Tengo que confesar que siento cierta predilección por los artistas que apoyan su música en un componente visual construido con una arquitectura minimalista en blanco y negro o en la que el negro resalta sobre el estallido de color. Me gusta entregarme a esos mundos imaginarios que parecen filmados por Anton Corbijn, en los que muchas veces las imágenes destacan más que la música. Y eso me lleva a preguntarme sobre la maravilla de las vidas que estos artistas viven detrás de la música. Artistas como rAMOS Dual y Yul Navarro, que como adelanto al próximo disco que tienen planeado editar en 2021, han sacado ya dos vídeos en los que el surrealismo, el efectismo, las ilustraciones y la expresión corporal son la marca de fábrica. El segundo de esos vídeos lo lanzaron anteayer y se llama Estamos llenos de Gracia.
Sobre los sintetizadores y el theremin de Yul y la batería y los samples de Ramos destaca la voz de este, entonando con unas gotas llovidas del folclore andaluz una reflexión sobre la naturaleza dual del ser humano, recogida sobre todo en el estribillo, vociferado a modo de himno; pero visible también en la estrofa que cuenta la historia del mensaje en forma de dibujo que Ramos recibió de un pequeño alumno suyo llamado Gabriel y que al instante marcaría un antes y un después en su vida pues a partir de ese momento hubo un significativo cambio de dirección. Y aunque el mensaje era bastante íntimo y personal, Ramos me lo cuenta, sin llegar al morbo, hasta donde considera adecuado: «Estaba dando clase en el cole y Gabriel, mi alumno más especial, con el que tenía una relación de amor odio y el más pequeñajo, con seis años muy poco desarrollados físicamente, me entregó un dibujo, que aparece en el vídeo. Al verlo le pregunté si era yo en la playa. Y me contestó: no, eres tú que te estás hundiendo. En cuestión de segundos recibí una llamada al móvil que me llevaría a mi particular noche oscura del alma y me hundiría en la mayor crisis de mi vida. De la cual luego salí, claro, y me llevó a recorrer nuevos caminos nunca antes imaginados». ¿Es una casualidad mística que el niño se llame Gabriel? «Me resulta muy curioso que San Gabriel es el mensajero de Dios. Y más aún que en muchos lugares se celebra el 24 de marzo, que es mi cumpleaños». Con la mente abierta os remito de nuevo a la línea de más arriba en la que mencionaba lo que lleva a preguntarme sobre la maravilla de las vidas que estos artistas viven detrás de la música…
Muchas de las escenas del video están rodadas en el estudio del artista plástico cordobés Jacinto Lara, con sus obras de fondo; en la grabación se han implicado también David Donnier, Lämpara y Paco Polo en todo lo relativo a la grabación, iluminación, edición, montaje, ilustración y efectos de vídeo y La Enkar Mesino ha sido artífice del vestuario y la coreografía. Con Estamos llenos de Gracia el productor David Kano, autor de remixes de Cycle o El columpio asesino, se ha interesado en producirles el álbum completo en su Estudio Silencio, que llevará por título Arrastramos sombras.
¿Cómo serán esas sombras que arrastran? «Lo de las sombras es genérico. Prácticamente todo ser humano lleva sus cargas, sus condicionamientos, su oscuridad consigo, que le marcan su modo de interactuar con los demás, con el mundo, con esta realidad. Su modo de reaccionar ante la vida. No está mal que cada uno conozca a su sombra y en vez de rechazarla la integre, pues forma parte de él; de hecho es la prueba de la luz que cada uno emana».
Sombras, las de Estamos llenos de Gracia, envueltas en un sonido hiperelectrónico que, sobre todo a partir del medio minuto, tiene una pegada que hace que el sitio donde lo estés escuchando se convierta en la sede de una rave. Cuando os presenté aquí el primer videoclip que adelantaron del nuevo disco, aquel …igual mi corazón puede volverse oscuro, nos decía Ramos que era un tema sobre la oscuridad que todos tenemos en nuestros sótanos emocionales; ahora este segundo video tiene incluso más oscuridad que el anterior. Le pregunto a Ramos si las nubes negras de tormenta van a seguir apareciendo en progresión aritmética en el nuevo disco. «Será más ruidoso y oscuro que mi álbum anterior. Pero esta vez en español, con letras significativas y ya veremos si habrá más toque andaluz tiñéndolo. Lo abriremos con un tema inusual en nosotros que a mí me tiene enamorado y estoy deseando mostrar. El disco va paso a paso y cuando esté completo será lo siguiente que presentaremos; aunque no sabemos cuánto tardará, dadas las circunstancias actuales pandémicas. Lo que sí tengo clara es la intención de sacarlo en vinilo; ya hay un equipo de personas trabajando en su diseño artístico: David Donnier, de Donniergraphik; Javier Vázquez, de Bigram, pero aún estamos buscando discográfica que nos apoye para sacarlo».
¿Habrá alguna discográfica que se atreva a respaldar estos sonidos, que dan lugar a una tormenta de ritmo digital? Sonidos tecnoindustriales profundos, que retumban a través de escalofríos y ondas de sintetizadores y golpes de batería; tempos estrepitosos hechos carne en la urgencia de las demandas de pulso del ritmo, para asegurarse de que los cuerpos continúen con espasmos al ritmo áspero y cuidadosamente texturizado, duro, duro.