Los Fusiles tienen ya prácticamente terminado su segundo disco, que con el nombre de Victoriosa verá la luz en algún momento de los meses de febrero o marzo. Para cuando salga ya conoceremos la mitad de las canciones que lo compondrán porque en el concierto que dieron en la sala Malandar el 30 de julio adelantaron cuatro de ellas: Tu sueño, Pasen, la maravillosa La reclamación y la que dará nombre al disco; y ahora conocemos también una quinta canción que es todavía mejor que las anteriores, Pasacalle en la ciudad, que viene apoyada por un videoclip montado por Atk Epop, en el que el gran equipo de Despeina Dos demuestra que no solamente son maestros de la foto fija sino también de la filmación en movimiento.
Pasacalle en la ciudad, grabada y mezclada en los Estudios El Pelícano por Jesús Chávez, es un canto a la lucha y a la esperanza, interpretada en ese registro de punk-rock melódico que Los Fusiles desarrollan mejor que nadie en el actual panorama nacional y está rematada por los mejores acordes de guitarras dobladas que he escuchado desde hace mucho tiempo, porque a la habitual maestría de Quique se une también el esfuerzo de Pablo por mantener su altura. A este último le he pedido que nos describa la canción tal como ellos la ven: «La canción posee la reminiscencia del punk rock ochentero del cual nos sentimos, también, herederos. Bajo mi punto de vista me parece un tema muy de The Clash. Incluso en sus riffs de guitarra me recuerdan a las primeras grabaciones de Barricada. El texto trata la crisis económica y de valores que ya había incluso antes de la pandemia. Habla de las oscuridades de un tema tabú: la depresión».
Una depresión perfectamente dibujada en la canción, que aunque escrita hace varios meses, Pablo dedica a uno de sus mejores amigos, que nos abandonó para siempre el pasado lunes; pero una depresión, al fin y al cabo, de la que Los Fusiles te invitan y te desafían a salir con sus palabras de la estrofa final: Si aún te queda pundonor, brigadista de sermón, aprovecha la ocasión; para que se cumplan también las palabras del inicio: que no se diga que no se va a intentar…
Pablo Cuevas habla en los textos de promoción de Pasacalle en la ciudad sobre la situación de crisis económica, social y de valores, tanto en lo individual como en lo colectivo. Me intereso por conocer cómo les ha afectado a ellos esa crisis y si les ha servido de catarsis volcar en las nuevas canciones las frustraciones. «A nosotros, como a cualquier hijo de madre, nos ha afectado mucho esta situación. Uno de los nuestros trabaja como técnico de sonido en conciertos y eventos; otro se dedicaba a la hostelería… no te digo más. Aparte todos tenemos a familiares o amigos directos que sufren de lleno esta pandemia. Sí que hay que aclarar que los diez temas del nuevo disco se compusieron antes de la pandemia, pero es necesario recordar que el escenario socioeconómico pre-coronavirus ya era aterrador. Por lo cual, el disco está lleno de temática social a través de historias personales que, en una u otra clave, dibujan la época en la que vivimos. Hay dos temas centrales en el disco: el desamor y la crisis económica». Pero también existe la esperanza que Los Fusiles dibujan en esta canción y en otras más del disco, y Pablo la tiene presente: «Por supuesto que también dejamos una puerta abierta a la esperanza como forma de supervivencia. El capitalismo nos arrastra, cada vez más, a una vida solitaria e individual. Y está claro que ese no es el camino. La organización y la conciencia de clase es fundamental. Hay que conservar y mimar nuestras particularidades como individuo pero demasiada introspección te deja ciego e imbécil».
Estamos definiendo en la prensa la música de Los Fusiles como punk-rock, un estilo de difícil equilibrio entre mantenerse cerca de los cánones, sin caer en el estereotipo del rock and roll y no traicionar a la verdadera fe del punk… le pregunto a Pablo en qué punto de la balanza están ellos. «A decir verdad, nosotros somos más rockanroleros que punkies. Pero qué duda cabe que el punk está muy presente en nosotros. Bandas como The Clash o Los Ramones nos han acompañado a lo largo de nuestras vidas. Yo, personalmente, también me crie con lo que dieron a llamar rock radical vasco aunque, evidentemente, luego tiramos por otros lares. Nuestro batería, Pablo Guinea, es punk cien por cien y eso dibuja mucho el sonido de una banda, pero nosotros nos sentimos como una banda de rock and roll a la antigua usanza. Puede haber temas más melódicos en línea pop, puede haber temas más crudos, pero de lo que realmente somos herederos es del rock español más ochentero. Loquillo y los Trogloditas, Los Enemigos, Gabinete Caligari o Barricada nos influyen tanto como los Stones o los Clash».
Pablo nos habla de los Clash como uno de los espejos en los que la banda se mira y yo no puedo dejar de pensar en que los Clash fue un grupo de los que más experimentó con la música, más allá del punk del que salieron. No sé, pues, si Los Fusiles también están abiertos a experimentar o son más de la corriente de opinión de que la música nueva se olvida de tener alma. «Si te digo la verdad no tenemos demasiadas inquietudes vanguardistas», me confiesa Pablo. «Esto, por supuesto, nada tiene que ver con no tenerlas. Vemos como muchas veces la obra merma demasiado por el afán de ser vanguardia… zapatero a tus zapatos. No te digo que en algún momento cambiemos el registro pero siempre será mirando más hacia atrás que hacia adelante. Tiene que haber grupos que hagan vanguardia y grupos que mantengan el rock and roll. Nosotros somos de los segundos. Tal vez alguna vez, personalmente, me inmiscuya en otros sonidos pero Los Fusiles están para lo que están: rock and roll popular para todos los públicos».
Y llegamos a uno de los meollos de la cuestión: el público. Los Fusiles ya es un grupo consagrado en Sevilla y no sé si también en el resto de España, aunque si van a iniciar o a completar el asalto ya tienen detrás la respuesta al disco anterior. Tomo como base la experiencia para preguntarle a Pablo qué han hecho bien y qué han hecho mal en todo este tiempo; y qué han aprendido de ello para aplicarlo en este próximo futuro que se iniciará con el nuevo disco. «En este sentido lo único que podemos hacer es seguir trabajando y hacer buenas canciones. No hay más. La libertad que te da no dedicarte a esto profesionalmente es la clave del éxito. Por supuesto te hablo de un éxito espiritual. Tenemos la suerte de contar con un sello discográfico, Family Spree Recordings, que nos edita los discos sin cortapisas ni condiciones. Sabemos que el ecosistema musical está como está. Y es una pena, claro. A nosotros nos gustaría llegar al máximo público posible. El género minoritario elitista y, supuestamente, sofisticado nunca nos interesó. La lástima es que el rock no anda en un buen momento de popularidad. Peor aún son los efectos de la pandemia para con la música en directo… no se entiende como se asesina a un sector concreto cuando las instituciones ni son capaces de poner más transporte público para que la gente no vaya hacinada a trabajar. Probablemente nuestro incipiente disco, Victoriosa, apenas pueda desarrollarse en directo. Pero no os preocupéis que ya andamos pensando en el tercero». Lo que no contesta en realidad a mis preguntas pero deja muy claro que la banda sigue con grandes expectativas.
Pablo nos dice que ya andan pensando en el tercer disco cuando todavía no conocemos siquiera el segundo del todo. Tendremos una buena oportunidad de familiarizarnos con él al verles en directo en la Sala X el próximo día 5 de diciembre cuando hayamos apurado la sobremesa del mediodía, y me intereso también por ese concierto. «Tenemos muchísimas ganas de reencontrarnos con nuestro público que, afortunadamente, cada vez es mayor. No tocamos en directo desde julio cuando estuvimos en Malandar, y a pesar del nuevo y triste sistema social nos morimos de las ganas de compartir miradas y sentimientos. En el anterior concierto tocamos cuatro canciones del nuevo disco que está aún por salir. En esta ocasión serán cinco ya que les sumaremos el adelanto ya conocido, que es Pasacalle en la ciudad. El disco nuevo constará de diez canciones; pensamos que es el número más adecuado para un cancionero».
Pues desde aquí os convoco para esta cita que seguro que tendrá una buena respuesta, como suele suceder en los conciertos de Los Fusiles. Así que si quieres estar allí debes darte prisa porque las medidas de seguridad actuales hacen que solo tengan acceso 86 espectadores y la mitad de ellos ya han sacado su entrada. Si quieres una puedes adquirirla desde este enlace.
