- Dani Llamas se alía con Sebastián Orellana en La ley, segundo avance de su próximo disco, A fuego
Jerezano de nacimiento aunque afincado en nuestra ciudad desde el preludio de la edad adulta, Dani Llamas forma parte por derecho propio de la escena musical sevillana y no resulta complicado verle en diversos escenarios de la capital hispalense. Sin ir más lejos, en la segunda mitad del pasado 2021 estuvo en el POP CAAC haciendo las veces de telonero de The Jayhawks o participando en el homenaje a la mítica Mediterráneo en el marco de Monkey Week. Su última y frustrada aparición estaba prevista el 23 de diciembre en la Sala X, donde había de presentar de forma oficial su último y aplaudido trabajo, La Verdad, del que os dimos cuenta en su día.
Después de aquel fantástico álbum, una sugerente y afortunada mezcla de flamenco y rock, de quejíos y americana, que se convirtió por méritos propios en una de las sorpresas de hace dos temporadas, Llamas continúa revisionando el folclore andaluz desde una perspectiva tan contemporánea como atrevida. Si en su anterior sencillo, Ya no siento los golpes, se aliaba con The New Raemon para alumbrar unas seguiriyas barnizadas en rock, ahora en La ley se atreve junto a Sebastián Orellana aka Dios Perro a llevar las sevillanas al otro lado del charco. ¿Se puede invocar el espíritu de El Pali y traerlo a la escena indie? ¿Y si a los Cantores de Hispalis les diera por hacer las Américas? Todo vale, si La ley lo permite.
La canción es el segundo adelanto del próximo disco del jerezano, el esperado A fuego, que nos llegará en mayo de la mano de Wild Punk Records como La Verdad, y en él Dani nos regalará doce canciones ambientadas en otros tantos palos del flamenco. Así, rondeñas, polos, bamberas, soleás, tarantos, tangos, bulerías y hasta sevillanas nos esperan en un disco forjado, como su propio nombre indica, A fuego.
Llamas ha decidido soltarse el pelo en su nuevo sencillo ¡con unas sevillanas! Así es, en La ley, la voz de GAS Drummers y todo un icono punk de nuestra escena se marca nada más y nada menos que unas sevillanas. ¿La razón? Ese apego al folclore que impulsa sus últimos trabajos, sin duda. Él mismo nos lo deja claro: «Desde las sevillanas más exitosas de Cantores de Hispalis, Los Romeros De La Puebla, El Pali, El Mani, Ecos Del Rocío, María del Monte, Raya Real, Salmarina… y pasando por las de autor de Manuel Pareja Obregón hasta las sevillanas comunistas de Gente del Pueblo, las sevillanas son parte irrefutable de nuestra cultura popular andaluza«. Más claro, agua.
En La ley ha contado con otro invitado de excepción. «Me alié con mi adorado Sebastián Orellana y le dimos una vuelta (de ida y vuelta) al género y le conseguimos un regusto chacarero, y a veces ranchero», confiesa el propio Llamas. Y remata: «Hicimos unas sevillanas muy latinoamericanas».
La canción viene acompañada además de un fantástico videoclip, como también ocurriera en su single anterior, y para el que se ha rodeado del mismo equipo: la realizadora Silvia Moreno, directora del laureado documental Callejeras, en las labores de guión y tras la cámara; y el director de fotografía Juanma Carmona (Sanz, Camarón. Flamenco y Revolución, Omega) bañando con su luz las imágenes como director de fotografía.
Protagonizado por un sorprendente Manuel Luis —al que muchos conocen por su presencia al frente de Las cosas del cante, el programa flamenco de Radio Clásica, y otros tantos por su presencia tras la barra de Bodegas Alfaro, mítico local de Lavapiés— no sólo es la mejor traslación posible a la pantalla de unas sevillanas tan inusuales como La ley, sino que también reincide en el compromiso social y político tan habitual también en la trayectoria de Dani Llamas. «¡Ni guerra entre los pueblos ni paz entre las clases!», reza el grafiti que aparece al final del videoclip. Se podrá decir más alto pero no más claro. Y en momentos como estos y en un mundo como este, sin duda, ésa debería ser La ley a seguir. Y no otras.