Pablo Velázquez es uno de los mejores cantantes que tenemos en Sevilla. Y a pesar de tal aseveración, que no creo equivocada por mi parte, puede que su nombre no te sea muy familiar; aunque seguro que sí conocéis el que usa cuando está al frente del trío que junto a él componen Quique Ruiz, a la guitarra y el bajo y Pablo Skinosta, a la batería; y ese nombre es el de Freddie Dilevi.
Hace algo más de tres años ya nos fascinó con el disco Teenager’s heartbreak, en el que nos ofrecía una docena de canciones que hablaban de amores y desamores, compuestas por él mismo, que se movían entre el rock más contenido y el rock and roll de los años 50. Ese disco, que se editó en el sello Family Spree Recordings, será seguido dentro de poco por otro más del que todavía está casi todo por definir, aunque ya conocemos una de las canciones que formará parte de él; una pieza que roza lo épico, llamada A place for us, que se ha lanzado apoyada por un videoclip dirigido por los artistas sevillanos Cristian Pineda y Alfonso Benítez.
A place for us se grabó en Magic Studios y Estudio Pelícano el pasado verano, con mezclas de Jesús Chávez y masterización posterior en Popsonic Recordings de Ciudad Real. El diseño de la portada corresponde a Nordika Estudio y la imagen, de Pineda y Benítez, refleja una construcción ruinosa y desolada, fiel reflejo de la letra que tiene la canción, en la que Freddie se pregunta que dónde está la estrella que nos guía, y dónde está el amor; unos versos pesimistas que dicen que ya no hay lugar para nosotros. Le pregunto si es que para componerla le visitaron las musas en pleno bajón del confinamiento. «Pues yo creo que a todos los que nos gusta componer canciones nos han visitado las musas durante los últimos meses, ¿no? Aunque no es una buena época para componer yo mismo y muchos amigos hemos aprovechado estos días de encierro para terminar proyectos pendientes». La canción habla de unas personas determinadas, amantes por lo que se ve… «Los protagonistas de esta canción somos todos; todos aquellos que amamos lo que sea: la música, el arte de algún tipo, la vida, o a otra u otras personas. Parece que de un día para otro nos están arrebatando nuestro derecho a amar lo que queremos». Una reflexión profunda y acertada que también puede extrapolarse a los músicos, en vista de cómo está la situación actual. «Por supuesto; a los músicos entre otros, les han arrebatado de un día para otro todo lo que les hace vivir… es muy triste».
Freddie es el arquetipo del crooner, un cantante dramático y profundo que lleva las melodías hasta un punto al que prácticamente ningún otro cantante de voz ordinaria soñaría con llegar. Las palabras e imágenes que evoca con su profunda y aterciopelada voz de barítono tienen un desgarro que creo que quedarían muy bien con respaldos instrumentales más standards, muy al estilo de los que acompañaban a la voz de Scott Walker, a quien tanto me recuerda. Le pregunto a Freddie si se ha planteado ese tipo de acompañamiento en lugar de guitarra/bajo/batería. «Pues por ahora no. Me gusta el punk-rock, y me gusta que mi sonido sea crudo. ¿Pero quién sabe?». Una respuesta que me lleva a preguntarle por la música que más le hace disfrutar a él. «¡Puf! mucha; un día puede ser el hard rock, otro día la música de los 50’s, 60’s, otro día escucho punk de los 70’s… ¡lo que me pida el cuerpo! pero rock and roll al fin y al cabo en todas sus ramas. Es lo que me gusta».
Para los crooners es muy importante la letra de las canciones; volviendo a Walker, él solía decir que sentía que la letra siempre te guiará sobre qué hacer con la música; consigue la letra correcta, todo lo demás seguirá… ¿Freddie es también de esa opinión, trabaja de esa forma? «A mí me pasa al revés, es la melodía la que evoca a la letra. Pero es cierto que cuando empiezas a componer algo hay veces que una buena letra o una buena melodía fluyen solas la una con la otra».
La última vez que vi a Freddie en un escenario fue en el Fun Club con el Dogo; sé que a ellos le une un lazo familiar de segundo orden, aunque no sé si también lazos musicales más allá de compartir voces en la canción Roll the dice! del disco de Freddie. Muchas veces, en las promos y reseñas, incluso en la que hace el Ruta 66 de esta A place for us, hablan de post punk, pero la verdad es que yo no lo veo en su música; quizás es más una actitud vital que musical y él mismo me lo aclara: «Nunca he escuchado mucho post punk, ni ha sido un referente musical en mi vida». Dejado de lado el post punk, ¿con qué calificativo podríamos definir el estilo de Freddie Dilevi? Hay una buena lista: exuberante, poético, sombrío, melancólico, melódico, solitario, atmosférico, anhelante, introspectivo, agridulce, apasionado, sentimental…
Esta canción cuenta una historia de vida y amor. Sus versos y sus metáforas se adhieren a cada palabra que Freddie canta como la hiedra se adhiere a los recuerdos melancólicos, mientras que las melodías delicadamente exuberantes los ensombrecen con desesperanza. Su voz es segura, sus tonos suaves, pero ricos y muy expresivos. Puede que su forma de cantar nos recuerde años que ya quedaron atrás en el tiempo; él mismo habla de las décadas de los 50 y 60, yo he mencionado a Scott Walker, pero Freddie trabaja desde un lienzo en blanco en lugar de reinterpretar algo preexistente poniéndole su sello. Su forma de entender el rock es algo que nunca envejecerá. Y sus canciones siempre serán un lugar al que volver.
