- Windshake es la banda de Bristol en la que milita el guitarrista sevillano Kilian Lee, que hoy mismo lanza el video de su último single, Sharing Machine
Bristol es una ciudad británica de nombre muy familiar para los amantes de la música porque es la cuna del trip hop, además de ser también uno de los lugares donde más y mejor música en directo podía escucharse asiduamente, aunque esto último está padeciendo ahora las mismas restricciones que el resto del mundo. Y Bristol es también la ciudad en la que desde hace cuatro años vive Kilian Lee, un músico sevillano de ascendencia irlandesa y danesa, que forma parte de la banda Windshake, como guitarrista, junto a Sam Elliot, también guitarrista y cantante, y Oliver Thomas, que toca la batería y las demás percusiones.
«Yo me mudé a Bristol en 2017 para encontrar un grupo y tocar de forma profesional», me cuenta Kilian. «Aquí me metí en otro grupo, Captain Gas, con los que sigo tocando. Conocí a Sam y a Oliver a finales de 2019 porque vamos a la misma universidad y tuvimos una conexión instantánea sobre gustos musicales compartidos, The Beatles, Neil Young, Cream… Empezamos a hacer jams y poco después me uní a la banda justo a tiempo para grabar el EP Windshake II».
Para cuando Kilian se unió al grupo, Windshake ya llevaba dos años formado y habían editado otro EP anterior, llamado como ellos, a finales de octubre del 2019, y con Kilian en sus filas lanzaron un tercer EP y un single, Orange Raincoat, sobre cuyas raíces musicales construyeron otro single posterior, llamado Sharing Machine, que puede oírse en las plataformas de escucha habituales desde el pasado 23 de abril y que hoy mismo, dos semanas después de su estreno, se relanza a través de un videoclip dirigido por la animadora Lily Adams. Un video de animación con una estética bastante psicodélica.
Sharing Machine nace desde el rock psicodélico, al igual que lo hacen también las canciones más recientes de la banda, con influencias del folk, el country y el rock progresivo. La letra de la canción sugiere que la raza humana se ha hecho dependiente de una nueva especie: nuestros teléfonos. Concebida en un momento de éxtasis borracho, la canción podría haber acabado en el cubo de basura de la historia si no hubiera sido por el mismo objeto cuya omnipresencia describe.
Sam nos cuenta la singular génesis de Sharing Machine. «No me acuerdo mucho del proceso de escribir la canción. Sí me acuerdo de que me desperté con resaca en una cama y la letra estaba allí. Así que comprobé mis notas de audio y allí estaba también; supongo que debí haber hecho una maqueta simple estando ciego y después reaprendí la canción». En ese intervalo entre descubrir una canción escrita de forma casi inconsciente y el momento de reaprenderla fue cuando Kilian entró en escena. «Justo cuando conocí a Kilian le enseñé la canción. La guitarra que toco y oyes en la grabación no la tenía todavía pero quería comprarla, así que le enseñé la canción en la tienda de guitarras y él cogió otra y empezó a tocar el riff inmediatamente. Ese fue un buen momento».
Kilian continúa la narración. «Orange Raincoat, la canción que habíamos editado antes, venía desde un punto de vista más americano del folk, mientras que Sharing Machine tiene un sonido más europeo o británico. Las dos guitarras que toco en ella son de 12 cuerdas así que eso le da un sonido único. Hay mucha más instrumentación esta vez pero se construye sobre una base similar a la de Orange Raincoat».
La canción Sharing Machine se grabó en los Factory Studios de Bristol y fue producida por los propios componentes de la banda. Oliver nos cuenta cómo fue. «Por aquel entonces no teníamos todavía mucha experiencia en un estudio. Empezamos a trabajar con un ingeniero de Factory que ya llevaba allí mucho tiempo y nos estuvo dando ideas de cómo conseguir el sonido que queríamos. Eso nos ha ayudado en grabaciones posteriores».
Esta canción fue una de las primeras que Windshake completaron del álbum que esperan editar pronto y que actualmente se encuentra en proceso de mezclas. Les gustaría editarlo a través de un sello discográfico, pero no es fácil, según nos cuenta Kilian. «Queremos sacar el disco aproximadamente en el otoño aunque no tenemos una fecha clara. Preferiríamos sacarlo con un sello pero tampoco queremos esperar indefinidamente ya que tenemos el siguiente disco ya mentalizado casi entero y queremos seguir produciendo más música. Pero hasta ahora no hemos tenido interés de parte de ningún sello».
Mientras tanto, la banda está ensayando con nuevos miembros para poder volver a tocar en directo este verano, cuando se reactive la temporada de conciertos, algo para lo que al menos necesitan un bajista. «El bajo en este disco lo tocamos Sam o yo, dependiendo del tema. En Sharing Machine soy yo el que lo toca», me cuenta Kilian. «Llevamos un mes tocando con un nuevo bajista y una teclista que aparecerán con nosotros en conciertos y en futuras grabaciones, pero no queremos anunciar la nueva alineación todavía».
Después de los dos singles que conocemos, y teniendo en cuenta que el disco tardará aún varios meses en ver la luz, me interesa conocer si tienen previsto lanzar alguna nueva canción más que mantenga el interés por la banda. Kilian me saca de dudas. «Vamos a sacar un tercer single en julio o agosto, pero no tenemos todavía una fecha decidida. Lo único que te puedo decir sobre ese tercer single es que sonará mucho más dramático que los dos anteriores y con menos influencia del folk».
En cuanto terminen los ensayos con los nuevos miembros incorporados a la banda comenzarán los conciertos; le pregunto a Kilian si las perspectivas son buenas. «Tenemos ya cuatro fechas planeadas en el sur de Inglaterra para el verano. La última noticia de parte del gobierno británico es que los conciertos con capacidad restringida podrían empezar el 17 de mayo y después los conciertos de capacidad completa podrían empezar desde el 21 de junio, pero lo que finalmente ocurra sigue siendo incierto. Esta situación dificulta bastante la planificación de conciertos, pero nuestra intención es tocar en cuanto sea posible».
Y aunque seguramente no podrá ser, imagino que Kilian soñará con poder dar uno de esos futuros conciertos en Sevilla. «Nos encantaría. De hecho habíamos empezado a planear un show con cartel compartido con el grupo sevillano FLXWXRS para el verano pasado, aunque obviamente la pandemia lo hizo imposible. Ahora mismo el coste de hacer varias PCRs para cinco personas tanto entrando como luego volviendo de España lo haría imposible, pero en cuanto sea posible iremos».
Y nosotros esperamos que ese día no tarde demasiado en llegar. Mientras tanto disfrutaremos de las canciones que Windshake tienen ya editadas y de las que lanzarán próximamente.