- El segundo álbum de Looking for the Elf es una bestial declaración de amor paterno titulada LOve At LAst
Inquieta mente a los mandos del imprescindible sello Sacramento Records y carismática voz al frente de proyectos tan desasosegantes y brutales como Lamorte, Pouring Tongues o Mordida, sin duda Jose Almero es por méritos propios un personaje capital dentro de la escena musical underground sevillana. Las cosas como son. Y ya hemos dicho que la versatilidad y variedad de sus aventuras es precisamente una de sus mayores virtudes. En este sentido, su alianza con Juan Castro (Malabriega) bajo el enigmático nombre de Looking for the Elf no hace sino confirmar la valía y el talento que atesora esta pareja bien avenida que, tras un álbum de debut memorable titulado He, the Lion (2018), volvió a la carga a finales del pasado año con un segundo trabajo, LOve at LAst, que eriza la piel y cala hondo no ya por su prístina propuesta entre el post rock y la experimentación, más si cabe porque deja (entre)ver que también los genios son capaces de desnudar su alma y proclamar a los cuatro vientos su amor, en este caso paterno. Amor por fin y en definitiva, ni más ni menos.
Es fácil deducir que la hija de Almero se acabó llamando Lola, y que su padre lo tenía claro incluso cuando ella no era más que un proyecto de vida, O que el tema que cierra el disco, Un mensaje para L., la tiene como destinataria: «El titulo es un juego de palabras porque es un disco dedicado a mi hija. Cuando lo compusimos aún estaba en la barriguita de su mamá y bueno, quería hacerle como un regalo a través de este disco. Todas las letras tienen un mensaje inspirador o triste, un mensaje de vida en cualquier caso. De experiencias buenas, experiencias malas y de todo tipo», nos confiesa sin rubor el protagonista.
El álbum tiene el 6 de octubre de 2021 como fecha digamos oficial, si bien hasta esta semana apenas figuraba en el Bandcamp de la banda el tremendo tema que lo abre, The Vulture, del cual también acaban de lanzar el video lyric que tienes bajo estas líneas. En realidad el disco fue gestado casi desde que vio la luz el anterior, como cuenta el cantante y guitarrista: «Lo continuamos componiendo en cuanto terminamos de sacar el primer trabajo, He, the Lion. Los temas tienen más componentes electrónicos, más teclados, son más modernos por decirlo de alguna manera«, explica a modo de sumario. Si bien los pasajes guitarreros no son para nada escasos ni testimoniales y la sección rítmica al completo continúa siendo uno de los incuestionables atractivos del proyecto, oiganse si no Whispers o Driving Across Minds. Un proyecto, por cierto, que ha tenido la valiosa colaboración de amigos: «Contamos con Sergio Carmona para algunas guitarras y con Danielo Martínez como siempre con el bajo –también aporta sintetizadores y teclados–», apunta Almero, aunque otro compañero en Lamorte como es Juanma Lavado toca asimismo alguna guitarra.
No se deja atrás en cambio, no podría, una participación significativa en lo vocal: «Para esta ocasión quisimos contar con una voz femenina, así que hablé con Abbi Fernández, y vino al estudio. Al final de una canción que iba a hacer pasamos a tres y la verdad es que estamos supercontentos, su colaboración ha sido aire fresco y ha cambiado totalmente la dinámica del trabajo. Estamos muy agradecidos a ella, es una profesional increíble y tiene una voz preciosa«, dice tan convencido como rendido. Y es que escuchar a Abbi en, por ejemplo, Ancient Rites, equivale a amarla de inmediato.
Las citadas colaboraciones apuntalan el trabajo exquisito y de una sensibilidad clamorosa que desarrolla el dúo, que en su afán por lo críptico firma con sus apellidos a la inversa, esto es: Ortsac (guitarras, teclados, sintetizadores y piano) y Oremla (voz, guitarras y ritmos). Este último, Jose Almero evidentemente, ha sido el encargado de grabar y mezclar bajo el pseudónimo de Souler –su enésimo proyecto, en solitario, del que ya te hablamos– las siete canciones en Sacramento Labs, el estudio que regenta.
Pero, como hemos comentado, la pareja Almero-Castro se sabe reunir de buenos elementos para terminar de rematar la faena en unos parámetros de calidad sobresalientes. «Para el mastering hemos vuelto a contar con Iván Ferro de Kollapse Studio al igual que en el primer trabajo porque le dio un mastering con mucho grano y muy bonito que me encanta», dice antes de enumerar otras aportaciones: «Como queríamos hacer algo especial en cuanto a la edición contamos con Manuel Díaz, que es un ilustrador y dibujante amigo que se interesó por el proyecto. Hizo varias láminas dedicadas a algunos de los temas y con esas láminas hemos compuesto el formato físico en un tamaño A5 con el cedé aparte para que la gente pueda disfrutar de las láminas por si las quiere enmarcar o algo porque son auténticas joyas», dice Jose entusiasmado. Y no se olvida esta vez de quien ha parido el diseño y la maquetación, Lucía Valdés.
Como resumen y a modo de deseo final, Jose Almero enfatiza que «es un trabajo más fresco, hemos estado ensayándolo para llevarlo al directo aunque es complejo con banda y estamos montando un primer formato a dúo Juan y yo, él con los teclados y yo la voz, que incluye alguna versión y alguna sorpresita. Estamos deseando estrenarlo con público y tocando todos los temas». Desde ya y desde aquí no nos queda más que rogar a las salas y promotores de la ciudad que no dejen escapar esta oportunidad de albergar una de las propuestas más excelsas que han salido de una banda local en años. O nos obligaréis a intervenir…