- DUÄL, el proyecto de música electrónica, world music y jazz integrado por Miguelo Delgado y Pepe Benítez, reflexiona sobre la relación entre tecnología y ser humano en ID-1
En plena efervescencia del debate acerca de los pros y los contras de la implementación de la Inteligencia Artificial (IA) en diversos ámbitos de nuestra vida, y con decenas de expertos pontificando en las redes sociales, quizás resulte más estimulante–y menos traumático, desde luego– aproximarse a esta cuestión tan en boga desde otra perspectiva, la musical. Es lo que han hecho Miguelo Delgado y Pepe Benítez en su segundo (o tercero, según se mire) trabajo como DUÄL, titulado ID-1 y que vio la luz a mediados de abril. Un epé compuesto por cuatro piezas donde «se exploran y se ponen de manifiesto desde un punto de vista reflexivo las nuevas formas de identidad en el presente, donde el transhumanismo, la tecnología y la Inteligencia Artificial crean un control tecnológico de la sociedad generando un vacío existencial en los seres humanos«, según reza la nota promocional. Aunque se intuye que la pareja tiene una visión pesimista, no digamos apocalípitica, del asunto, le pedimos a Miguelo que nos abunde: «ID-1 es como un concepto de identidad genérica artificial, como un clon. Una identidad sin alma, sin voluntad, que es hacia donde parece que va la tecnología y que no deja de ser una herramienta como tal, como el dinero, pero parece que se está yendo a una artificialidad y a una denostación del ser humano en cuanto a su creatividad, en el sentido de que si tenemos una inteligencia artificial más inteligente que nosotros, para qué crear. Y qué es el ser humano, a nivel filosófico, sin poder crear«, se pregunta.
Se trata, por tanto, de un disco conceptual en el que cada una de los cuatro cortes instrumentales tiene su sentido, ya desde el propio título que han elegido para cada uno de ellos. Prosigue el guitarrista narrando: «En esta línea, los títulos de los temas tienen que ver con todo ese imaginario: Cowbot es una mezcla entre un cowboy y un robot; ID-1 es el concepto genérico que hemos comentado antes; Eliza66 está referido a una de las primeras inteligencias artificiales que hubo a mediados de los años sesenta; y Dilema Bipoc es una reflexión sobre una historia rocambolesca protagonizada por el colectivo afroamericano, que se quejaba de la discriminación y entonces se unió con el latinoamericano y otros colectivos y cuando todos estuvieron unidos y formaron el Colectivo Bipoc resultó que estaban discriminando también al imponer un sistema de todos contra uno, y en eso consiste el dilema», detalla.
El disco ha sido grabado por Jesús Chávez (Estudio Pelícano), masterizado por Mario Alberni (Kadifornia) y producido por los propios Benítez y Delgado, que se han encargado de todos los instrumentos a diferencia de su debut, Calor digital, donde tenían colaboradores como Dani Escortell (Derby Motoreta’s Burrito Kachumba), Carlos Romero, el mismo Jesús Chávez (Cerebral), Carlos Moreno (Hi Corea) o Ernesto Mesa, entre otros «Ha sido más bien un trabajo de investigación entre Pepe y yo. Él se ha encargado sobre todo de la producción y hemos grabado todo nosotros: samplers, sintetizadores, guitarras y batería. Y lo hemos hecho en directo tal cual, mezclando una lanzada de samplers o yo con los sintetizadores y las guitarras, en un trabajo muy, muy minucioso. Tiene un componente más electrónico», afirma Miguelo. Y ya que hablamos de estilo, cabe reseñar que esa vertiente electrónica vuelve a fundirse con el jazz, el rock experimental e incluso la world music, lo que nos lleva en este punto a destacar que el disco se publica con el respaldo de Jazz World Electronic. Pero, ¿qué es semejante etiqueta? Delgado aclara: «En realidad es un sello y agencia de booking que estoy montando yo y que pretende dar visibilidad a esos grupos con los que me identifico mucho, que están entre el jazz, la fusión y que toman el nuevo vocabulario tecnológico pero también estudian, trabajan y crean con todas las armonías y componentes de estudio musicales. Dentro de todo este gazpacho o compendio hay grupos más jazzísticos, otros de world music, donde todo cabe, y la música electrónica, que creo que es una herramienta o un fin según cada proyecto casi fundamental a día de hoy», puntualiza.
Este trabajo tiene como imagen una portada simple pero seductora: «La tomamos de un chico que se llama Greg (en Instagram se hace llamar @testimonia) que tiene una estética y una forma de crear que nos parecía muy coherente y relacionada con todo este mensaje que estamos transmitiendo». Para la difusión de este trabajo, además, DUÄL ha echado mano de una serie de teasers o vídeos cortos realizados por el colectivo tekiero, tantos como canciones incluye: «Son muy interesantes porque tienen que ver con un diálogo entre Pepe y yo con diferentes fondos y espacios que se van modificando y tiene como final ese señalamiento de uno al otro que significa que cuando tú señalas a una persona y la criticas, tres dedos se dirigen hacia ti, de manera que el hecho de señalar a alguien a la vez te señala a ti como referencia, tú haces lo que proyectas de ti mismo», nos explica Miguelo. Y no podemos sino recordar lo antes esbozado acerca del dilema Bipoc.
La nota promocional que nos llegó hablaba de que la banda se encuentra ya «trabajando en su siguiente EP de temas propios, así como en una remezcla de ID-1, donde artistas del panorama nacional crearán un remix de cada uno de los cortes del disco. Le pido más detalles a Miguelo sobre ambos extremos: «Sí, habrá una remezcla de diferentes artistas como Piestorcidos, Holed Coin o Daños«, nos adelanta en cuanto al disco de remixes, algo que ya hicieron con el anterior: de Calor digital se pasó a Frío digital. Y en cuanto a temas nuevos, nos avanza que «a diferencia de ID-1, será un disco que reflejará la otra cara de DUÄL, pues será con banda y habrá colaboraciones de bajos, teclados y demás».
Sólo nos queda conocer si este ID-1 tendrá su exposición en directo pronto, a lo que Delgado nos contesta: «La contratación está abierta, fuimos segundos en un concurso celebrado en Marchena y tenemos que ir, y por otro lado estamos esperando para entrar en la bolsa de conciertos de la provincia; entre tanto, estamos trabajando en nuevos temas», vuelve a recalcar entusiasmado, pese a todo, con el futuro y satisfecho con el presente que marca este ID-1: «Hay un gran trabajo conceptual detrás que es difícil que se pueda implementar tratándose de música instrumental y el proyecto tiene mucho que ver no sólo con lo estético sino también con hacia dónde va el mundo, formas de ver todo esto», concluye con –repetimos también nosotros– cierta esperanza e ilusión, que por algo dicen que es lo último que se pierde…