Hay cosas por las que parece que no pasan los años. En 1988 le hicieron una entrevista en una radio local de FM a Paco Cruces, al que la mayoría de vosotros conocerá mejor como Paco Trilita debido al mítico fanzine y sello discográfico que puso en marcha allá por el 86, en la que este terminaba diciendo: «En cualquier momento, incluso en un concurso tan deleznable como fue el del instituto Bécquer, te puedes encontrar diez grupos nuevos que no han tocado nunca y con los que puedes disfrutar como loco. Sobre eso es en lo que hay que mentalizar a la gente: a que vayan a los conciertos de los grupos locales». Treinta y dos años después seguimos intentándolo, sin terminar de conseguirlo.
Paco Cruces es uno de los tipos que más espíritu de trabajo ha demostrado siempre en apoyo al producto musical local y aunque durante bastantes años ha estado apartado de la primera línea de percepción de la gente que se relaciona de algún modo con la música en Sevilla, nunca ha estado fuera de ella, moviéndose en otros aspectos más técnicos y de recursos humanos de la industria musical. Pero ahora considera que es tiempo de volver a esa primera línea con un nuevo sello discográfico llamado Felices Años 20, y en el inicio de nuestra larga conversación me cuenta el porqué. «El origen de esta vuelta es un poco difuso, ya que llevo pensando en hacer muchas cosas desde hace unos años, incluido volver a montar salas de conciertos, algo que espero hacer a finales del año próximo si todo va bien. En ese proceso he estudiado otras músicas diferentes, a las que ahora estoy volviendo porque mis gustos musicales han variado mucho y sobre todo me gusta el folklore muy tradicional y las músicas de principios del siglo XX, que a pesar de las diferencias las veo todas muy iguales, desde el son cubano, la plena portorriqueña, las músicas uruguayas, la samba y la batucada brasileñas, el blues, el jazz de New Orleans y otras zonas, incluso las surgidas posteriormente en Europa, sobre todo Francia, y también si me apuras, el folklore de España, la canción italiana, muchas cosas que desde mi punto de vista eran hace un siglo justo, dentro de sus diferencias, casi la misma cosa. Entonces, mientras elaboraba ese proyecto de donde viene en parte el nombre de Felices Años 20, se produjo la pandemia, nos encerramos y empiezo a recordar que he tenido otras dos vidas con editoriales y discográficas que no están representadas en ningún lado y habría que hacerlo; no solo los grupos con los que yo había trabajado, sino los periodos en los que había sucedido, que ahora se están mitificando tanto, de aquellos años 80».
Felices Años 20 no nace con la vocación de ser un sello discográfico más, sino que pretende marcar la diferencia editando piezas que sean algo precioso y singular, que sean algo a valorar no solamente por la música que contienen, sino por ser obras de arte en sí mismas. Paco me habla extensamente de la primera de ellas, próxima a aparecer. «La llama con la que el proyecto comenzó fue pararme a pensar un día en Martín León, en Maleso, con el que yo no había tenido mucha relación antes, aunque al principio de los Tiernos Mancebos, incluso antes de que sacasen sus discos, yo ya les entrevistaba y en mis fanzines aparecían noticias sobre ellos, los iba a ver en garitos de aforos muy mínimos… después de eso, el primer disco de Surpop, en el que estaba Martín, lo publiqué yo, tuve contactos también con Soul Mama, otra de las bandas en las que él estuvo; pero nuestras relaciones fueron esporádicas. Un día me plantee quién era de verdad Martin; me puse a escuchar todas sus canciones y deduje lo evidente: que es un tipo excepcional y que merecía más de lo que tenía. Se lo comenté, llegamos a un acuerdo y la cosa se fue complicando; de un disco recopilatorio pasamos a un doble recopilatorio, que ahora se ha convertido en un doble disco con triple portada; lo he reunido también con otros talentos como Miguel Brieva para las ilustraciones, además de las fotos espectaculares de Miguel Ángel Cano». Fotos e ilustraciones de las que aquí, abriendo y cerrando este párrafo, tienes unas muestras, aunque solo son detalles de las obras mayores que apreciaremos en esa triple portada del vinilo.
Antes de seguir hablando de los futuros lanzamientos previstos me intereso por el origen del nombre elegido para el sello, este Felices Años 20 que nos evoca una época que la historia nos dice que fue feliz en el siglo anterior, pero que en este otro es una década que comienza de forma bastante mala. «El nombre no deja de ser una provocación, porque es más que evidente que estamos encerrados, cohibidos, con una máscara que casi nos hace parecer al de El silencio de los corderos y no podemos relacionarnos apenas tampoco; entonces llamar feliz a una situación así es paradójico como poco, puede llegar hasta el sarcasmo y más de uno puede que se ofenda; pero claro, de eso se trata, de llamar la atención, de hacer saltar chispas en los engranajes del cerebro y es interesante poner el punto fijo en esa contradicción. Después del proceso de la época de entreguerras tras la primera guerra mundial hubo una eclosión y es evidente que si salimos alguna vez de esto, que yo espero que así sea, nos vamos a volver, no mejores, porque no confío en la naturaleza humana, pero si más interesados y egoístas en lo divertido, la creación, la música, las artes… por eso me pareció muy apropiado hacer un paralelismo de esos años 20, por los que yo tengo pasión, con estos años 20 del siglo XXI, porque cuando pase todo esto estoy seguro de que los canales de creación tendrán mucho relieve».
Y las obras que surjan de esos canales de creación tendrán que llegar al público de una forma que también tenga en cuenta los nuevos tiempos. «La única manera de hacerlo es combatiendo la globalización de las distribuciones, de Spotify, de Amazon y de todos estos tipos que nos están quitando la sangre y no nos dan nada a cambio. Yo tengo mi guerra personal con las plataformas de música, que para muchos es una maravilla, pero yo soy de Napster todavía; siento que lo que me divertía buscando en Napster no es la misma sensación que tengo ahora a pesar de que fui de los primeros que estuvo en los inicios de Spotify porque me pareció una excelente idea que todo estuviese digitalizado en un sitio. Hoy la crítica que le hago es que es un mar en el que no podemos diferenciarnos porque nos comen y los de siempre tienen más posibilidades, al 99 o casi cien por ciento, de taponar y promocionar sus productos y a los demás, a la mayoría, les cuesta dinero estar ahí más que ingresarlo y es una forma absurda de aparentar, que a mí no me interesa».
Una vez que la declaración de intenciones de Paco Cruces está establecida de forma clara, seguimos hablando del futuro que se abre ante sus grandes ilusiones. ¿Qué tendremos después del disco de Maleso? «Ya tenemos preparado también un nuevo proyecto entre los dos, que será una caja que recoplie los diez CDs más raros que Martín ha hecho en estos diez u once años que lleva como Maleso. Como discográfica nueva, por otro lado, acabo de firmar con Dulce Venganza para sacar su famoso disco perdido, que gracias a José Luis Ambrosio y a ti hemos recuperado, y vamos a sacar más cosas con Benito Peinado, no solo musicales sino además una novela underground costumbrista que ha escrito y que también se la vamos a editar. Y estoy trabajando con bastante gente. En el apartado del recuerdo, que no de la añoranza, montaré en breve una página web que será una tienda online de productos muy exclusivos que no van a estar en otras plataformas, a las que no les puedo llegar ni a la suela del zapato pero que por eso mismo queremos dar un toque de identidad a esta tienda online, con productos de los sellos Trilita, Indoor, que son los que he tenido anteriormente, y los que vaya editando de Felices Años 20. Y por otro lado poniendo a disposición de la gente de manera gratuita toda la música que escucha y en descarga muchísimas maquetas, que con la autorización pertinente de los grupos, que son en realidad quienes las regalan, van a estar ahí a disposición de todo el mundo. Igualmente, me gustaría que la tienda FA20.es, que aún no está activa pero que lo estará en los primeros días de diciembre, sea un punto de encuentro de blogs, podcasts como el tuyo o el de Enrique López, de gente enamorada de la música, que no tiene necesidad de falsear nada para hablar de la música porque no viven de ella, a diferencia de otros muchos».
Me quedo con una de las frases de esta última contestación de Paco, en referencia a que está trabajando con más gente y le pido que me la amplíe algo más. «Tengo un par de proyectos también interesantes con los que estamos trabajando: uno es sobre el mundo interior de David Belmonte, que estoy queriendo explotar, aunque es un tipo áspero y no se deja dominar fácilmente y un segundo proyecto que es un recopilatorio de sevillanas undergrounds, porque el criterio del nuevo sello no va a ser nada común, o al menos yo lo veo así; no es mi intención sacar al grupo nuevo, o a los indies que se miran los zapatos y se creen los reyes del mambo, ni a gente que cante en inglés porque sí, a mí me tienen que decir algo que yo entienda claramente y que sea un elemento diferencial; si no es así los puedo asumir para divertirme, verlos, ayudar incluso en la labor creativa que tenga cada uno, pero no los quiero en mi sello; no es el carácter que quiero que tenga el sello».
Y el marchamo de ese elemento diferencial lo posee, sin duda alguna, otro de los nombres que Paco nos adelanta. «Además de estos estoy trabajando en dos proyectos curiosos, uno sobre la obra de Benito Moreno, del que tengo grabaciones inéditas y me gustaría darle una vuelta de tuerca con grupos e intérpretes actuales a ver qué sale de ahí, y un proyecto relacionado con una especie de factoría de compositores e intérpretes que quiero reunir; estamos empezando con una editorial por la que vamos a generar primero los temas y luego voy a buscar intérpretes que se adapten a esos temas. Una labor interesante y a la vez lenta porque somos pocos trabajando en esto y hay mucha faena. A la vez, de forma paralela y para complicar más la cosa, resulta que hay mucho equipamiento técnico que tengo que montar para que las producciones de audio y de video sigan siendo caseras; al fin y al cabo sigue siendo el do it yourself de toda la vida, el estilo punkie, el hacer un fanzine, el espíritu con el que monté el fanzine y las recopilaciones en cassettes y sin que todavía se llamase crowfunding tuve la suerte de que la gente confiara en mí y me adelantara dinero para sacar el primer recopilatorio de Discos Trilita. En esa época no había nombres que hoy parece que son indispensables y demasiado grandilocuentes, pero hacíamos las mismas cosas sin que existiesen esos nombre que ahora hay para todo».
Yo mismo puedo dar fe de cómo Paco fue un pionero del crowfunding antes de que ninguno de nosotros supiese siquiera lo que eso iba a llegar a ser muchos años después, porque soy uno de los que ahora tienen en sus estanterías un ejemplar del mítico Nuevas ideas para una vieja fábrica, hermosísimo, en fondo y forma, disco doble que recopilaba canciones de once bandas de la escudería de Discos Trilita, encabezadas por Helio, que no podía dejar de ser también uno de los grandes nombres asociados a FA20. «El año próximo es el treinta aniversario del disco Combustión de Helio. Para mí parece que fue hace dos días, pero hace ya treinta años, porque lo editamos en 1991. Pues de ese disco y de otros de Trilita voy a poner a la venta algunos ejemplares en vinilo que había guardado para mí. Es decir, treinta años después, o más en el caso de otros grupos, volverán a estar en circulación, al igual que voy a hacer con las copias que había guardado para mí de los CDs de mi otro sello, Indoor, muchos de ellos en digipack, de grandísimos grupos que escucho ahora y me quedo muy sorprendido, aunque no eran una cosa extraña en su momento. Tengo una anécdota de los tres primeros grupos de Indoor, en el año 2000, para que os hagáis una idea. Nosotros con Indoor antes de sacar los discos empezamos a hacer un poco de promoción, y tanto con Beluga, Blusa, como con Monoplaza, las tres bandas primeras del sello, accedimos a pasar al concurso Villa de Bilbao; y cuando estaba allí, no recuerdo con cuál de los tres grupos, porque no fueron el mismo día, estuve hablando con Fernando Gegúndez, crítico musical de allí, y me contó que los tres grupos fueron seleccionados; les gustaron mucho a los miembros del jurado y cuando terminaron dijeron: qué raro, este tío ha enviado a tres grupos y a los tres los hemos seleccionado, vamos a escucharlos otra vez porque esto no puede ser, los volvieron a escuchar y los tres grupos pasaron, es decir que había un nivel alto. Ninguno de los tres pasó luego de fase ni se comió nada, pero fue muy interesante comenzar un sello y que hubiese esa buena repercusión. Inmediatamente nos comenzó a distribuir Subterfuge Records, pero la cosa no fue a más, las ventas no acompañaron».
Las ventas de discos, un concepto cada día más utópico, pero que se sigue manteniendo gracias al trabajo de gente como Paco. «En la tienda online voy a vender también discos de mucha otra gente, por ejemplo de Pedro Cruz, que desde Los Picapiedras para acá ha hecho cosas tan interesantes como desconocidas; o de Las Buenas Noches, para que tengas una muestra de por dónde vamos a ir. Producción local fundamentalmente y una forma de conseguir que las unidades disponibles vayan de forma segura a las personas interesadas. Por otro lado, en el tema de las maquetas, y relacionándolo con la compra del equipamiento técnico, vamos a hacer que esas maquetas, tal como se digitalicen se vayan subiendo para su descarga de manera gratuita, por supuesto; pero por otro lado hay un plan, que es paulatinamente ir masterizando, mejorando en cierta forma esas grabaciones, para que lo que quede para la posteridad tenga un poco más de fidelidad con lo que en su día se grabó o se quiso que quedara grabado. Es una forma de respetar lo que hemos hecho todos durante mucho tiempo y que no pase al olvido radical».
Se le nota a Paco Cruces, por el entusiasmo que ha puesto durante toda la entrevista, su confianza en las perspectivas que se le presentan, en el horizonte que se abrirá con la salida del disco de Maleso, prevista para antes de navidad si en la fábrica de vinilos no se retrasan y la imprenta mete los necesarios trabajos tipográficos entre la producción de cajas de mantecados, que estamos seguros de que será su actual actividad prioritaria. Al igual que ocurrió con ese de Nuevas ideas que antes he mencionado, ya somos muchos los que nos hemos comprometido a hacernos con este primer disco de FA20 tras el desembolso de 25 euros, que esta vez no hemos tenido que adelantar, y que incluirá también el derecho a su descarga digital. Si alguno de vosotros quiere ser también miembro de este distinguido club de poseedores de la joya de Maleso, Fracasos que no me explico, podeis hacer la petición a través de la página de Facebook del sello o escribiendo un email a la dirección de Paco@fa20.es. De todas formas, como la venta online ya estará activa cuando el disco esté disponible, también podrás adquirirlo a través de ella e incluso en algunos puntos de distribución que se anunciarán oportunamente. Y ese será el momento en que tengamos una nueva cita con Paco y seguramente también con Maleso; quedaos, pues, a la espera de ella.