Muchas veces se ha dicho que el rap es terreno abonado para el ego desmesurado y la fanfarronería. Así ha sido muchas veces y seguramente eso es debido a que los raperos intentan de esta forma tapar emociones, negar su propia debilidad y en menor medida buscar aceptación. El tema que hoy mismo ha sacado a la luz Toteking, en alianza con Kaze, muestra la dualidad de la que hablo. Ellos tienen ya detrás una amplia carrera en la que han interiorizado una serie de acciones, costumbres y tics que definen un género musical y un estilo de vida; han adoptado muchas de esas características como propias de su personalidad y del modo en que eligen que les vea el mundo. Y de ahí salen versos como los de este rap, en el que los dos se muestran como referentes de lo que debe ser un artista, de cómo se debe llevar una carrera y comportarse con su entorno, de gritarse a sí mismo ole tus güevos. Versos que muestran que los dos han conectado de modo fascinante con una cultura hasta el punto de hacerla suya en todos sus aspectos: ideológico, social, musical, estético… Pero también entonan un estribillo que les aparta de que todo sobre lo que se rapea aquí sea simplemente algo icónico y recurrente: Y no se te olvide que estos son dos días, hoy estás aquí mañana se te olvida… soy tan solo un chico de barrio que convertiste en un Dios y mañana tan solo un cero a la izquierda que tu cerebro borró… no se te olvide que estos son dos días. Orgullo y humildad, rabia y serenidad, soberbia y modestia, Toteking y Manuel González, Kaze y Cristian Carrión. Personaje y persona.
En la hoja de promoción dice que en este rap, que se llama Dos días, hay dos generaciones hablando un mismo idioma, el del rap, el duro. Tote le saca quince años a Kaze, pero sobre este gran beat de Stash House, mezclado y masterizado por Koar, son dos personas de idénticos intereses, según define el propio Tote en la mencionada hoja: «Dos personas en el mismo momento, preguntándose cómo hablarían consigo mismas si solo les quedasen dos días aquí». Dos personas trabajando juntas: «Apagué los cacharros y cerré la puerta del estudio a las 11:00 de la mañana. Habíamos empezado a trabajar a las 17:00 de la tarde del día anterior. Algo de papeo, una siesta Da Vinci y nos fuimos a Jerez para rodar el videoclip con los amigos de Warm Film Studio». Y el resultado puedes verlo aquí mismo.
Puede que no aciertes del todo a explicarte qué quieren trasmitir los protagonistas en este video de Dos días, pero su director lo explica perfectamente: «El agua, con eso de que el ser humano es un 70/60% agua, representa al yo artista, y las cualidades del agua, evaporable y que se escapa con facilidad, hacen referencia a la fama y a la existencia de un personaje público. Puede perdurar, pero también puede evaporarse. En el video el yo real habla al yo artista que es agua en el reflejo. El final con el fuego representa como aunque uno quiera acabar con su yo artista es este el que marca su perdurabilidad en el tiempo».
El rap de Toteking y Kaze trata de ser muy honesto. También trata de provocar una respuesta emocional intensa, que remueva algo en quien la escucha. Han cogido ese desprecio que tantas veces se muestra sobre este género y lo que representa y lo han convertido en un arma, en una bandera propia que llevar con orgullo. Pero a la vez enseñan las costuras de cada uno y lo dicen de una forma directa, con la brusquedad de la verdad de cada uno, de gritarla sin importar si es adecuada o no. Porque ellos, como todos los demás seres, no son solo fuertes o débiles. Creemos que la cara y la cruz son dos cosas opuestas, pero son la misma moneda. Nadie es solo fuerte, ni solo débil.
