- José Almero estrena su proyecto unipersonal Souler con el epé titulado San José
Poca gente hay en nuestra ciudad tan prolífica a la hora de crear música y de darla a conocer como José Almero, quien a través de su sello Sacramento Records edita material de varias de las bandas más independientes e irreverentes de nuestra escena musical, entre las que se encuentran tres de las que él mismo forma parte: Mordida, Lamorte y Looking for the Elf. Y si esto no fuese suficiente, desde hoy mismo tenéis también disponible el primer disco que lanza, a través de su sello y dándolo a conocer desde este artículo que estás leyendo, con el nombre de Souler, un apelativo que, sin embargo, no nos resulta nuevo en él. «Es el seudónimo que utilizaba cuando estuve fuera, por Sudáfrica, Israel, y grabé algunos temas que subí a un perfil de Soundcloud, y por ahí están todavía», me aclara Jose. «Y desde entonces, cada vez que he hecho algún trabajo de grabación y mezcla en algunos discos de nuestro sello, como los de Mordida, Pouring Tongues, Lamorte incluso, pues me he puesto ese seudónimo también».
El disco que Souler edita hoy mismo es un EP de cuatro canciones, llamado San José, en el que están presentes el radicalismo y la experimentación con el noise que Jose siempre ha intentado llevar a cabo aunque con sus bandas habituales nunca hayan estado en un primer plano. Pero escuchar hoy estas canciones, como aullidos de ira, es muy necesario porque expresan sentimientos de indignación e impotencia que no podemos mantener reprimidos. «Fueron unas ideas que grabé en los primeros días del confinamiento, con el ansia que ocasionaron esos días de estar recluido en casa», me cuenta Jose, y es una música que apabulla y que aunque no vaya a ayudar a traer la revolución que, si somos conscientes de nuestro entorno, debe avecinarse, sí que es un consuelo para hacernos sentir mejor, o al menos para no pensar en ello durante el cuarto de hora que empleamos en escucharlo.
Este San José se grabó de forma totalmente artesanal, como me cuenta Jose. «En mi casa tenía todo el equipo: guitarra, teclado, micro, tarjeta de sonido… así que me echaba la manta a la cabeza cada día un rato y cada día sacaba uno de estos temas. Después quise editarlos porque les vi un nexo común, cierto sentido entre ellos. Me suenan como una mezcla de metal y shoegaze; metalgaze, podría llamarlos, porque tienen esa parte cañera, pero luego son bastante ambientales y melódicos, un rollo en el que me siento muy cómodo y que he empleado en algunas cosas de Lamorte e incluso en Mordida, pero veía que estos temas no encajaban en esas otras bandas y en ellas mi labor tampoco es el compositivo, en ellas tengo mejores músicos tocando conmigo para ocuparse de componer». Y por eso estas cuatro canciones ven la luz en este EP, bajo el nombre de Souler.
Jose sigue contándome como lo ha sacado todo adelante. «Usé baterías programadas, cogidas de la base de librerías midi de Kurt Ballou, en Converge, que tiene un software que suena bestial y es justo el sonido de batería que me atrae. Además de una guitarra LTD que tengo en casa, con amplificadores digitales, teclados y las voces; no hay bajo. Y me encanta como ha quedado todo el conjunto. Me gustaba el sonido; muchas tomas salieron a la primera, pero me gustaba ese impromptu. Hablé después con Ivan Ferro, de Kollapse Studio, un gran amigo, que ha trabajado con bandas enormes y que sacó un sonido bestial y le dio el toque de mastering definitivo».
También me habla Jose de la parte visual de la obra. «La portada la ha hecho mi amigo Flecha Designs, que ya trabajó conmigo en la portada del Split con Föss de Lamorte. Vive en Cádiz y suelo quedar con él cuando paso por allí. Me hizo la portada y un poster, en una edición muy limitada para amigos muy cercanos. Ese, el poster, es el único elemento físico que va a tener esta edición del disco, porque no saldrá más que en formato digital».
Un disco este que desde el inicio de When The Sky is Loosing You se te agarra, la pared de sonido y la voz incorpórea y nada terrenal se te arremolinan; toda la experiencia es como escuchar una fotografía secuencial del interior de una cabeza chunga en las dos primeras canciones, especialmente la ráfaga feroz de Invisible, donde el juju sónico de Souler, la voz tenue de Jose y la batería cargada de tinieblas del más allá digital se combinan para producir un efecto que induce escalofríos. Nothing parece que va a tener una arquitectura sónica más cercana a una catedral que a una autopista, pero la percepción es efímera, antes de que pase un minuto ya es igual de impactante que las dos anteriores, aunque pase por unos momentos de estética onírica. Y Other time surge al final con un registro rico, complejo, que lejos de ser gratificante, incluso te deja una sensación de alivio al terminar y aplacarse. Souler ha abierto un nuevo camino que esperamos que sea fructífero aunque ya no estemos confinados y que siga recreando sonidos del interior de su cabeza, ya sea en estado frenético o de paz.