Pocos músicos en activo quedan ya en Sevilla con una trayectoria tan larga como la de Paco Alejo. Después de varios años de parada musical de cara a la audiencia, aunque sin dejar de componer e interpretar nunca en su estudio casero, decidió poner en marcha un nuevo proyecto, llamado Alejo & 4 Leguas, que tras algunos cambios en la batería y en una de las guitarras, no llegó a asentarse a pesar de que las habilidades interactivas de sus cuatro componentes estaban muy afinadas y sus conciertos eran muy buenos, llenos de armonías eléctricas, ritmos contundentes y desenfadados y canciones frescas y pasionales.
Ahora Paco Alejo ha decidido adentrarse algo más en la sombra y sacar su nombre del primer plano, pasando la banda a llamarse Ruta 4 Leguas, aunque él permanece siendo el principal autor de la letra y la música de las nuevas canciones, ayudado por el único miembro que permanece de las formaciones anteriores, Pepe Reguera, que es el bajista de la banda, en algunas de ellas. Los otros dos componentes son Manu Carrasco, a la guitarra solista y Jorge Martín, a la batería y las percusiones. Con esta formación, la nueva encarnación del grupo tiene por detrás una base muy extensa y por delante todavía están en persecución de lo inacabado; sabemos de dónde vienen, pero hasta dónde van a llegar solo podemos sospecharlo tras la escucha de sus nuevas canciones, de las que ya han lanzado una de ellas, No tengo más que decir, que podemos escuchar en Spotify.
Sobre un ritmo como de blues acelerado va sobresaliendo la guitarra y la voz pide cobijo en forma de mano amiga y cerveza. Al final se notan unos efectos experimentales que se llevan el sabor bluesy de la canción a otros terrenos de más groove; pero es muy poco, tendremos que buscar más en el resto de las canciones del disco, que se llamará Donde sueñan todos y aparecerá en mayo.
El disco ha sido grabado y mezclado en los estudios Pancake Analog por Fernando Zambruno y masterizado posteriormente en los de Sputnik Recordings por Jordi Gil, todo un referente entre los técnicos locales y contiene un total de diez canciones directas y asequibles, con una alta querencia por la melodía, entre las que hay un par de homenajes a compañeros de vidas musicales anteriores, como Juanjo Pizarro, al que va dedicada la canción que da título a la obra completa, y Tomás Álvarez, el que fuese guitarrista de Los Picapiedras, a quien dedican Tren de medianoche.
Posiblemente esas canciones, junto a otras más del disco y algunas rescatadas de proyectos anteriores que se quedaron sin grabar, serán las que podamos escuchar el próximo sábado, cuando hagan su debut en directo en la Sala Malandar, como una de las cuatro bandas participantes en la décima edición del Festival Rock and Roll Attitude!. Después de eso tendremos que esperar dos meses para verlos de nuevo, esta vez en el Fun Club, donde presentarán formalmente y se podrá adquirir el nuevo disco el día 16 de mayo.
Cuando el disco esté en vuestras manos le dedicaremos aquí algunas líneas más, pero tras una primera escucha podemos adelantaros que es un crisol de estilos unidos para producir la obra más sofisticada de las que Paco Alejo ha presentado hasta ahora, con unas guitarras que a veces son coincidentes y otras se baten en duelo entregadas al blues rock aprovechando las habilidades de la sección rítmica, concisa y efectiva, para resaltar el brillo de las gemas a las que Paco pone voz en una elegante interacción entre los cuatro músicos. Esta nueva reinvención de la banda de las 4 leguas, más allá de los adornos, cuida meticulosamente el legado del rock clásico.