Este próximo domingo, día 7, tendrá lugar una nueva edición del Sofar Sounds Sevilla, que viene desarrollándose mes tras mes con gran éxito de público. La gente de Sofar Sounds Sevilla hace un trabajo espléndido; muy apreciable además porque buscan entornos que normalmente no asociamos con la celebración de un concierto… los últimos han sido una lavandería sevillana; el Museo de la Ciencia, que está en el pabellón del Perú que se construyó para la Expo de 1929; y el ambigú del Teatro Central, último de los escenarios hasta ahora. Se llenaron todos con un centenar de espectadores silenciosos esperando a que aparecieran en el improvisado escenario unos músicos desconocidos para la gran mayoría de asistentes. Respecto al del próximo domingo sólo sabemos que se celebrará en algún lugar de la Avenida de Hytasa, único dato que te ofrecen los organizadores al anunciar el evento, para que al menos te hagas tu composición de lugar y sepas si no te pilla muy a trasmano para poder asistir; el lugar concreto se lo comunicarán por email a los espectadores que hayan confirmado su asistencia.
Para acceder a estos conciertos sólo debes tener un poco de confianza y solicitar invitaciones en su página de internet. Si tienes éxito con la concesión de una de ellas, que es algo que viene determinado por la capacidad del lugar donde se celebre, te dirán cuál es ese lugar el día antes de la celebración, pero se retendrá hasta que llegues allí toda la información sobre los artistas, que siempre serán tres grupos o solistas, cada uno de los cuales interpretará un set corto de unas cinco o seis canciones. Allí te vas a encontrar a un grupo de espectadores difícil de identificar, gente a la que no ves habitualmente en los conciertos a los que vas, pero con un sentido muy definido de comunidad, unidos por una impresión compartida de cómo la música en vivo puede llegar a ser intensamente íntima en lugar de ser simplemente un espectáculo lejano en un escenario.
Aunque el Sofar Sounds comenzó en Londres, ahora mismo existe en más de 400 ciudades de todo el mundo y Sevilla no es una excepción y estos conciertos secretos e íntimos hacen mucho bien a ciudades como la nuestra; una ciudad que demasiado a menudo pasa por alto su arte y su cultura en favor de la inversión corporativa para construir más complejos minoristas. Nada sobra para avivar la vida musical nocturna de la ciudad, sobre todo la de los domingos, y aunque somos enemigos de los conciertos en los que los músicos no cobran por su trabajo, su aparición en el Sofar Sounds se ve bien recompensada porque a los participantes se les hace gratis un vídeo profesional, por parte de La Red Van, con sonido de Agua Sancruz, que es lo que se abona con la aportación de los espectadores que se prestan a apoyar la música local de esta forma, a los que se les cobra una pequeña cantidad voluntaria. Porque en Sevilla se produce una música extraordinaria y nos debemos escuchar unos a otros.