Aunque en Sevilla Disonante nos ocupamos fundamentalmente de lo que hacen y dejan de hacer los artistas y bandas de la provincia, en contadas excepciones os hablamos de músicos no estrictamente sevillanos pero con algún vínculo fuerte con Sevilla, ya sea porque nacieron aquí aunque se hallen en otras latitudes o viceversa. En este segundo grupo se podría incluir a Dani Llamas, jerezano de pro que, sin embargo, lleva media vida unido a nuestra ciudad, donde de hecho está afincado y trabaja prácticamente desde que entró en la edad adulta, esto es, el periodo que abarca casi toda su producción discográfica. Sobre todo conocido por su banda de punk rock y hardcore G.A.S. Drummers, con un puñado de álbumes publicados desde principios de siglo, lleva ya una década de carrera en solitario, asimismo con varios discos editados, el último de ellos aparecido a finales de 2020 con el título de La Verdad (Wild Punk Records) y sin duda uno de los trabajos más notables que han salido no ya en el sur de España sino en todo el país el último año. No en vano está recibiendo todo tipo de parabienes y halagos, y ha sido elegido por ejemplo mejor disco nacional de 2020 por la edición sureña de Mondo Sonoro.
El propio Dani nos cuenta esa estrecha relación que mantiene con Sevilla: «Me vine a vivir aquí cuando tenía 18 años para estudiar Comunicación Audiovisual en la calle Gonzalo de Bilbao. Desde entonces, salvo ocho años que pasé en Madrid por motivos de curro, siempre he vivido en la calle Feria, casi llevo más tiempo aquí que en Jerez», recalca. Llamas trabaja en una productora, Imake Films, que montó junto a otra persona: «Realizamos todo tipo de trabajos audiovisuales, en la actualidad estamos haciendo varios documentales», explica. Realizador y cámara, Dani guarda además una estrecha relación con músicos como Juano Azagra y en general All La Glory, con quienes comparte local o Javi Vega (Maga).
Como hemos avanzado, este músico lleva desde 2009 publicando discos con su firma, pero La Verdad, aparecido el pasado diciembre, es seguramente el más especial y va a marcar un antes y un después en su carrera, un nuevo punto de partida incluso. Por vez primera, Llamas se atreve a cantar en castellano para realizar una revisión muy personal de algunas canciones populares, con referencias a la poesía de Antonio Machado, al cantaor flamenco El Agujetas o a El Cabrero, de quien toma Mansa es la campiña para versionarla y convertirla en Con el viento y con el agua. Y con la colaboración de The New Raemon en Pozo de la víbora. Este cambio de tercio viene motivado por una necesidad nacida tiempo atrás pero que precisaba un impulso: «Hacía ya algún tiempo que muchas fuerzas me estaban empujando a escribir en castellano, pero me negaba. Hasta que el último disco que hice en Los Ángeles, el productor Joey Cape (Lagwagon) me dijo que no se explicaba cómo un tío del sur de España podía escribir letras en inglés tan brillantes. Eso me tocó una tecla y entonces le eché valor y me atreví a dar el paso».
Con esa «buena excusa», para el jerezano lo más «sensato era encontrar una voz propia, y eso que no tengo referencias de pop-rock en español porque apenas escucho esa música, pero sí del flamenco y la copla que se había escuchado en mi casa de siempre. Me pareció que era lo más honesto que podía hacer, volver a mis raíces andaluzas. Saqué una primera canción, Fui Piedra (basada en soleás de Mercedes La Serneta), y de repente fluía todo, en ocho días salieron todas las canciones«, resalta con entusiasmo. La decena de canciones que incluye el disco fueron grabadas y mezcladas por Rafa Camisón en Estudio 79, en Jerez, entre diciembre de 2019 y febrero de 2020, y posteriormente masterizadas por Chris Fogal en Black In Bluhm Studio, en Denver, en marzo. Sin embargo, han tenido que pasar nueve meses para que vean la luz, un intervalo en el que Dani Llamas ha lanzado otro par de trabajos, Grant –disco largo en homenaje a su admirado amigo Grant Hart– en abril y el epé The Heavy Hours en mayo, a eso se le llama aprovechar el confinamiento. «Cuando grabé La Verdad la salida estaba complicada y luego se aceleró todo el tema pandémico. Los otros dos discos los hice durante el confinamiento, sabiendo que La Verdad iba a ser algo más oficial, y los saqué más por impronta. En The Heavy Hours ya metí una última canción en castellano (Tierra sin paz), como diciendo ‘que sepáis que esta es la última vez que voy a componer en inglés’, creando una especie de precedente», argumenta.
De esta forma, Dani Llamas se ha sacado de la manga un álbum en que hila entre el pop-rock melódico contemporáneo más underground y el pop sesentero español, situándose en el sendero de otros artistas que se aproximaron al flamenco y a la música de raíces andaluzas desde postulados rockeros, como es el caso de los granadinos Lagartija Nick: «No era una idea preestablecida, ni una estrategia en absoluto, pero sí que sigue una línea invisible que lo aproxima a ese rock underground que mira hacia las raíces y que ya había hecho antes gente más pionera, desde Triana hasta Los Planetas o Antonio Arias. Este disco parte más bien de una especie de necesidad imperiosa tras muchos años haciendo música anglosajona, como hacer las paces con la música. La mejor forma era empezar de cero, en Jerez, como un renacimiento. La idea es hacer música sin tener tanto miedo a mirarse en el espejo, mirarse a uno mismo sin miedos. Igual que los anglosajones lo han hecho desde siempre con el blues, el country, etc. a nosotros nos ha costado mucho más«, admite.
Llamas está encantado con el resultado de esa prospección interior, y se le nota: «Ha sido un reto pero también un trabajo muy agradecido, precioso, conocer textos que desconocía y la reacción de ver esos textos, algunos de principios del siglo XIX, en canciones con textos míos. Funcionan bien, parece magia. Ha sido brutal, estoy muy sorprendido», confiesa el jerezano afincado en Sevilla, donde confía en poder presentar sus nuevas canciones más pronto que tarde. «Ahora está empezando a moverse algo la cosa, pero es todo muy incierto. Lo único que está cerrado es Málaga (actúa allí el 15 de abril) y ese concierto se va a hacer seguro, porque aun a las malas se haría en streaming. Estoy convencido de que habrá algo en Sevilla, es sin duda una de las paradas más importantes, y más para mí, es mi segunda casa».
Fotos: Julián Ochoa.