El pasado viernes vio la luz una nueva canción de Arcosegundo. La que hace la número 17 de una discografía que, desde que se formaron como grupo en nuestra ciudad hace cinco años, contaba ya con dos discos previos: Bumerán, del año 2014, y Alas de alquitrán, de 2017. Este año, sin embargo, parecen haber sucumbido (quítale a la palabra cualquier sentido peyorativo) a la ya consolidada tendencia de grabar singles y no LPs, porque aparte de esta canción recién editada, hace solamente unas semanas que lanzaron también otra canción singular, Mafalda.
Les pregunto si mi impresión es correcta y parece que es así. «Quede dicho que nos da pena contestar a esto porque amamos escuchar discos completos y mucha gente se está perdiendo el discurso general que transmiten muchos LPs maestros por la moda de las listas de reproducción. Para nosotros Wish you were here es un disco para oírse solamente de principio a fin, como Appetite for Destruction, Siamese Dream, The Bends, Grace, y tantos otros».
Esto me suena a una etapa quemada por parte del grupo. «Es que la realidad contextual de Arcosegundo nos ha llevado a convenir que hacer un LP de ocho canciones nos deja en deuda con las propias canciones. En nuestro último LP nos desfondamos bastante y no pudimos promocionar inteligentemente cada canción cuando salimos a la calle. Ahora preferimos hacer canciones con una preproducción intensa, justificada, y suministrarlas lentamente. La canción, por tanto, se dignifica, no se pierde entre sus compañeras, la gente lo percibe y nosotros nos alegramos. Con Mafalda nos salió bien y con Frankenstein esperamos que también».
Frankenstein es la canción que podemos escuchar desde el pasado viernes en las plataformas habituales. Les pregunto sobre por qué recuperar una figura como Frankenstein en tiempos de playa, trap, festivales luminosos y postmodernidad.
«No hay nada más frankenstein que la vida actual. El ombliguismo, el narcisismo, la falta de autocrítica es tan grande que pretendemos modelar y elevar en virtudes a cualquiera, menos a nosotros mismos —tan perfectos ya—. Este mundo es el heredero cutre de Víctor Frankenstein. Además nuestro cantante está obsesionado con esa novela, y tiene varias ediciones: de bolsillo, ilustrada, comentada… era de esperar que nos trajese una letra relacionada».
El cantante en cuestión es Fernando Lorente, un productor independiente con multitud de trabajos expuestos diariamente en Mediaset y RTVE. El resto de la banda la componen Manuel Fernández y José Antonio Poyatos, guitarrista y batería respectivamente, que eran colaboradores habituales de Pepe Frías antes de montar el proyecto de Arcosegundo, además del bajista Pablo Gutiérrez. Desde que una vez juntos grabaron el primer disco, su difusión fue gestionada por completo de forma independiente por la propia banda… ¿se van a renovar o a morir en el intento?
«Arcosegundo es una banda que lleva la autogestión por bandera desde el primer día y, desde ese punto de vista, uno se muere si quiere. En algunas ocasiones han valorado nuestro trabajo como demasiado intenso para ser comercial pero demasiado clásico para ser indie, lo cual significa que representamos el verdadero anti-producto. La banda, no obstante, tiene muchos admiradores. No vamos a cambiar para gustar en los despachos».
Ni tienen por qué hacerlo, al fin y al cabo si a alguien no le gusta lo que una banda hace, que no compre su música, pero que le deje hacerla. Y Arcosegundo no van a desfallecer en ello. A nosotros nos gustan sus canciones pausadas y con letras muy trabajadas; canciones, parafraseándoles a ellos mismos en su Frankenstein, cocinadas con recetas de un gran chef.