La moraleja del cuento de Pedro y el lobo es que no debemos mentirles a los demás y que debemos decir la verdad siempre, algo que en realidad no es cierto; la verdad a veces hace más daño que la mentira, o que el silencio, en todo caso. Yo prefiero el sesgo de que decir mentiras muchas veces hace que la gente ya no tenga confianza en quien lo hace, aunque en los tiempos que corren esto no se aplique en la política. El cuento también se equivoca al decirnos que al mentiroso nunca se le cree, a pesar de que diga la verdad, cuando es mucho más real decir que al mentiroso le cree muchísima gente, a pesar de que diga una mentira.
El que Pulso haya elegido esta temática para la canción que presenta hoy, que se llama El lobo, en estos convulsos tiempos, me hace pensar que es una especie de declaración de intenciones sobre su posicionamiento político y social. Y le pregunto si es así a su cantante, J. C. Bocanegra, aka Boca. «En realidad la canción estaba compuesta desde antes de toda esta mierda, pero en sí parece que está hecha para este caso concreto. Es la canción de los miedos. Infundados o no; va de lo que nos cuentan. Y sea verdad o no, nos lo creemos una y otra vez, aunque nos llegue desde los mismos mentirosos de siempre. Pero no nos posicionamos en ningún caso frente a ninguna bandera, ni detrás de ella, es al miedo al que hay que combatir. Y a quienes nos lo ponen en bandeja cada día. El miedo vende; pero no siempre hay que comprarlo, ¿no crees?». Yo sí lo creo; pero pregúntale a los miles de votantes del partido ese de las tres letras.
El videoclip de El lobo ha sido realizado por Tridi Puñema, que ha huido del cuento conocido para convertirlo en una película de terror de serie B, de las que veíamos en VHS, cruda y con un doble sentido en el que vemos como el propio hombre es la bestia que acaba consigo mismo. Homo homini lupus. Aunque en mitad de ella hay unos planos de animación en el que se ve realmente a un lobo y nos queda una duda, que intentamos aclarar con el propio Tridi. «Pues si has terminado confundido al final del video hemos cumplido el objetivo. Queríamos que saliese el lobo ahí en medio para que después, cuando al final saliese el humano, confundir a la gente directamente; y dejamos abierta la pregunta sobre si es un hombre o un lobo, si es un humano que tiene dentro un lobo, si es un lobo que tiene dentro un humano… el caso es dejar al espectador con la duda sobre lo que ha visto».
Boca se une a la conversación con otras palabras que a la vez dan pistas y despistan. «En el video mueren todos los que aparecen excepto nosotros, los de la banda. A nosotros no nos come el lobo; pasamos por ahí y no nos come, así nos damos cuenta de que no hay lobo, que es un hombre. Y no nos da miedo y por lo tanto no nos come. Porque a los que se come el miedo es a los que se creen ese miedo. También queremos mostrar como es la prensa la que nos sumerge en el miedo, haciéndose eco de todos los asesinatos, cada vez que ocurren, de forma sensacionalista, e incluso poniéndole al asesino el nombre de El Lobo».
El videoclip se rodó hace justo un año, a finales del pasado febrero. Tridi nos habla de él. «Lo hicimos justo antes del cambio de era que estamos viviendo, algunos más que otros. En reuniones previas con Boca y Johnny, el cantante y el bajista de Pulso, decidimos hacer una película en primera persona, con planos típicos de la serie B, y decidimos también cuáles serían los extras y que iban a morir todos, a excepción de los músicos del grupo, dejando una especie de final abierto. Un final, además, con ese plano secuencia que termina en el espejo, que te descubre que lo que estabas viendo no es lo que pensabas, con el que quise hacer un guiño de homenaje al Smack my bitch up».
Hablando con Tridi de las referencias al mítico videoclip de Prodigy, con su inesperado final y de la forma de realizar el video, me entero de quién es el lobo en realidad… «Me dejaron un sable láser y llevaba la iluminación directamente en ese bastón, y en él también la cámara, sujeta con bridas; así que yo mismo era el lobo, atacando a la gente con la cámara. Lo grabé todo en cámara lenta, para después poder poner las escenas rápidas o lentas, a nuestra elección».
Hemos mencionado antes a Johnny, que no es otro que Jonathan Sobrino, el bajista del grupo, quien ha tenido otro papel muy importante en el videoclip, más allá de aparecer fugazmente en él. Nos lo cuenta Boca. «Es un artista. Él ha sido el autor de la animación del videoclip, igual que hizo en el anterior que publicamos, el de los demonios. Tiene experiencia de mucho años haciendo edición de videos para bodas, bautizos y comuniones. Estudió bellas artes y aunque dibuja, pinta y hace cualquier cosa que se proponga, es un gran bajista profesional y eso era lo que le daba de comer, su trabajo con orquestas, acompañamiento de cantantes, hasta que la pandemia lo dejó todo parado».
Johnny es precisamente quien comienza a sonar en la canción, uniéndosele después la guitarra de Ernesto Cruz y la batería de Juan Ramón del Valle, aka The Doctor; más tarde la voz de Boca y desde ahí en adelante El lobo continúa sin que diluyan su sonido como lo hacían en la primera canción que adelantaron de este disco, aquella Lo parto tó, que fue todo un desfase, alejado de los cánones que suele manejar la banda. En esta ocasión Pulso no se muestran nada propensos a dejarse arrastrar a esa llamada revolución alternativa que muchos le aplican al metal rock clásico y no hacen concesiones. Y les ha salido una canción poderosa, de riffs metálicos y un rodillo rítmico de muchos caballos de vapor.
El lobo es el segundo single de adelanto del disco que Pulso quiere editar a través del sello Sacramento Records en algún momento de este año 2021, que se llamará Salvaje; y como todas las demás canciones que lo componen fue grabada, mezclada y masterizada por Leo Peña en los estudios Jotun de Alcalá de Guadaíra entre noviembre de 2019 y abril de 2020.