José Manuel Moreno ha elegido ser más que una hoja que el viento mueve a su antojo y compás; ha elegido que su piel sea del remate de un fandango. Y por ello, tras haber sido guitarrista en las bandas de Ánima Saudade y Espurio y el Conjunto, arrancó a primeros de febrero en solitario con el nombre de Tostao, y desde ayer mismo podemos escuchar la primera de las canciones que compondrán el EP de título Cerro del Águila, con el que dará inicio a su andadura.
Del remate de un fandango es una canción que aunque cumpla los cánones para que podamos etiquetarla como de rock andaluz y así podemos apreciarlo ya desde su arranque instrumental, tiene algo que la hace trascender a ella en cuanto comienzas a escuchar la voz de José Manuel, que no es del color blanco de los espacios infinitos que enseña lo bello de la vida, sino del oscuro color del terrón informe que rompe el arado. Y aunque luego se suavice a medida que la escuchamos, pero no desaparece la impresión del principio, de que versos como estos hay que cantarlos con esa voz rota, con una voz que les insufla vida.
Esta canción, Del remate de un fandango, al igual que las otras tres que aparecerán en el disco, cuentan con la guitarra de José Manuel, además de con su voz; y el resto de los músicos que dan respaldo a los sentimientos personales de este son Ricardo Villaba y Lolo Díaz, compañeros ambos de José Manuel en sus bandas anteriores, que tocan el bajo y la batería respectivamente, además de Ale Amado y Mateo Amieva, que le acompañan haciendo los coros. Las baterías comenzó a grabarlas en realidad con Harold Weeks pero finalmente ha sido Lolo quien aparece en las mezclas que Daniel Molina hizo en los locales de SubaRecords, masterizadas después en los estudios White Tower por Sergio Carmona.
La portada que envuelve a la canción es obra de La Maga Cronopia y me ha llamado la atención lo rápido que me ha recordado esa imagen de Tostao a la del Cristo del Buen Viaje de la Hermandad de San Esteban. La portada del single es en realidad un extracto de una obra completa, realizada al óleo, de 80 x 80 centímetros y creo que merece la pena que ahondemos un poco en ella. «La portada tiene iconografía barroca. Cuando uno sale en solitario con un proyecto ambicioso da un poco de miedo, entonces hay que empoderarse un poco. Más que coger la imagen de un cristo existente de Sevilla, quisimos incluir mi imagen como uno nuevo, dentro de esa estética».
Y como cuando José Manuel me respondió estaba a su lado la propia Maga Cronopia, también se extendió ella sobre el tema. «La música tiene camino directo al alma. La llevamos dentro, como también llevamos los colores, la pintura. Por eso, este retrato es música, mirad adentro y escuchad. Me siento afortunada de haber podido realizar la portada del primer trabajo musical de José Manuel como Tostao. Basada en uno de los Ecce Homos del artista barroco José de Rivera, hemos querido rendir culto a una tendencia histórica que nos apasiona e inspira, el tenebrismo, y a través de esta exaltación mostrar también la orbe emocional de luz y de sombra que existe en lo más íntimo de Tostao».
El nombre del disco de Tostao, Cerro del Águila, es un homenaje a todas las personas de este popular barrio sevillano que como el propio José Manuel vivieron un mar de historias cruzadas donde flotar y alimentarse. Un barrio de un carisma inmenso donde la solera y la modernidad se saludan de tú a tú cuando se cruzan por sus calles. «Allí, en el corral de la casa de mi abuela Coral, en la calle Aníbal González, disfruté de las primeras libertades; por sus calles paseé solo y cultivé las primeras visiones de la sociedad que se abría, inmensa, ante mí. En el Cerro se hicieron mis ojos; en el Cerro se hicieron mis oídos, en el Cerro se hizo mi voz y yo estoy ansioso por entregárosla».
Y después de seis meses de doloroso proceso, en el que la lentitud del paso del tiempo lo hacía cambiar todo de un día para otro, José Manuel ya puede entregarnos las canciones que más le gustaban de entre todas las que había en la nube creativa que formó durante la cuarentena. «El resultado es el de cuatro canciones enmarcadas en un sitio y un lugar muy concretos, a modo de retrato. Siempre me ha gustado esta disciplina porque hace alusión directa a la psicología detrás del artista. En mi caso soy bastante dispar y me gusta sorprenderme a mí mismo, por ello no he puesto filtro estilístico al repertorio más allá de mi propia voz. Es una música intencionadamente personal, buscando lo que sentía que daba voz a mi yo más arraigado, lo que te sale fácil y natural. El rock, el flamenco, la poesía, la energía, el reposo y la reflexión es lo que noto cuando lo escucho. El tipo de música al que pertenece lo dejo a la libre elección del oyente. Con la que se sientan cómodos, yo digo sí a todo. La única consigna ha sido la de gustarme a mí mismo para poder dialogar con la mente del que me escuche».
Tal y como solemos terminar los artículos de los músicos que nos hablan de próximas realidades más que de proyectos, sobre todo desde que el futuro es tan incierto como el de ahora, le pregunto a José Manuel si tiene ya fecha para editar el disco, si tiene banda preparada y fechas para conciertos… «La fecha de estreno del disco entero aún no la tengo prevista, pero imagino que entre dos o tres semanas desde ahora. De todas maneras no hay un dato concreto que pueda ofrecer. En el futuro pretendo presentarlo por Andalucía, junto a Ricardo y Lolo, de Ánima Saudade y Mateo Amieva, de Los Tiestos. Tenemos ya cerrado un concierto en Málaga, en la sala Polivalente, el 2 de abril y aquí en Sevilla estaremos en la sala Fanatic el 11 de abril. Y lo que vaya cayendo. Tal como está la cosa…»
Puntos suspensivos en el final de su respuesta que dejan abierto el compás de espera para el resto de sus canciones, de las que vuelve a hablarnos con ilusión. «Son canciones bastante dispares, que tienen como elemento cohesivo mi voz y mi manera de interpretar. Sobre todo he procurado que tengan expresión flamenca, o sureña. Las letras son muy importantes también en la composición y por eso es lo que más tiempo tiene detrás».
No falta siquiera un mes para poder verle en directo. Arquitecturas musicales sobre una pausa suspendidas; será corta y muy pronto como el tiempo se disipará, hecha de horas sin peso.