Entre las escasas repercusiones positivas de la actual situación de confinamiento para la música sevillana cabe apuntar la irrupción de talentos ocultos que se están mostrando especialmente feraces. Es el caso del utrerano Jurry de la Rosa en su incipiente andadura en solitario bajo su nombre con el añadido The Blob. El guitarrista y vocalista de Beggar’s House lanzó un primer videoclip titulado Reborn, al que siguió The wall, y este pasado sábado abrochó esta trilogía del encierro con una tercera entrega tan o más sorprendente: Freedom.
El propio Jurry nos la presenta: «Supongo que tan sólo viendo el vídeo y con ese título ya uno puede imaginarse de qué va la historia, ¿no? En esta tercera canción sigo con la temática de las dos anteriores, teniendo esta última una carga más negativa ante la situación que nos encontramos. Aun habiendo una desescalada, y empezar a ver una luz al final del túnel, el futuro es incierto, y eso hace que el miedo sea mayor al no saber si vas a poder hacer las cosas que te gustaban como las hacías antes«, reflexiona el músico, que abunda en la temática de la canción: «El personaje que transmite la letra, que no tengo por qué ser yo, ya que el que transmite el mensaje podría ser cualquiera, dice en un momento que ha llegado a perder la fe y casi muere. Ese verso refleja muy bien lo que la canción quiere proyectar. Después está el estribillo con el grito de guerra de Libéranos. Quiero que nos dejes marchar”.
Musicalmente, este Freedom difiere bastante de los dos sencillos anteriores: «La idea de la música la tenía desde hace tiempo. Yo soy muy de tener música en la cabeza que, antes de grabarla, le voy dando vueltas y cantándola en mi día a día a base de onomatopeyas. En este caso la tuve durante meses delante de mí y no me daba cuenta. La composición no se parece en nada a lo que he hecho anteriormente. Si tuviera que decirte alguna influencia, quizás te diría que en algún momento se pasaron por la cabeza los Talking Heads de la era Brian Eno como productor o Prince, pero siempre intenté alejarme y ser yo mismo. Algunos me dicen que tiene algo de Michael Jackson. Bueno, ya os conté en la reseña del primer single que saqué que de pequeño era mi ídolo. Algo siempre se queda, digo yo», bromea The Blob.
Uno de los puntos fuertes de esta flamante carrera en solitario de Jurry está siendo sin duda los creativos vídeos que está realizando: «Creo que el vídeo transmite muy bien la situación de agobio que estamos viviendo y la necesidad de conseguir la libertad. Hay mucha gente que se agobia con las imágenes. Mi madre no lo soporta. Y es normal, porque grabándolo, en ciertos momentos, no podía respirar realmente. Ahí me di cuenta de que morir de asfixia debe de ser de las peores muertes que existen», razona De la Rosa, que como en The wall contó para su edición con la inestimable colaboración de Michael Hemmings Tognazzi, conocido como Dr. Lapi: «Aunque yo monté gran parte de las imágenes, él fue quien aportó la magia. Le decía lo que quería, y en escasos minutos me mandaba una prueba por si era eso lo que buscaba. Siempre daba en el clavo. Las imágenes finales con todos los personajes pidiendo al unísono ser liberados es de lo que más me gusta. Usé a amigos y familiares, pero bien podría ser cualquier persona del planeta. Mi gente siempre me ha apoyado y estoy súper agradecido de que me hayan acompañado, de alguna manera, en esta andadura», agrega.
Y ojo porque Jurry ha cogido carrerilla y amenaza con continuar: «Dije en un post de Facebook que con esta canción tendría mi trilogía particular, y en cierta medida lo es. Pero he de decir que tengo la cuarta canción grabada, y aun con otras connotaciones, el miedo sigue ahí. He creado un monstruo y ahora no sé cómo pararlo. También tengo idea para el vídeo, así que tendréis a The Blob para largo». Aquí estaremos para seguir sus pasos dada la brillantez e imaginación que desprende.