- Carne de Perro vuelve a la carga contra los poderes establecidos en su noveno epé titulado Zaborío
Sirva de mucho, de poco o de nada, alguien tiene que hacerlo y ellos lo hacen gustosamente. Cuando se trata de denunciar las injusticias y cuestionar a los poderes establecidos y sus excesos y abusos, siempre se puede contar con Carne de Perro, el dúo más irreverente y punzante del panorama musical sevillano. Y, como decía aquel, inasequibles al desaliento, pues en poco más de tres años han sido capaces de armar la friolera de nueve epés, el último de ellos aparecido el pasado mes de julio bajo el muy andaluz título de Zaborío y compuesto por cinco nuevos aldabonazos con los que golpear y poner a parir a ricachones inconscientes, consumistas feroces, tradicionalistas desalmados y en suma a todo el que actúe sin emplear el más común de los sentidos, que –no nos engañemos– somos en un momento dado casi todos, vaya.
Es el sino de esta pareja discordante e incordiosa que conforman MIG42 y Anushka Podenko, paladines del punk rudo, casero y cazurro urdido con urgencia y escupido sin remilgos. Una propuesta que, por extraño que parezca, admite cambios y explora matices en cada una de sus producciones: «No hay un argumento asentado en cuanto a lo que es la demo; sí que es verdad que le queríamos dar un toque más industrialete a la grabación, por ir cambiando como siempre el estilo; y queríamos tirar un poco por el rollo Ministry o las remezclas de metal que se hicieron a mediados de los noventa, industrial machacón mezclado con guitarreo, para así salirnos un poco del punkarreo«, nos cuenta Javier alias MIG42, quien añade que en este nuevo trabajo se aprecia «un toque electrónico en cada tema, que es algo que teníamos un poco aparcado».
El disco se abre con un tema titulado Yo sé que voy a morir porque no amo ya nada, que cuenta con la notable colaboración vocal de Jose Almero (Lamorte, Mordida, Looking for the Elf, Pouring Tongues…): «Está basada en un poema de Machado, y la hemos hecho en colaboración con Jose Almero. Básicamente la canta él y Ana le apoya en coros. Para mi gusto es una de las más guapitas del disco», enfatiza el responsable de toda la música del epé.
Luego vienen los temas más reivindicativos y críticos del lote, como él mismo nos explica: «Tenemos un par de cortes que sí van de nuestra temática más habitual, que son de quejas contra los poderes establecidos, como por ejemplo Fuego a los ricos, en la que nos metemos con la indignante cantidad de dinero que tiene mucha gente con respecto al resto del mundo que vivimos prácticamente con lo puesto o incluso peor. Lo insultante que se ven ciertas actitudes de los ricos comprando cosas y desperdiciando dinero en mierdas hoy en día. Hay otra que es Consume, que la hemos incluido en el epé aunque realmente la sacamos en las Navidades del año pasado para denunciar el consumismo exacerbado que tenemos en las fiestas. Todo es consumir para luego tirar y consumir porque estamos en unas fechas concretas y no porque nos haga falta. Aunque estaba un poco alejada del resto musicalmente, decidimos meterla también», cuenta.
La cuarta de las canciones se llama Tradiciones que hay que respetar, y es «otra cancioncita que teníamos por ahí y en la que nos metemos, como su propio nombre indica, con todas esas tradiciones que tienes que tragarte aunque alteren el descanso, la conciencia, la sociedad en la que vivimos. Diferentes varas de medir para el descanso de los vecinos, para los horarios cuando hablamos del Rocío, la Semana Santa… Todo lo que tenemos que tragar en el Aljarafe cada vez que viene el Rocío por aquí y cada vez que quieren tirar cohetes a las 7 de la mañana para celebrar algún santo 30 personas. Si te quejas, aunque seas mayoría, te salen con el tema de que son tradiciones», se queja Javier.
El disco se cierra con Voy a partir un melón, «una canción que es la más electrónica de todas y que es un poema escrito por el padre de Ana. La queríamos sacar y más con ese rollo electrónico que es de mis favoritos. El arranque y el final del disco para mí son las más espectaculares de este epé. Aunque es lo menos Carne de Perro que hemos sacado«, bromea.
Por el momento, el dúo se toma un respiro en verano después de que en los últimos meses hayan tocado en directo en ciudades como Cádiz o Córdoba, además de Sevilla, donde se les pudo ver un par de veces en la Sala Holländer, primero en el It’s MiskeFest de abril junto a varias bandas y luego junto a Lamorte y Pendejo en mayo: «Ahora mismo tenemos parado el tema conciertos, ya veremos después del verano. No nos podemos quejar porque hemos hecho cinco o seis conciertos en la temporada de invierno, y aunque en el último se nos quedó la cosa algo colgada por unos fallos técnicos, seguiremos adelante». Seguro que sí, dando guerra e incomodando a quien lo merezca, como debe ser.