- Piedra Roja da vida a su canción Bailaré a través de un magnífico videoclip salido de la mente del Chamán de la banda
La mirada desconfiada de la presa del lobo, una sombra que está sola. El viejo lobo, surgiendo de las imágenes rojas, el color icónico de la banda, el color de la pasión, de la locura, del hambre y la sed sordas y violentas, surgiendo de los pinares en forma de los componentes de la tribu de la Piedra Roja en busca del enemigo, para romper sus raíces y bailar sobre su tumba. La presa, espíritu que naufraga en medio de un torbellino, porque su destino así lo manda, sin que su razón sepa responderle donde están el bien y el mal; corre, huye, frente al empuje brutal del lobo, que termina por darle caza.
Una mano, inerte, sobresale por la izquierda de la pantalla. La cámara se centra en ella, manteniendo el plano. Era la mano de la presa, con una marca singular y extraña. Parece muerta la presa, pero no lo está su alma; solo su cuerpo, vencido, que ha sido arrastrado al infierno rojo.
Bailaré es el videoclip que acaba de lanzar Piedra Roja. Es una de las canciones que forman parte de su disco Mar en el desierto, que vio por fin la luz el pasado 5 de noviembre, después de que se viese aplazada su salida, inicialmente prevista en junio. Y es un paso adelante en la realización de videos, después de que a finales de febrero pasado nos desarmasen con el de Respira, nos hiciesen en el alma otra incisión posterior un par de meses más tarde con Que me lleve la locura y a finales de septiembre nos mostrasen un tercer adelanto del disco con el de El tiempo dirá. Los rodajes, efectuados en el Torcal de Antequera, en la costa de Cádiz, en La concejalía de cultura del ayuntamiento de Almensilla, han vuelto en esta ocasión, con Bailaré, a los pinares de un entorno natural cerca de La Puebla del Río, para hacer aún más críptica la estética oscura y misteriosa de los tres anteriores.
El video es una idea original de Chamán, de quien han partido también el diseño y la creación final, sobre unas imágenes filmadas por Quique Rico. Este Chaman es el visionario de la banda, encargado también de cantar, tocar los teclados y programar todos los ruidos electrónicos que no salen de las manos y las mentes de los otros componentes: el Explorador de sonidos, que se ocupa de la guitarra eléctrica; el Cazador del páramo, que toca la guitarra rítmica; el Guerrero luchador, que aporrea los parches y platillos de la batería y el Gran Jefe absoluto que todo lo domina desde detrás de su bajo. El enemigo que sucumbe ante ellos, la pobre presa, es Isaac Decibelio, en su primera aproximación al mundo de la interpretación.
La canción Bailaré, como todas las demás que componen el disco, ha sido grabada en los estudios Sputnik, con masterización y mezcla a cargo de Jordi Gil. Su ritmo es lento, a veces casi se detiene y de pronto se acelera, su instrumentación avanza en zigzag, siempre merodeando, como un depredador en busca de su próxima presa. «El video viene a reflejar lo que dice la letra», me manifiesta el Chamán. «O al menos eso he intentado. Reflejar la búsqueda constante de la venganza hasta que al final la presa queda atrapada en el desierto de Piedra Roja».
La sobrecarga sonora de una canción como esta, con influencias audibles de Black Sabbath, por ejemplo, contrasta con unas imágenes, que si no puede decirse que sean sobrias, pero no tienen demasiados elementos que distraigan de la acción. Probablemente Chamán también tendrá algún espejo cinematográfico en el que mirarse a la hora de crear videos como este. «Me gusta mucho el cine de Gaspar Noé y otros directores de cámara en mano y que ellos mismos cortan, editan y le ponen música a las imágenes. Hacen un cine muy auténtico ya que ellos mismos tratan todos los aspectos técnicos y así su obra pasa por menos filtros, dando un resultado más personal. El cine del oeste también me influye, sobre todo el spaguetti western. Al final es una absorción involuntaria de lo que más me satisface».
Estos asaltos aplastantes que son las canciones de Piedra Roja donde mejor se aprecian es sobre un escenario, algo de lo que pudimos ser testigos hace apenas dos meses en la Sala X y de lo que también podrán serlo los que asistan a su próximo concierto del día 22 en Almería, algo que os adelanto desde aquí, aunque lo haga contraviniendo las tácticas de la propia banda. «En principio tenemos una gira planteada de conciertos para este año, que iremos desvelando quince o veinte días antes de que estos se celebren, para generar expectación y no mostrar de primeras todos los conciertos que ya tenemos programados».
El Chamán de Piedra Roja, nos sigue contando sus planes de futuro a corto y medio plazo. «Seguimos en la tortuosa búsqueda de festivales que nos tiendan la mano. Siempre hemos comentado que nuestra música está concebida para el directo y un festival sería el mejor de los escaparates para nuestra banda».
Mientras llegan las noches de fiesta y de luna, en las que asistir a sus rituales, que es como la banda prefiere denominar a sus conciertos, Piedra Roja estará intentando mover lo más posible su recién estrenado disco, al que si llegas a través de este videoclip de Bailaré y de nuestra reseña, nuestro trabajo quedará bien cumplido.