FLXWXRS. Sala The Box. 3 de junio de 2022.
Resulta más que recomendable –o así nos lo parece, igual somos raritos– apostar alguna que otra vez por salir del circuito de salas con una programación más amplia y constante para acercarnos a otras más residuales. En este caso, además, lejos del centro, en Sevilla Este, donde la Sala The Box programaba el concierto de la banda local FLXWXRS. Y, como nos temíamos, resultó tremendamente desolador comprobar que un grupo con una propuesta tan seductora y convincente, con un álbum tan redondo –de lo mejorcito que se publicó el año pasado por estas lides–, apenas lograba congregar a una veintena de espectadores, (casi) todos allegados. Muy probablemente fallaron los mecanismos de difusión del evento, acaso el hardcore melódico de este cuarteto no es del gusto del público sevillano que llena en cambio otros recintos aunque el reclamo sea de dudoso atractivo. Da igual, no vamos a darle más vueltas, este es la escena que tenemos. Por suerte o por desgracia.
La cuestión es que –uno ya iba advertido en ese aspecto– estos FLORES desplegaron sobre el escenario todas las muchas cualidades que atesoran: una pericia y riqueza instrumental por encima de la media, una energía e intensidad tan apabullantes como contagiosas y, volvemos a recalcarlo, la calidad de un repertorio incontestable donde cabe lo mismo el punk-rock con marchamo californiano que la balada capaz de dejarte el core para el desguace. Un repertorio que se basó en gran medida en el primer elepé de la banda, ese de título tan extenso: I’m Outside Because You’re Always Inside. De hecho, las tres primeras canciones fueron las que abren el disco, en el mismo orden, arrancando el bolo con las suaves notas de guitarra con que empieza Madame Was a Gun antes del estallido –ese continuo cambio de registro, ese contraste, es sin duda una de las señas de identidad y puntos fuertes de FLXWXRS– y de que Juanjo Peralta (voz y guitarra) se hincara de rodillas por primera vez ante los pocos pero entusiastas seguidores. Luego vendría la espectacular Anteater, no en balde la escogieron en su día como primer sencillo, con sus originales requiebros instrumentales, lástima que ya empezó a hacerse patente que las condiciones de la sala no eran las más idóneas para la percepción no ya de la voz del cantante sino de los ricos matices de la música, pues el sonido de las guitarras rebotaba y camuflaba casi todo lo demás. Y lo mismo sucedió con Do You Feel The Waves?, con Juanjo y el otro guitarrista, Pablo Jiménez, haciendo echar humo a sus cuerdas.
Con el ambiente caldeado ya por tan atronador preludio, la banda rebajó la intensidad en Insomnia, una de esas baladas que eriza el vello y el primero de los cinco temas que rescataron de su epé de 2018, Inside. Pero no había tiempo para relajarse, pues enseguida engancharon otro de esos trallazos marca de la casa, Trapped in Your Mind, introducido por el contundente golpeo de los bombos a cargo de Álvaro León, el polivalente baterista que también marca el paso en My Yellowstone y Pinball Wizard, ahí es nada. Todo ello antes de enlazar un par de cortes del citado EP de ritmo saltarín y contagioso con aroma a Green Day, caso de When You’re Gone y Young Blood, ésta presentada con sorna por Peralta como «la canción del verano». Entre medias, un breve receso para reponer fuerzas y aliento, que todavía quedaba mucha tralla. Y, antes de entregarse al ruido y la distorsión, nada mejor que Madeleine, una canción bellísima que heló el corazón de los asistentes.
Enfilando ya la recta final, con Pablo Jiménez cambiando su guitarra por otra muy peculiar, sin clavijero, FLXWXRS fue a por todas y lo hizo con Untitled (o A Song Without a Name), con ese arranque demoledor y Juanjo de nuevo clavado en el suelo arreando a las seis cuerdas hasta el punto de saltarle la púa, luego cantando al alimón con su hermano Fernando, el bajista, la parte más reposada de un tema que cierra de nuevo con ese poderoso rush final que conecta con el principio. Sublime rock sincopado. When Time’s Left, con la energía in crescendo, fue pura distorsión y ruido, tapando de forma ya flagrante la voz de Juanjo. Una última canción del anterior trabajo, en este caso Start from Scratch, precedió a la despedida del cuarteto con Hatred, puro descontrol con los dos guitarristas alineados entre sí y con respecto a los más animosos fans, si bien todavía añadieron como cierre y a modo de bis –aunque sin dejar el escenario– el solicitado Broken.
Como bien apreció el vocalista en este tramo final al presentar una de las canciones, «este disco no es superficial». Entendí que se refería a unas letras trascendentales, cargadas de crítica social ante la imposición de ideas y valores o la creciente deshumanización que vivimos, pero cabe agregar que no sólo no es superficial sino que reúne todos los elementos para ser considerado notable, significativo, capital, sustancial, urgente, vital… aunque ya se sabe que en esta ciudad, una y otra vez, al final siempre los mismos son los que se llevan las flores. Mientras otros pueden exhibir todo un variado vergel, que sigue pasando extrañamente desapercibido, ignoto, ignorado… así son las cosas.
FOTOS: Rocío Fernández