Sofar Sounds Sevilla (Juana Gaitán + Ash Bates + Joao del Monte). El Camerino. 23 de febrero de 2020
En los Sofar Sounds hay mucho margen para la sorpresa. Y no me refiero en realidad a que no sepas quiénes van a dar los conciertos hasta que no llegas allí, sino que una vez que estás presenciándolos, aunque menudean los cantautores urbanos y los músicos con raíces tanto andaluzas como foráneas, a veces también ocurre que tras ellos aparece un artista que lo pone todo patas arriba y lo vuelve del revés, como ocurrió anoche mismo con Joao del Monte.
La edición de ayer se celebró en El Camerino, uno de los locales en los que se ha dividido la antigua fábrica de sombreros de la calle Castellar, abierto por Alexia y Alexandro para dar clases de tango, algo que hacen todos los miércoles; aunque después se generaron muchas otras cosas: conciertos de música de todo tipo, noches de flamenco, talleres de baile contemporáneo, teatro, arte envuelto en la atmósfera mágica de un lugar en el que la caspa de la gentrificación no tiene cabida.
Los primeros en subir al escenario fueron los músicos que acompañaban a Juana Gaitán, el percusionista Pablo Carmona, el contrabajista Daniel Abad y Bernardo Parrilla, armado de saxo alto y flauta travesera, que es además a quién debemos el placer de poder escuchar muchas veces en Sevilla a Juana, ya que decidieron unir sus vidas en lo artístico y en lo personal cuando se estaban licenciando en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona y establecerse en nuestra ciudad. Juana Gaitán es colombiana y partiendo de la música tradicional latinoamericana, a través del jazz y con el respaldo de la improvisación instrumental (magníficos los solos de Bernardo anoche) construye unas canciones dulcísimas, plenas de poesía y de una lírica de profundas emociones.
Los aires de jazz latino se hicieron evidentes desde que comenzó a interpretar Desde ti, una de las canciones que componen su segundo disco, Nueva flor, grabado el año pasado en Bogotá (anteriormente había grabado otro en Barcelona), del que también nos brindó la canción que le da título, con la que, al igual que canta en ella, instauró la fantasía cuando la noche comenzaba a caer sobre nosotros. Entre estas dos, otra canción, De golpe, mostró la perfecta sintonía y el feeling de Juana con sus músicos aligerando las penas con música alegre; ya lo cantaba ella misma: lo bello está detrás de lo triste. Terminó el concierto conmoviéndonos con una reivindicación sobre aceptarse uno mismo y no dejar que tus limitaciones te impidan hacer lo que te gusta en forma de bellísima canción, La moraleja, que nunca antes habían interpretado en directo. Desde luego, el pequeño ser de voz ronca que quería cantar como los pájaros, retratado en la canción, no tiene nada que ver con Juana Gaitán, que da el tono justo para enamorarte con cada historia que te canta.
Esta misma noche podéis verla, aunque en su faceta como guitarrista, lo cual no le impedirá hacer algunos coros acompañando a Nat Ruciero, en el Naima. Estará también Juanmi Martín, al que conocéis por ser el artífice de Cuarteto Fuerte, poniendo su bajo eléctrico al servicio de ellas.
Tras Juana ocupó el escenario Ash Bates, un joven cantante inglés, que de la mano de la organización de Sofar Sounds está haciendo una gira europea que ayer le trajo a Sevilla, después de haber pasado por París y Nantes, para llevarle desde aquí a Madrid. El chaval canta como los ángeles y sus canciones son piezas de folk rock inmersas en un paisaje sonoro que evoca imágenes como las que se nos vienen a la mente al escuchar, por ejemplo, a Nick Drake. Tonos antiguos y familiares con una resonancia actualizada y fresca.
Desde el inicio de su concierto con !! la atmósfera se hizo agradable y relajada con los aires de elegía que tenían sus canciones. Su voz, rica en matices, sobresalía muy por encima de los esqueléticos armazones de sus canciones, apoyados instrumentalmente tan solo en una guitarra acústica con un discreto tratamiento a través de un pedal que hacía sonar una especie de cortina de dronescape minimalista muy adecuado para la acústica y la notable forma de cantar de Bates. Tea fue la segunda de las canciones, tras la cual interpretó su nuevo single, The tourist, con la que el cantante se mostró expresivo y vital, cautivador. Se marchó tras dejarnos Lucid, más intimista al principio, para convertirse en un juego de tonos y texturas en lenta progresión, que con las alternancias de falsetes en la voz y acordes sostenidos en la guitarra nos dejaron el alma perturbada.
Pero ahí llegó Joao del Monte para remontarnos el ánimo hasta alturas más que considerables. La exuberancia y el histrionismo bien entendido puestos al servicio de un espectáculo que si bien Joao convierte en toda una experiencia visual, musicalmente no se queda atrás porque su voz es capaz de alcanzar todos los registros, desde los más agudos hasta los más graves, tesituras con las que jugó de forma magistral en Te respiro, la cuarta de las canciones que interpretó; y el acompañamiento de Álvaro “Neno”, con el teclado y el cajón a la vez (aunque os juro que solo tiene dos brazos) es de una efectividad que raya en lo increíble. El concierto fue una cautivadora inmersión en la música y el espíritu festivo cubano, tan irreverente como hilarante.
Joao del Monte es cubano y allá por septiembre apareció por Sevilla de la mano de los productores de The Hole para protagonizar el Hotel Habana Show y se quedó prendado de nuestra ciudad, en la que actualmente está grabando el disco (en Impulsa Music Center) con el que espera darse a conocer definitivamente bajo la dirección artística de Cristina Bombay. La improvisación y su energía contagiosa son también algunos de sus puntos fuertes, que comenzamos a apreciar ya desde el principio, en el que convirtió el Chan Chan de Compay Segundo en algo que lo mismo podíamos llamar son cubano clásico que hip hop callejero. Con Caramelero subió la intensidad y la mezcla de sonidos y estilos se entrelazó cuando convirtió Dos gardenias en un bolero mutante de climax abortado por el propio Joao al pedirle a Nano esos compases bonitos que tú haces para que este respondiese con los improvisados acordes de Todo es de color y el cantante terminase haciendo brillar su vozarrón por otro palo distinto. Virtuosismo sin prejuicios, a la vez cínico y respetuoso. Te respiro fue un alarde vocal, como te dije antes, y el espectáculo se culminó con Tó loco, la canción con la que Joao espera encontrar nuevas oportunidades que, sin duda, no van a faltarle.
La próxima edición del Sofar Sounds Sevilla tendrá lugar el próximo día 15 de marzo en algún lugar del entorno de la plaza de la Encarnación, así que no te apures demasiado en apuntarte a la lista de posibles invitados porque te perderías una gran ocasión de disfrutar de la música en directo en un formato tan cómodo y familiar como el que propicia el Sofar.
