Mañana jueves tendrá lugar el primer concierto de esta semana dentro del ciclo Pop CAAC, al que le seguirán dos más el viernes. Y mañana tendrá lugar uno solo porque se han caído del cartel Las Chillers debido a razones que tienen tanto que ver con los problemas logísticos como con los que acarrea que algunas bandas sean tan artificiales como los fuegos que al final de una fiesta iluminan y llenan de ruido el espacio para terminar siendo humo. Su lugar en el escenario del CAAC lo ocupará el colectivo de chicas DJs que bajo el nombre de The Mamas & The Rachas suelen pinchar todos los hits del mamarracheo musical que se te puedan ocurrir y que realizan sesiones más o menos divertidas según el sentido del humor que uno se gaste o la forma que tenga cada cual de tomarse o no en serio la música.
El concierto de la noche del jueves correrá a cargo de Hidrogenesse, un dúo de art-rock electrónico que para mí ganaron muchos enteros cuando vi que en su último disco empleaban un Emulator, el primitivo sampler que comenzó a utilizar Vangelis para la banda sonora de Bladerunner y del que The Residents comenzaron a hacer uso y abuso para poder recrear en los conciertos su música multi-textural. Si Hidrogenesse hiciese lo mismo y mañana lo sacasen en su concierto seguro que me moriría allí mismo de un ataque de síndrome de Stendhal, pero dudo mucho que lo hagan porque el Emulator funciona con diskettes (es de los primeros años 80, ¿qué queréis…?) y en los directos tiene graves inconvenientes a causa de la fastidiosa propensión que tienen a recalentarse debido a que hay que cambiar de diskettes unas 100 veces por noche.
Así que supongo que Hidrogenesse emplearán medios más modernos para hacernos llegar los patrones y estructuras de bailes como el danzón, el mambo o el cha-cha-chá que llenan sus melódicas canciones, en las que últimamente han cambiado el histrionismo por aires más cadenciosos y dulces. Carlos Ballesteros y Genís Segarra son compositores romántico-sexuales que pueden llegar a ser tan místicos como cómicos.
El viernes serán los componentes de Moreira los que abran la noche con su interesante propuesta musical multicultural. De ellos no te voy a contar mucho más porque ya lo hizo brillantemente Horacio en el artículo que publicó ayer y que puedes rescatar con un click en este enlace. Solo incidiré en que esta noche es la que más uniformidad guarda entre las dos propuestas musicales que se presentan en el Pop CAAC ya que Moreira son deudores confesos de artistas como Natalia Lafourcade y Jorge Drexler, que a su vez son también referentes de Kevin Johansen, que cierra de nuevo el círculo al ser uno de los músicos que más han influído en la carrera de Moreira.
Kevin Johansen viene con toda su banda, The Nada, compuesta por un número de músicos que varía alrededor de la decena, y le sirven de magnífico apoyo a la hora de jugar con esos puntos de intersección, coincidencia y contradicción musical que tanto fascinan y divierten a este aristotélico intérprete tan argentino como norteamericano.
Kevin Johansen nació en Alaska y pasó sus primeros años alrededor de San Francisco, luego a los 12 años se mudó con su familia a Buenos Aires, donde comenzó a tocar con bandas de rock durante los años ochenta. Pasó la década de 1990 en Nueva York, donde actuó semanalmente en el CBGB, luego regresó a Argentina en el 2000… un batiburrillo musical su bagaje, volcado en un montón de discos llenos de mezclas musicales y juegos de palabras panamericanos que a veces son bilingües y que no pueden encasillarse en ningún género musical concreto, porque se comen a cualquier género conocido.
Es un maestro del híbrido no forzado, que canta con una tranquila voz de barítono que puede pasar en cualquier momento fácilmente a un falsete. Sus canciones se mezclan con ritmos de Brasil, Cuba, Uruguay, México, Argentina y Estados Unidos, todos listos para ser infundidos con rock del más clásico; aunque parece sentir especial predilección por las cumbias. Pero tener una banda tan flexible como la suya, en la que están las obvias guitarras eléctricas, bajo y batería, le permite también hacer piezas como Down with my baby, tan contundentes como el grunge de cualquier banda de Seattle.
El próximo miércoles no haremos artículo previo de la noche de Pedro Guerra y Bruno Sotos porque no son músicos del interés de la mayoría de los que soléis entrar aquí a leer nuestros textos, pero volveremos para daros información interesante sobre los conciertos de los dos últimos días de este tramo del ciclo que está organizando The Music Republic.
Las entradas para estos conciertos están disponibles a través de la plataforma Wegow. Comenzarán a las 21:30 horas, realizándose el acceso al recinto por la Puerta del Río, en el Camino de los Descubrimientos, frente a la pasarela de la calle Torneo, a partir de las 21:00 horas.