- Future Ark ha editado un single digital con las versiones original y extendida de The Drum, una de las piezas incluidas en su reciente disco Angelonia
Hace unos días recibí una newsletter del sello discográfico WeAreWolves Records anunciando la edición de un single digital de Future Ark en el que, siguiendo el uso de las habituales hojas de promoción, aunque casi ninguna de ellas tan cuidadas como las de este sello, todo hay que decirlo, daba detalles de Tero Heikkinen, el músico y productor finlandés afincado en Sevilla, que es el artífice de este proyecto de música electrónica, de su trabajo, sus inspiraciones, sus referentes… y de su disco recientemente editado. Y fue la referencia a este disco como génesis del nuevo single lo que me llamó la atención, porque en ese párrafo podía leerse lo siguiente: Dos meses después de publicar el disco, ha habido una canción que ha suscitado especial interés entre los seguidores de Future Ark y hemos decidido darle una nueva vida y publicar The Drum, un single digital que contiene la canción original –74 segundos exquisitos de pop experimental– y una versión extendida que redondea la visión angulosa y poliédrica del futuro distópico al que te llevaba. Una nueva capa en las texturas que Heikkinen viene desarrollando para moldear lo que ya es una de las visiones más interesantes de la música experimental hecha en nuestro país.
No me parece habitual que una obra de las características de Angelonia, que es el nombre del disco al que nos referimos, levante una expectación como para que una de sus piezas sea revisitada y reinventada, más aún teniendo en cuenta que esa pieza, The Drum, apenas dura un minuto y catorce segundos. Pero me alegro mucho de la noticia y llamo a Tero para que me cuente el devenir de tan feliz disco y el motivo de la reelaboración de este tema. «En estos dos meses ha sido muy positivo todo, he recibido muy buenos comentarios y parece que a la gente le está gustando mucho el disco; el tema que más reproducciones ha tenido es Gawd, que fue el primer single y dentro de lo que hay es el más comercial o asequible de todos ellos, pero tras él The Drum es el segundo que más reproducciones tiene y el que a más gente, amigos, conocidos e incluso me he enterado de que a gente que no conozco les había impresionado, porque les pareció muy original, diferente; con algo que les emocionó y les tocó el alma. Yo quedé bastante impresionado también, porque además en Finlandia lo han puesto en varios programas de radio bastante buenos…» Bien, antes de seguir, creo que este es el momento propicio para volver a escucharlo y entender estos halagos…
En realidad yo mismo fui también uno de los oyentes que quedó atrapado por esta pieza, que siendo tan corta en duración es tan larga provocando sensaciones, algo que atestigua lo que escribí cuando en esta misma web disonante publiqué la crítica del disco y hablé de ella más que de las otras: The drum, solo por su título nos predispone ya a encontrar un tema percusivo, fuerte, sin embargo en él se deposita toda la pureza y elegancia que refrena a Tero; en estos tiempos la tendencia es erigir un ritmo, después meterle un montón de samples, voces arrastradas e incluso pasadas por el autotune y dubs con varios grados de éxito, pero Tero es tan cartesiano que parece antiguo y este corte es una muestra definitoria.
Y ahora dejamos de nuevo que Tero siga su explicación. «Como era tan corto, algo que hice durante una tarde, ni siquiera iba a incluirlo en el disco, pero al final cambié una canción y puse esta de The Drum. Y como los comentarios han sido tan positivos he querido hacer una versión más larga y darle más vida a ese tema y al disco. A Esteban y Jose, los gerentes de WeAreWolves, les pareció una buena idea y mi amigo Clovelt hizo también la portada siguiendo la línea de las otras anteriores, que van con el mismo color, la misma idea, el mismo minimalismo…» Y el resultado ha sido este.
The Drum – Extended es prácticamente una sinfonía muy corta, aunque tiene todos los elementos canónicos para definirla así, ya que está dividida en cuatro movimientos, cada uno con un momento y estructura diferente; los dos primeros son los mismos que tenía el tema original, aunque extendidos varios segundos más; el tercero es un acto de fe creativa y el escueto cuarto movimiento sirve para cerrar el círculo y llevarnos de nuevo al inicio.
Tero me habla también de la organización y el orden de esta versión extendida de The Drum. «El tema en sí es como una versión que toma como punto de partida el tema original y después lo lleva a otro sitio con más instrumentación, cuerdas… ahora está más estructurado, pero los dos temas son como hermanos».
Una secuencia en constante mutación, sin desvanecerse en ningún momento, que deriva hacia una psicodelia abstracta, con un par de finales falsos, que cuando se reproduce sin interrupciones, enlazándolo varias veces consigo mismo, puede reorganizar las moléculas de tu cerebro.