La verdad es que hace mucha ilusión ir escribiendo artículos a medida que va pasando el tiempo de una banda que prácticamente ha crecido a la vez que esta web y ha ido apareciendo por aquí mientras lo hacía. Se trata de Fischer Tropsch, un nombre que solo puede provenir de la cabeza de dos ingenieros como son Alberto Villafañe y José María Vicaria, quienes pusieron en marcha este proyecto que después se fue multiplicando; para cuando editaron los dos singles que tienen disponibles hasta ahora ya eran tres miembros, con la incorporación de Paco Romero a la batería, y para cuando dieron su primer concierto ya habían conformado el grupo con el cuarto y definitivo componente, el bajista José Luis de la Vega.
Aquellos dos singles, Seating y Seagulls, que puedes recuperar desde esos enlaces a los artículos que escribimos en su momento, aparecieron en julio y septiembre de 2019, pero eso no significa que durante el 2020 la banda haya permanecido parada, porque a pesar de las restricciones de movimiento y los demás problemas generados por la pandemia, Fischer Tropsch ganaron la XV edición del Concurso de Maquetas Ciudad de Marchena (Martian Sound) en agosto, visitaron asiduamente los estudios Pancake Analog Recording, donde han estado grabando más canciones que muy pronto conoceremos y compaginaron ensayos presenciales con sesiones virtuales durante todo el año. Todo lo sembrado dará sus frutos en 2021 porque en breve lanzarán un EP a través de un sello discográfico que muy pronto hará público el anuncio de su fichaje. Y mientras eso sucede ellos han querido aliviarnos la espera con el videoclip de Blankenship, totalmente casero, con la idea de compartir ese día a día de la banda durante los últimos meses, que tiene su estreno justo ahora mismo aquí, en nuestra página disonante.
La canción sobre la que está realizado el video, Blankenship, es una versión que Fischer Tropsch hace de la banda neoyorkina DIIV, uno de sus referentes más claros a la hora de mezclar diversos estilos como dream-pop, shoegaze, krautrock, post-punk y noise. Y han elegido recrear precisamente esta porque supone un grito ante los salvajes sistemas productivos y la destrucción del medio ambiente, una temática que será el hilo argumental del próximo EP de los sevillanos, siempre alertas al cuidado ambiental y al reciclaje, con los que se relacionan ya incluso desde su nombre, Fischer Tropsh, que es también el nombre de un proceso químico que sirve para crear algo útil partiendo de la basura.
Este video ha sido totalmente autoproducido por la propia banda; lo han grabado de forma individual, cada uno en sus respectivas casas, excepto Paco, que lo ha hecho en el local de ensayo que comparten con Los Rosarios, porque es allí donde tiene montada la batería, ante la que se sienta cuando prepara canciones con ambas bandas, ya que desde hace poco tiempo forma parte también de esta última, con la que se estrenó en directo el pasado domingo en un concierto que también te contamos aquí en nuestras páginas virtuales. Las imágenes enviadas por todos ellos las ha mezclado Alberto y el sonido final lo ha sincronizado José Luis, que es también quien nos explica qué ha supuesto este video para ellos. «Ha sido un buen ejercicio de autoproducción que nos ha venido muy bien como banda parea conocernos un poco más y aprender técnicamente cosas nuevas que no solemos hacer habitualmente, y ha sido bastante provechoso, la verdad».
Esta versión del Blankenship es algo muy concreto, creado solo con el fin de aparecer en este video y, obviamente, no formará parte del EP que grabaron en Pancake con Fernando Zambruno durante los periodos en que las restricciones de movimiento se aliviaron y hubo posibilidad de hacerlo, y que una vez mezclado allí mismo se remasterizó posteriormente en los estudios Kadifornia. Y aunque todavía no pueden desvelarse del todo su sello y fecha de edición, le pido a José Luis que nos adelante algunos detalles más sobre el disco. «Este EP es un trabajo de cinco temas que rompe un poco con lo que hicimos en los dos singles que ya publicamos anteriormente. En general las canciones tienen un sonido muy potente y eléctrico y pensamos que van a dar un nuevo punto de vista sobre nuestra banda».
Avance, transformación; conceptos unidos intrínsecamente a Fischer Tropsch, que no solo iba cambiando su composición interna, como te describí al principio, sino también la cara que nos iba dejando ver en sus apariciones. En Seating arrojaban un sonido de guitarra capaz de cambiar de melodía a ruido con el sonido de un pedal, con pistas de guitarra superpuestas y una voz tallada de la misma piedra que la de J. Mascis. Después Seagulls era menos guitarrera y mucho más hipnótica, plena de cálidas melodías vocales y sonidos de guitarra lo-fi y atmosféricos. En Blankeship vuelve a dominar la guitarra pero esta tiene un tono más oscuro que recorre toda la pista y sigue una escala melódica que la aparta de Dinosaur Jr para acercarla a una banda más sombría de krautrock; un estilo mucho más acorde al mensaje de la canción, que habla de Don Blankenship, el jefe de la compañía minera en la que se produjo uno de los peores accidentes en la historia de Estados Unidos, que mató a 38 trabajadores sin que la ley viese nada irregular en las controvertidas acciones de codicia corporativa de la empresa.
Escuchando Blankenship, de la nada, en mitad de la canción, la guitarra principal rompe los acordes como algo que escucharíamos en una pieza de My Bloody Valentine en sus tiempos del Loveless. Después termina con otro pasaje de guitarra explosivo. ¿Será este buen trabajo que combina melodías post-rock y voces con mucha reverberación una pista del cambio que la banda anuncia en su próximo disco? Cuento los días.
