- Regresión es el debut de la nazarena Rosse. Un disco conceptual sobre la aceptación y superación de un trauma
Una de las infinitas bondades de la música es su capacidad para ayudar a las personas a superar la ansiedad, el miedo, el estrés, la culpa, la confusión, la vergüenza… las heridas que más duelen. Esa propiedad terapéutica, catártica y liberadora es la que ha guiado y marcado uno de los más interesantes hallazgos de la escena sevillana en este comienzo de año. Se titula Regresión y su autora, la protagonista de este íntimo proceso de aceptación y superación del trauma, responde al nombre de Rosse, que no es sino el apelativo artístico detrás del que se encuentra una menuda y talentosa cantante nazarena, veinteañera dotada de una voz que cala hondo, que desarma y que suena convincente.
Rosa García –ese es su nombre real– asume que Regresión ha sido una suerte de tabla de salvación en la medida en que «la música llegó a ser una necesidad para evadirme y llegar a puntos conmigo misma a los que no era capaz de llegar hablando con otras personas«, reconoció en una reciente entrevista con la emisora peruana Radio San Borja. Una liberación, Y no sólo en cuanto al proceso creativo, pues el disco en sí plasma de forma fidedigna todo lo vivido y experimentado por la joven artista a lo largo del tiempo: «Es un proyecto conceptual y lo que representa básicamente es el proceso terapéutico que he vivido. Cada canción representa un sentimiento», concede. Se trata, pues, de un camino en el que cada canción es un paso en ese camino hasta la aceptación y superación del trauma. De ahí que la propia Rosse recomiende al oyente de forma encarecida «escuchar las canciones en orden porque es un proceso de principio a fin, todo tiene un porqué, cada letra habla de un sentimiento y al final todo está donde debe estar y tengo la mente controlada, o eso me gusta pensar».
Nacida en Dos Hermanas hace 23 años, Rosa empezó a formarse vocalmente a los diez años cuando su padrino le propuso buscar una escuela de canto. Estuvo varios años grabando y participando como corista en varios grupos locales y actuando en directo, además de participar en algún musical. Hasta que con 17 años imprimió un nuevo ritmo a su formación vocal al empezar a trabajar con Liliana Aracil, reconocida vocal coach que ha prestado sus servicios a artistas como Pastora Soler, Ramil, María Villalón y Manuel Lombo, entre otros. Trabajar con ella no sólo le ayudó a mejorar sus prestaciones vocales sino que además le animó a lanzarse de una vez por todas a la composición: «Empecé a escribir mis propias canciones y a probar cosas nuevas. Siempre había escrito, desde muy pequeña, aunque no me había atrevido a escribir canciones. En 2017 me puse en serio y ahora ya es puro vicio, no puedo parar de escribir».
Ese año 2017 marca de hecho el inicio de su carrera, pues fue entonces cuando empezó a escribir el tema Agua clara guiándose por unos pianos que Juan Antonio Campaña grabó estando en el Reino Unido. Juan, alias John Camps, es sin duda el otro gran motor que ha impulsado el proyecto. Fiel amigo de Rosa, es por encima de todo la persona que siempre creyó en ella, que le acompañó en ese tortuoso camino y le impulsó en su progresión musical. Hasta el punto de que ha sido el encargado de grabar, mezclar, masterizar y producir el disco en el Roswell Estudio que regenta en Marchena.
Pero para llegar a ese buen puerto, la nave aún debió sortear muchas olas. No fue hasta finales de 2019 cuando Rosa consiguió culminar aquel primer tema que empezó, Agua clara: «No era capaz de rematarlo emocionalmente. Lo empecé a escribir como una especie de autoayuda, de catarsis. Y después empecé con terapia y, cuando por fin terminé de escribir esa canción, enlacé con todas las demás porque ya no podía parar, lo necesitaba». De tal manera que la irrupción de la pandemia no sólo no le frenó sino que le permitió sacar afuera todo el dolor; Rosse aprovechó la música para expresar todo aquello que no se atrevía en su día a día.
Ya en el verano de 2020 publicó uno de los temas, Lejos, y a lo largo del pasado año fue dando forma al resto de piezas que conforman el disco, cuya presentación oficial tuvo lugar en la Sala X el día 5 de diciembre de 2021. Un evento en el que Rosse se quiso exhibir como una banda, pues en realidad al núcleo principal formado por Rosa y Juan le respaldan un elenco de músicos integrado por Fernando Romero al piano, José Muñoz y Gabriel Fuentes a las guitarras, Fernando Peralta al bajo y Alba Becerra alias Bibe a los coros –también dando réplica vocal a Rosa en el precioso Arena–, amén del propio Juan a la batería. A todos ellos cabe agregar para terminar de apuntalar el proyecto la figura de Ale Romero, que es el director musical de Aitana y también ha sido del Circo del Sol, quien por cierto aporta el piano que suena en el quinto corte del álbum, Herida. «Es increíble, se aprende muchísimo de gente como él, le da una visión a las canciones que a mí no se me habría ocurrido», señala en tono elogioso Juan Campaña.
El piano es, junto a la cautivadora voz de Rosa, uno de los elementos clave de Regresión, presente en más de la mitad de las piezas. Una combinación que por momentos acerca la música de Rosse a algunos temas de Morgan. Y, como en el caso de los madrileños, también en este caso cabe situar esta propuesta en el vastísimo espectro que abarcan el pop y el soul, con el añadido R&B que desde siempre ha inspirado a la artista nazarena. «No hemos ido con un patrón establecido o una idea preconcebida, hay temas un poco más pop, otros más próximos al soul. También se puede describir como indie, pero en todo caso ha salido solo, no es algo hecho a propósito», remarca Rosa. Y Juan lo corrobora: «No puedes catalogarlo dentro de un género concreto. Cada canción es un mundo pero todas están conectadas entre sí«. Una conexión que fluye de forma hermosa y que deja vacío, aunque sin dolor.