- Solófolos es el proyecto en solitario de Gato Bravo y ha lanzado recientemente su primer disco, una obra conceptual de título 0 0 0 0
Cuando llegó a mis oídos el disco que lanzó hace unas semanas Gabriel Tovar, aka Gato Bravo, lo primero que me llamó la atención fue el nombre que le había puesto a este nuevo proyecto suyo: Solófolos.
Busqué la palabra en internet sin que ningún enlace me llevase a parte alguna ni me aclarase su significado, así que llamé a Gabriel para que me contase de dónde viene este nombre y por qué lo ha elegido. Y lo primero que hizo él fue enviarme el enlace a este video, un fragmento del documental de El rock de los gitanos, de Pata Negra, en el que Adolfo Amaya termina diciendo que él es un gran gitano solófolos…
Y a partir de ese contexto Gabriel empezó con la explicación que yo le había pedido. «El nombre viene de ahí, pero no porque yo me identifique con Adolfo, sino porque me gustaba la sonoridad del nombre. Si nos ponemos a rebuscar quizás si podríamos establecer la conexión entre que Adolfo Amaya se considera un filósofo de la vida, de su vida, de la vida que ha llevado el barrio, pero un filósofo a partir de la observación y la experiencia más que del estudio, según lo interpreto yo. Y eso es también como yo he vivido la música: tengo mis nociones de conservatorio de cuando era pequeño, pero a mí no me ha dado la vida para encerrarme a estudiar ni teoría, ni práctica, ni ná, todo lo que sé es por observación y porque ya llevo un montón de años en ella y al final uno ya se va quedando con cosas. Pero en términos generales, elegir este nombre es fundamentalmente porque la palabra tiene una estética y una sonoridad que me gustan, así de tonta es la cosa».
Gabriel compagina su labor como guitarrista en La Cadena Psych Jamband y como bajista en GROAL. En la primera de estas bandas es un eslabón más de la cadena y en la segunda tiene a su lado como guitarrista a Alejandro García, que a su vez es el componente de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba conocido con el nombre de Bacca, con lo que eso implica de escasa disponibilidad de este debido a la enorme proyección actual del grupo. «Solófolos nació por necesidad», me afirma, convencido, Gabriel. «La Cadena es un grupo de mis colegas de toda la vida y lleva su ritmo propio, porque no hay pretensiones de hacer giras ni de tocar más de lo que se puede permitir cada uno con el diferente estilo de vida que lleve. Sin embargo como GROAL sí que íbamos muy fuertes, pero desde los Motoretas la cosa se tuvo que relajar necesariamente. Y como yo estoy enganchado a esta mierda y necesito mis horas de local y encerrarme y coger una idea y trabajarla y regarla un poquito, pues me monté lo de Solófolos para seguir, para tener la excusa de seguir con la música más activamente y para tener un proyecto que no dependiese de nadie más que de mí mismo. Y ha salido bien, porque además es un proyecto que se presta a las colaboraciones con otra gente, no tiene por qué ser necesariamente todo conmigo en solitario; pero sí es una ventaja que si sale un concierto no dependo de nadie para poder hacerlo». De estas premisas fue surgiendo todo.
Y toda la creación de Gabriel y las ideas que no cuajan en esos otros dos proyectos van teniendo salida en formato acústico con Solófolos, donde alterna composiciones para guitarra y para bajo, cambiando a veces el instrumento incluso en una misma canción y lanza su voz de forma etérea, cargada de reverberación, sobre fondos de acordes y arpegios grabados sobre la marcha y sonando en bucle. «Tenía la idea de la primera obra con la que iba a ponerme», recuerda Gabriel. «En realidad lo más fácil e inmediato con lo que se pone el noventa por ciento de la gente es con aquello de he venido a hablar de mi libro… y es lo que hice yo también: hablar de aspectos de la vida, de cómo los percibo, de lo que han significado para mí y de cómo creo que me han afectado». Y todo eso lo plasmó en el disco que hoy te presentamos en nuestra web disonante; un disco que se llama 0 0 0 0 porque en realidad no tiene nombre, necesitaría muchos de ellos para señalar el devenir de las cosas de Gabriel, de sus comienzos y sus finales, sus subidas y sus bajadas, su luz y su oscuridad, su pulso incesante. No tiene nombre porque es una obra que no estará acabada hasta que acabe el propio Gabriel.
El disco se compone de cinco piezas y una suite. La primera, The Mist cuenta lo que Gabriel aprende o absorbe, por estudio u observación; The Book habla de todo aquello que le inspira y enseña, ya sean personas o cosas; The Stone refleja todo lo que le hace ser lo que es, a sus ojos y a los de los demás; The Well dibuja la atmósfera de las oscuridades a las que se enfrenta, The Journey es el proceso creativo de enfrentarse a la hoja en blanco una y otra vez y The Fire es lo que lo mantiene todo unido y lo que hace que todo cobre sentido.
Le pido a Gabriel que nos cuente cuál ha sido su método de trabajo para sacar adelante este disco, que tiene la apariencia de un ciclo completo. «En el disco hay interconectividad entre los temas en cuanto a su significado, no tanto en cuanto a lo musical, porque en realidad mi forma de trabajar en su composición fue la de hacer sesiones de improvisación y de ahí quedarme con las ideas más interesantes, que luego algunas estarían conectadas entre sí y otras no; ideas que darían lugar a algunos de los temas asociándolas, o que darían lugar cada una de ellas a un tema por separado. Tengo una carpeta llena de los resultados de echarle horas a los instrumentos, de donde he ido rescatando y enlazando las partes que me parecía que podían dar más juego en el pensamiento que tenía del disco en ese momento; por eso te digo que lo que conecta a todas las piezas del disco es su significado más que la música».
El disco 0 0 0 0 se comenzó a grabar en enero del 2020 en los estudios de La Mina, con Gabriel tocando la guitarra y el bajo acústicos además de cantar, e invitando a Marco Serrato y su doble bajo en The Sun, la parte número cuatro que cierra la suite The Journey; pero su continuidad se vio truncada, según nos cuenta el propio Gabriel. «Empecé a grabar el disco y los tres últimos temas de él fueron los primeros que se grabaron. Fue en enero del 2020 y tenía intención de grabar los otros tres en marzo para poder mover el disco durante el verano o poco después, pero vino la pandemia y no se pudo terminar la grabación. Los tres que faltaban los grabé en noviembre, tras el desconfinamiento, en los estudios de Happy Place. Por entonces Nacho García, que fue quién grabó y mezcló el disco, trabajaba en los dos estudios, pero tenía otro curro aparte más y la mezcla de los tres temas que grabé en noviembre se prolongó mucho y yo estaba ya un poco agobiado porque necesitaba empezar a mover algo y tenía por ahí por mi cabeza, rondando, la idea de The Dawn».
Con lo cual llegamos a una canción que, aunque se grabó después que todas las de este disco, fue la primera de Solófolos en ver la luz.
Si dejamos aparte a todos los países más al este de Europa con una franja horaria que les hizo llegar al año nuevo antes que nosotros, The Dawn seguramente fue la canción que primero se publicó en todo el resto del mundo en este año 2021. Le pido a Gabriel que me cuente toda la historia. «Las cosas a medias no las enseño nunca a nadie; puedo hablar de ellas pero no voy a enseñar la letra ni tocar la canción, más que nada por inseguridad mía, no es por dar la sorpresa, mantener el secreto ni crear expectación, sino porque hasta que no tengo la idea muy avanzada no sé si de verdad quiero compartirla o no. Entonces, como te dije antes, al final del año pasado estaba yo muy agobiado y bajo de ánimos con todo lo que rodeaba a la música y rompí la regla, enseñando este tema a Abbi Fernández, con la que tengo muy buen rollo desde hace mucho tiempo, y ella me animó mucho, me subió la moral, y la canción, de la que por entonces solo tenía la música y la línea de voz, la terminé dedicándosela a ella en agradecimiento. The Dawn es el momento del día que se corresponde con el alba, que es como se llama ella, y la letra habla de la amistad que tenemos los dos. No la guardé para el disco y es un tema aparte de él porque necesitaba sacar algo; tenía ya desde hacía un año creadas las páginas de las redes sociales de Solófolos, tenía hablado ya todo lo concerniente al diseño gráfico e incluso encargados algunos de los trabajos; necesitaba meterles contenido y que empezase a ser visible, así que publiqué y compartí este tema coincidiendo con las campanadas de nochevieja. Me pareció una buena idea para estrenar el proyecto de Solófolos».
Abbi Fernández, de hecho, aparece en los créditos de la canción como Polimnia, una de las nueve musas griegas, la que inspira los cantos sagrados y la poesía sacra. «Lo de poner a Abbi como la Polimnia, más que un sentido estricto como de musa, fue una broma y una manera de poner algo más poético que el típico agradecimiento». Palabras de Gabriel que me llevan a preguntarle cuáles fueron las musas que le inspiraron las demás canciones, si es que las hubo. «El disco no tiene una musa en concreto. Sí trata de eso el tema The Book, aunque en un sentido tan amplio que hablo de las cosas y personas que me inspiran pero lo mismo me refiero al último disco de Nick Cave que hablo de Marco Serrato o de mi padre; una cosa tan amplia que no hay en realidad una fuente de inspiración que sea una musa concreta como para citarla».
En la hoja de promoción de 0 0 0 0 viene representado el disco por una brújula, en un hermoso trabajo gráfico de Citizen Vector, que podéis ver reproducido aquí arriba y que le pido a Gabriel que me explique. «En realidad es más un reloj que una brújula, aunque se llame así. Si te fijas y vas avanzando a partir de cada tema en el sentido de las agujas del reloj, los conceptos que hay hasta el siguiente tema están asociados al significado de ese tema anterior. Por ejemplo, si partes de The Well, los conceptos que vienen a partir de él son la pérdida, el vacío, el miedo… que van con el significado de The Well, que es un poco un análisis introspectivo; y los miedos y las inseguridades a las que te enfrentas y las superaciones que tienes que afrontar como persona, son de lo que va el tema. Es así para todos, menos para The Journey, el que viene a continuación, el único que se subdivide en movimientos que no aluden tanto al significado sino que son simbólicos; porque para mí The Journey es el viaje que supone una vida y cada uno de esos movimientos sería un episodio de ella, pero desde un punto de vista más pictórico que significativo… quizás se entienda mejor si digo que The Journey es una jam sessión que luego machaqué para darle estructura, pero manteniendo algunas partes de improvisación, que son las únicas contenidas en todo el disco, para la hora en que alguna vez lo toque en directo. No quise atarme a unos significados concretos que tuviese que reflejar con la música, sino que cuando hacía esos temas me imaginaba escenas: The Flight es un pájaro, un ave volando a través de un acantilado; The Sun es el sol saliendo por el horizonte, pero como si lo estuvieras viendo en primer plano, desde muy cerca… hay una escena en la película Sunshine que me recordaba lo que quería transmitir, estar cara a cara con un sol que está saliendo por el horizonte. Aparte de estos temas simbólicos que componen The Journey, el resto de ellos sí están pensados para que reflejen el significado de lo que tratan».
Hablando más acerca de esta brújula, o reloj, me extraña que Gabriel me diga que en realidad fue algo que surgió de forma atropellada, así que le pido que me lo explique mejor. «Justo antes del estado de alarma Miguel Palou iba a presentar su proyecto de Doce Fuegos en una librería de Jerez y yo le llevé hasta allí aprovechando que además de su concierto quería ver también a la gente de Pabellón Sølar para presentarles mi proyecto de Solófolos. Allí hablé con Citizen Vector para que me hiciese el diseño y lo que hizo fue reciclar algo que ya tenía medio planteado y adaptarlo a mis requerimientos; algo que por estética me gustase pero sin todo el trabajo detrás que después sí que hice con Maite Herrera para los diseños gráficos de los temas del disco, que cada uno tiene una portada diferente, que se pueden ver en Bandcamp al acceder a la información de ellos y si alguna vez el disco sale en formato físico se incluirán también».
La última frase de Gabriel ya nos ha introducido en el futuro. Me interesa saber si Solófolos va a tener continuidad a pesar de que, como dije antes, este 0 0 0 0 parece una obra redonda que se completa a sí misma. «Mientras yo siga teniendo tanto las ganas como la necesidad y no me aburra de la historia voy a seguir con Solófolos; de hecho sigo grabando cosas y pensando sobre qué quiero escribir. Lo que no tengo claro es que lo siguiente que venga vaya a ser igual que 0 0 0 0, que es una historia con un hilo argumental; seguramente serán temas también conectados entre sí, quizás no de forma tan explícita, pero aún no lo sé. Ahora estoy trabajando en cuatro canciones, pero estoy más ocupado con la música que con el significado de los temas. Lo que también estoy pensando, pero tampoco tengo decidido, es la idea de ir sacando las canciones próximas como los sencillos antiguos de vinilo de 45 rpm, con un tema por cada cara, porque como ahora nos movemos sobre todo por las redes sociales, parece que si en vez de pegarte un tiempo callado y de repente aparecer con un disco estás ahí de una forma más constante, tienes más presencia; esa era, de hecho, la idea que teníamos para GROAL y fue también lo que hizo Derby Motoreta’s al principio, cuando fue soltando así el contenido del primer disco».
Gabriel Tovar, Gato Bravo en la escena musical sevillana, no se dedica a la música como forma de vida. Él tiene su trabajo y esta otra faceta no es que sea un hobby, porque significa más que quedar con sus colegas para jugar al paddle, pero le dedica el tiempo que puede permitirse dedicarle y Solófolos irá abriéndose camino sobre la marcha. Nosotros estaremos aquí siempre, observando cada nuevo paso que dé.
