Ten en cuenta que en nuestra asociación hay de todo; convivimos todas las tribus urbanas de Torreblanca, desde los punkies más punkies hasta los jevilones de barrio de tó la vida, hay moodies, modernos… pero como este primer festival ha sido, si no precipitado, si condicionado a tener que tirar de contactos, no hemos podido abrirnos mucho. Para el año que viene nos gustaría presentar un espectro mayor de bandas y gustos». No sé si ese abanico lo abrirán solo estilísticamente o también geográficamente, y Juanma me lo aclara. «La idea es estirarlo también geográficamente; ojalá pudiésemos, pero ahí nos encontramos con gastos de hotel, de cenas; estuvimos, de hecho, sopesando la idea de haber traído alguna banda de fuera a este primer festival, pero no llegábamos económicamente». Y no sé por qué -bueno, sí que lo sé- cuando le hice la siguiente pregunta ya sabía la respuesta. ¿A quién habéis sopesado? «Pues nos hubiese encantado traer al japonés del SubeRock», me dice Juanma, con lo que mi acierto es pleno, en vista de cómo les vi disfrutar allí con Thee Braindrops, que es la banda a la que se refiere. «También flipé mucho con Sinciders; me encantaron. Grupos con ese espíritu del directo son los que queremos. Bandas que consigan la atmósfera que se crea en el escenario pequeño del SubeRock, con gente como los Howlin’ Ramblers o La Perra Blanco, que es impresionante cómo se lo hacen pasar a la gente y cómo lo pasan ellos mismos. Podremos discrepar en nombres o estilos, pero en esto coincidimos; ese es el formato que queremos montar nosotros».
Me llama mucho la atención que siendo una asociación de Torreblanca monten el festival en Alcalá. Los motivos me los aclara Juanma. «Porque en Torreblanca no hemos encontrado una sala adecuada para hacerlo y al aire libre se nos iba; no teníamos tiempo de solicitar al ayuntamiento permisos ni licencias, así que preparamos esto en Alcalá, que está muy cerca de Torreblanca. Pero la idea es afincarlo en nuestro barrio, en el polideportivo grande que hay allí, que también tiene una zona de césped al aire libre, acotada, para que entre solo la gente que deba entrar. Esa es nuestra ilusión». ¿Y los comercios del barrio corresponden a esa ilusión con su apoyo? «De momento solo cinco de ellos», reconoce Juanma; «los cinco han aportado una cantidad de 50 euros, más simbólica que otra cosa, para la lona que irá detrás del escenario, en el que también irá el logo de la asociación, para que nos aporte algo de publicidad a todos». «También ha participado la sala Even», continúa José Antonio, recordando que lo hizo igualmente en el SubeRock. «Sergio, el dueño, también es de Torreblanca, aunque ahora resida en Sevilla Este. Y muy posiblemente a primeros de año hagamos también otra fiesta de Torre Rock en la sala Even».
Hablamos también sobre esos tiempos muertos que habrá entre conciertos, pensando que a lo mejor son demasiado largos. «Separar dos horas entre cada concierto es algo enfocado sobre todo al buen ambiente entre la gente; a que les dé tiempo de hablar entre todos, de comentar lo que va sucediendo en el escenario, disfrutar de las conversaciones. Si vemos que el tiempo de parón es excesivo lo iremos acortando en las demás ediciones». A lo que dice Juanma se une José Antonio con una apostilla. «Además. La característica de la sala Underground es que aparte del recinto donde se celebran los conciertos tiene un patio trasero en el que se puede fumar, comer, beber; establecer esa convivencia que está en nuestro genoma. Tendremos también un puesto de discos de vinilo, además del merchandising oficial de las bandas…» Yo mismo puedo aseverar lo que dice porque ya estuve allí una vez asistiendo a un concierto de Los Estanques -otra banda que cumple las características que ellos buscan, factible de traer además por la amistad que une a José Antonio con su batería- y pude disfrutar de ese patio. Ellos esperan llenar la sala, que tiene un aforo que ronda los 190 espectadores, aunque como habrá mucha gente fluctuando a lo largo de todo el día, e incluso que permanezcan en el patio durante algún concierto, calculan que el aforo se puede subir a las 200 personas y ellos son optimistas y esperan llegar durante todo el día a los 250 espectadores, e incluso más. Algo que no me parece nada descabellado teniendo en cuenta la calidad y el tirón de las bandas participantes y el movimiento de gente; por ejemplo, estamos seguros de que los amigos que arrastre Stopping Place no van a estar allí a las cinco de la tarde para ver a Analógicos. Y estos y Los Fusiles moverán también a mucha gente. Y estarán The Smoggers, sobre los que la gente se pregunta constantemente en las RRSS que, siendo de Sevilla, por qué tocan siempre por ahí y cuándo iban a venir… esperemos que el sábado no pongan ninguna excusa para estar allí con ellos.
Mientras recargamos bebida para hacer más fluida la charla, comentamos algunos aspectos, como la posibilidad de hacer también el festival en forma de concurso, con bandas nuevas, aunque ese aspecto lo cubre ya muy bien el concurso de Bellavista; pero no descartan una forma mixta de hacerlo, como -de nuevo, el camino de SubeRock- un apéndice al festival, con un escenario donde participasen las tres o cuatro bandas finalistas de un concurso previo. José Antonio se pone hasta nervioso de pensar en el festival. «Es que serán tantas cosas; desde que abramos a la una, con el tapeo, la comida, después los conciertos, con bandas muy buenas las tres primeras y al final Stopping Place, que van a sorprender a la gente. Ellos son el grupo arquetípico de ese buen rollo en directo al que nos referimos. Son muy jóvenes, veinteañeros todos, pero muy buenos músicos; son cinco y uno de ellos no podrá venir porque forma parte de la banda que acompaña en directo a India Martínez, o a Vanesa Martín, no me acuerdo…», mientras le da vueltas al tarro a ver si recuerda, se cuela Juanma. «Los hemos dejado para el final precisamente por eso, porque creemos que son los que más pueden sorprender y dejar un buen sabor de boca».
Las entradas para asistir al festival, al precio de 20 euros, pueden adquirirse a través de este enlace, aunque las disponibles son ya muy pocas; pero a pesar de que en la petición dice que el último día de plazo para solicitarlas es hoy, vosotros intentadlo de todos modos. También podéis haceros socios de Torre Rock rellenando este formulario; la cuota es de 5 euros mensuales, que te dan derecho a mantenerte informado de todo lo que haga la asociación, que básicamente consistirá en organizar cada mes y medio aproximadamente quedadas, convivencias, exposiciones, además de dos entradas gratis garantizadas en los festivales, con lo que ya se cubriría el 70 u 80 por ciento de la cuota pagada durante el año.
«La organización de un festival anual es nuestro principal objetivo», remarca Juanma. Y José Antonio prosigue. «Hasta ahora hemos hecho una fiesta de presentación de la asociación, una quedada motera, que sobre todo fue un paseo en cualquier clase de moto desde el barrio a Carmona; tres quedadas en los bares más característicos del barrio, comiendo lo mejor de cada uno, que allí en Torreblanca tenemos un menudo que no desmerece al de El Viso y unos chicharrones que no solo son comparables, sino que creo que le ganan a estos», lo cual no es decir poco porque estábamos comiéndolos en el Giralda de Alcosa, una de las mecas de estas raciones. «El día que realicemos este festival es el día que empieza ya el del año siguiente, para el que esperamos tener apoyos municipales, de la Junta, y crecer», termina Juanma, señalando además algo muy importante: «En cuanto pase el concierto presentaremos las cuentas para que todo el mundo vea de dónde ha venido y a dónde ha ido el dinero».
